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Tan fácil llegan, tan difícil se van

Además del Sida, la infección de transmisión sexual más peligrosa, existen más de 30 ITS. Todas ellas, con variadas características, efectos, formas de contagio e incluso algunas que ni siquiera provienen de un contacto sexual, pero sí se traspasan a través de este mecanismo.



En el mundo cada año se presentan más de 300 millones de nuevos casos de infecciones de transmisión sexual (ITS), entre ellas el Sida, que afectan a uno de cada 20 adolescentes. Son los jóvenes particularmente vulnerables, debido a las barreras socioculturales que les impiden adoptar medidas para protegerse.



Además del Sida, la infección de transmisión sexual más peligrosa, existen más de 30 ITS. Todas ellas, con variadas características, efectos, formas de contagio e incluso algunas que ni siquiera provienen de un contacto sexual, pero sí se traspasan a través de este mecanismo.



La mayoría de estas enfermedades son serias. Pueden traer graves consecuencias para la salud y necesitan la atención de un médico. Las enfermedades transmitidas sexualmente pueden provocar esterilidad, causar defectos físicos de nacimiento y aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer. En las mujeres, la enfermedad de inflación pélvica u otras infecciones pueden ser señales de infección con el VIH. Además del Sida, la hepatitis B y la sífilis pueden causar la muerte del afectado.



Existen varios tipos de infección por transmisión sexual, como la clamidia. Se transmite vía sexual, puede infectar la uretra, el cuello uterino y/o los ojos. En las mujeres, la clamidiasis puede causar esterilidad, complicaciones en el embarazo o infectar al recién nacido durante el alumbramiento. Generalmente, los síntomas pueden ser flujo escaso y transparente de la uretra, enrojecimiento e irritación. Sin tratamiento, una infección puede durar muchos años.



Otro ejemplo es la sífilis, que se transmite vía sexual o mediante sangre contaminada. Las madres pueden transmitir la enfermedad al recién nacido durante el embarazo. Al principio los síntomas son llagas en los lugares por donde la bacteria entró en el organismo, por ejemplo, la región de genitales y/o la boca, y más tarde la bacteria entra en el torrente sanguíneo. Esta propagación causa, entre otros, síntomas parecidos a los de la gripe (fiebre e hinchazón de los ganglios), erupción y protuberancias en los genitales. Si no se trata, puede causar cardiopatías, daño neurológico y otras complicaciones.

También existe la gonorrea que se transmite vía sexual y puede infectar los genitales, la garganta, los ojos y/o el recto. En el hombre y la mujer, la gonorrea puede causar esterilidad y las mujeres pueden infectar al recién nacido durante el alumbramiento. Es posible que algunas personas infectadas no presenten síntomas (asintomáticas). En el hombre, puede observarse un exudado amarillo de la uretra, micción dolorosa y sangre en la orina. Entre los síntomas que ocurren en las mujeres figuran enrojecimiento del cuello uterino, flujo vaginal y dolor pélvico.



Otra infección muy común en la población, son los denominados «herpes». Existen dos tipos, el tipo I que generalmente se manifiesta en úlceras labiales, mientras que el tipo II suele ocurrir en forma de úlceras en los genitales. Sin embargo, ambos tipos pueden infectar cualquier membrana mucosa. Las personas infectadas pueden sufrir brotes de úlceras varias veces al año, y estos generalmente duran aproximadamente una semana. Algunas personas experimentan sólo un episodio o ninguno. El herpes aumenta el riesgo de contraer la infección por el VIH, puesto que las úlceras facilitan la entrada del virus del SIDA en el cuerpo.



En general, para tratar todas estas infecciones de transmisión sexual existen medicamentos, como antibióticos o vacunas que permiten limitar los brotes y calmar el dolor.



Es posible tener estas enfermedades sin mostrar síntomas. Muchas veces las mujeres no presentan ningún signo que indiquen que están enfermas. Por eso, es muy importante someterse a un examen cada año, a partir del inicio de una sexualidad activa.





* Miembro de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, de la Sociedad Chilena de Climaterio y de la International Menopause Society

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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