Toda la habilidad demostrada por Longueira en otros eventos políticos parece haberse esfumado de un plumazo. Me resisto a creer que su propuesta no fue bien pensada, y por ello me parece que esta vez Longueira y su partido la UDI se pasaron de la raya.
El presidente de la UDI, Pablo Longueira, y el senador Jaime Orpis del mismo partido, nos sorprenden con una iniciativa que a su juicio, sería una propuesta para zanjar el tema de derechos humanos que aqueja a miles de familiares de detenidos desaparecidos en nuestro país.
Tengo que reconocer que el timonel de la UDI me ha asombrado por la muñeca política y la habilidad con que se ha manejado en los últimos meses en relación al Gobierno y al apoyo explícito que su tienda le ha entregado al Presidente Lagos, en momentos en que desde la propia coalición oficialista se disparaba sin compasión sobre el Primer Mandatario.
Los gestores del proyecto tratan de explicar cómo después de una decena de encuentros se abría culminado en la elaboración de una formula jurídica para solucionar voluntariamente los casos pendientes de derechos humanos. Aportando antecedentes, los promotores de la propuesta, informan que un grupo importante de familiares de detenidos desaparecidos del centro de prisioneros de Pisagua, comenzó a reunirse al margen de las distintas agrupaciones de detenidos desaparecidos.
Con relación a la propuesta jurídica, el senador Orpis nos endulza el oído con una joyita, cuando nos dice que a Pisagua fue con dos abogados -UDI por cierto- porque quería que la fórmula jurídica no fuera fría y que los abogados que lo acompañaban, se involucraran absolutamente del sentimiento que embargaba a los familiares de los detenidos desaparecidos.
Por último, siguiendo con esta breve relación de la historia del proyecto publicada recientemente en un periódico de la tarde, el senador de la Primera Región dice que busca la posibilidad de salir del estancamiento, que ha rodeado por años la búsqueda de una solución definitiva y verdadera al tema de los derechos humanos.
Estos son los hechos grosso modo, y trataremos con la mejor voluntad y paciencia interpretarlos a la luz no del derecho- del cual no soy docto- sino simplemente de la lógica política que mueve mis sentimientos.
Una reflexión inicial es que esta iniciativa murió antes de nacer. En efecto, para miles de familiares de detenidos desaparecidos es imposible pensar siquiera, en la posibilidad de olvidarse del tema a cambio de una compensación económica, sin antes haber conocido la verdad y llevado a la justicia a los culpables de esos horrendos crímenes de lesa humanidad.
Lo anterior quiere decir, entonces, el presidente y el senador de la UDI se lanzaron a una piscina aparentemente sin agua. Pienso que ellos se equivocaron, porque los mueve la lógica del mercado donde el dinero es el que manda. Pero hay cosas que no se compran ni con todo el oro del mundo, y dentro de esas cosas está la búsqueda de los seres queridos y la sed de verdad y justicia.
Según datos aparecidos aquí en El Mostrador.cl, las familias de los desaparecidos en Pisagua son treinta y cinco. Dentro de éstas hay algunas cuyos deudos fueron apresados por delitos vinculados al narcotráfico. El proyecto de la UDI quiere extrapolar esta experiencia a todos los familiares de detenidos desaparecidos del país, sin tomar en cuenta que esta realidad que afecta a algunas de las 35 familias, es justamente una limitante de la propuesta en comento.
De las palabras de los jerarcas del partido más grande de la oposición nos queda claro, que de paso quieren olvidarse de las organizaciones de los familiares de detenidos desaparecidos porque «están teñidas».Y fuera que no, si todas las victimas lo fueron justamente por pertenecer a partidos de izquierda.
Toda la habilidad demostrada por Longueira en otros eventos políticos parece haberse esfumado de un plumazo. Me resisto a creer que su propuesta no fue bien pensada, y por ello me parece que esta vez Longueira y su partido la UDI se pasaron de la raya.
(*) Analista Político.
