Publicidad

El nuevo gabinete y la globalización


Compatibilizar la inserción económica de Chile en el mundo con sus instituciones, especialmente después de la firma de los acuerdos de libre comercio con EEUU y la UE, es una tarea implícita del nuevo gabinete. Este ha asumido en un contexto de consenso entre gobierno y oposición sobre la necesidad de modernizar el sector público para evitar irregularidades que atenten contra la probidad, y por tanto, la capacidad del país de competir con éxito en el escenario internacional.



La actividad internacional de otras instancias estatales es ya una realidad. Por ejemplo, el Ministerio de Agricultura tiene una eficiente red internacional con agregadurías agrícolas para abrir acuerdos específicos de su área de competencia.Otra dependencia pública, Conicit, realiza una fuerte actividad de cooperación científica internacional.El Ministerio de Defensa está cada vez más vinculado a los circuitos internacionales de la seguridad global, como Naciones Unidas. El Ministerio del Trabajo debe responder internacionalmente por los compromisos adquiridos respecto a estándares sociales, e incluso el Ministerio del Interior debe abordar temas supranacionales como el control del narcotráfico y el terrorismo.



En el plano económico, la actividad internacional del sector público es intensa: Obras Públicas debe dar a conocer las oportunidades de licitaciones a oferentes internacionales.El Ministerio de Economía fomenta, a través del Comité de Inversiones Extranjeras, la captación de inversiones y el Ministro de Economía encabeza, habitualmente, las actividades de presentación de la economía chilena en el extranjero.



La política de comercio exterior está relacionada a los menos con cuatro carteras; Economía, Agricultura, Hacienda y Relaciones Exteriores (Direcon). Hacienda actúa, también, en las negociaciones internacionales. No es casualidad que el Ministro de Hacienda, junto a la canciller Alvear, haya jugado un rol central en la concreción del TLC con EEUU.



Subsistema de la economía mundial



Más allá de los méritos personales, estamos en presencia de una tendencia de mayor entroncamiento de la actividad económica y política del país y de sus entes públicos, con las estructuras económicas y políticas mundiales.



Decisiones importantes para Chile se toman en organismos multilaterales o simplemente en los países del G-8. La evolución del comercio mundial, de los mercados financieros y la estabilidad internacional forman parte de las preocupaciones cotidianas de los analistas nacionales.



La mayor inserción de Chile en el mundo significa que la economía del país se articula, crecientemente, como un subsistema de la economía mundial. Respecto a esta tendencia es conveniente sacar conclusiones.Por ejemplo, que las tareas internacionales de los ministerios especializados adquieren cada vez más importancia, y que es necesario capacitar personal para que pueda intervenir en las estructuras supranacionales donde se toman decisiones importantes para Chile.La mayor inserción en el mundo genera también desafios institucionales.



Los partidos políticos y los parlamentarios deberían incluir en sus agendas temas de la globalización que impactan a Chile.



Presión sobre Cancillería



A pesar de su complejidad, los múltiples temas de la inserción internacional deben ser coordinados por el Ministerio de Relaciones Exteriores para dar coherencia a la política exterior, a la actuación de los ministerios especializados y evitar una dinámica de relaciones externas que sobrepase a los instrumentos tradicionales como embajadas y consulados.



Además, dada la presencia de Chile en el Consejo de Seguridad de la ONU, El Ministerio de Relaciones Exteriores debe procesar cuidadosamente el nuevo escenario internacional marcado por el unilateralismo de EEUU y la fuerte presión sobre las instituciones multilaterales, como lo demuestra la crisis de Irak.Este hecho genera tensiones ya que sólo la cooperación entre las naciones en el marco del sistema multilateral puede resolver problemas globales como la estabilidad mundial y la erradicación del terrorismo.



Modernización del Estado y la legitimidad externa



La segunda fase del gobierno del presidente Lagos debería servir para estandarizar el funcionamiento de las instituciones nacionales de acuerdo a parámetros compatibles con la inserción internacional de Chile y con las exigencias de los acuerdos suscritos de libre comercio.



La inserción en el mundo globalizado trae una erosión de las fronteras entre política exterior y política interior. Chile y sus instituciones están sometidas a instancias de legitimacion más allá de sus fronteras como las evaluaciones de las agencias de riesgo internacional, la prensa mundial, Transparencia Internacional, o instituciones como el FMI, el Banco Mundial o Naciones Unidas. Esto significa que la política exterior del país es más que antes la continuación de la política interior con otros medios.



Precisamente por su política de acuerdos comerciales y de asociación, y por su presencia en la ONU, Chile está inmerso en una red internacional con ciertas obligaciones y es crecientemente un miembro mas visible de la comunidad internacional.Esta es una tendencia sin vuelta atrás y es mejor asumirla que refugiarse en un aislacionismo abstracto.Justamente, este mayor involucramiento significa que el país debe disponer de definiciones propias sobre problemas de la economía y la política mundial que lo afectan directamente.Su actitud en el Consejo de Seguridad de la ONU es una buena señal.



El autor es doctor en economía y ciencias sociales de la Universidad Libre de Berlin. Alemania.



* Doctor en Economía y Ciencias Sociales de la Universidad Libre de Berlin.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias