Publicidad

La II Cumbre Sudamericana


El 26 de Julio de 1822 se entrevistaron los libertadores San Martín y Bolívar en Guayaquil para coordinar la lucha contra el colonialismo español. Exactamente 180 años más tarde se reunieron en esa misma ciudad los representantes de las doce repúblicas sudamericanas. El cónclave no se realizó para acordar medidas contra alguna otra potencia del Norte, sino buscando estrategias de cooperación.



Los mandatarios de Brasil y Ecuador -donde se realizaró la Primera Cumbre en 2000 y la actual, respectivamente- plantearon que su objetivo no era apartarse de procesos de integración global, sino presionar al Norte para que abra us mercados y concrete una verdadera integración.



La sede del II cónclave es la de un país que ha dolarizado su economía. Este subcontinente ha venido aplicando distintas fórmulas monetaristas contempladas en el consenso de Washington. En Sudamérica hay democracias liberales que han abierto sus economías al mercado y a los inversionistas internacionales y que aceptan entrar en tres años más en el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas.



Sin embargo, algunos mandatarios han mostrado su disconformidad con aspectos del viejo modelo neo-liberal que se ha venido aplicando en la región. Ecuador cuestionó al proteccionismo de los países más industrializados que impiden que los productos de los países pobres lleguen a sus mercados y por esa vía les estancan. El canciller ecuatoriano fustigó contra ese ‘terrorismo contra los pobres’.



Un problema serio que hay en este subcontinente es el incremento de la miseria, el desempleo y la emigración. El 60 por ciento de la población vive en la pobreza. Más del diez por ciento de los ecuatorianos o colombianos ha debido ir a trabajar en otros países. La representación del país anfitrión aducía que si se permitiese que las bananas de sus países entrasen a los mercados
del Norte sin aranceles, ello mejoraría la economía de su propio país y haría que decrezca el flujo de inmigrantes. Los signatarios del Acuerdo de Preferencias Arancelarias Andinas (ATPA) demandan que EEUU conceda aranceles cero.



El Mandatario peruano, Alejandro Toledo, pidió un Fondo de Solidaridad Financiera, aunque la representación uruguaya sostuvo que el subcontinente no tendría recursos para ello. El Presidente venezolano, Hugo Chávez, postuló una suerte de FMI de los países pobres: un Fondo Humanitario Internacional que debería financiar obras de desarrollo sobre la base de un porcentaje de las deudas externas. También sugirió crear Petroamérica, una super-corporación de las distintas empresas petrolíferas estatales
subcontinentales para competir con distintas multinacionales.



El Jefe de estado brasilero, Fernado Cardoso, ha buscado acelerar la integración entre los dos grandes bloques económicos sudamericanos: el Mercosur y la Comunidad Andina. Ambas deberían irse amalgamando y en ese proceso atraer a Chile, Guayana y Surinam, para así entrar al ALCA o a la globalización como un mercado sudamericano capaz de negociar en mejores condiciones.



Paradójicamente, el encuentro que se dio hace 180 años en Guayaquil fue entre el Libertador que nació en lo que hoy es el Mercosur y quien independizó a los cinco países de la Comunidad Andina.



La cumbre ha venido reflejando ciertos cambios en la región. Argentina, quien fuera uno de los principales aliados militares de EEUU y adalid de las políticas propuestas por el FMI, atravieza por su peor crisis económica y ésta viene afectando a Brasil y otras naciones.



Brasil, en tanto, ha tratado de distanciarse de la ortodoxia monetarista y es probable que en pocas semanas el Partido de los Trabajadores gane las presidenciales.



En Venezuela, Chávez logró derrotar un golpe. En Bolivia acaban de tener un gran resultado electoral justamente aquellos partidos que cuestionan al sistema neo-liberal.



Sin embargo, ésta no ha sido una cumbre ‘anti-imperialista’. No se ha aprobado ninguna denuncia contra los EEUU o el ALCA. Tampoco se ha pedido cesar el bloqueo a Cuba, dejar de pagar la deuda externa o que las potencias europeas se retiren de sus colonias antillanas, de la Guyana francesa o de las Malvinas.



A diferencia de la cumbre en Madrid de mandatarios europeos, caribeños y latino americanos, no se aprobó una declaración contra el terrorismo, pero todos los jefes de estado se pronunciaron contra la guerrilla colombiana. El boliviano Jorge Quiroga, quien estaba a punto de dejar de ser Presidente, dijo que se podría intervenir en dicho país si es que Bogotá lo requiriese.



La cumbre aprobó el ‘Consenso de Guayaquil’. Este se basa en tres documentos: uno sobre Integración, Seguridad e Infraestructura para el Desarrollo, otro declarando una Zona de Paz Sudamericana donde no se permita la producción o tráfico de armas de destrucción masivas, y el tercero una declaración relativa a la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable.



Además, se resolvieron una carta de derechos humanos andinos y un acuedo de cooperación amazónica.



* Isaac Bigio es analista internacional y profesor e investigador del Departamento de Gobierno de la Escuela de EconomÄ›a de Londres, donde ha obtenido grados y postgrados en Historia Internacional y Política Económica.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias