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Hablemos de menopausia



La menopausia es una situación fisiológica, que afecta a todas las mujeres alrededor de los 50 años. Esto se debe a que la cantidad de estrógeno producido por los ovarios desciende, siendo una situación muy natural y cuyos síntomas incluyen acaloramiento, insomnio, cambios en el ánimo y resequedad vaginal.



Cuando esto ocurre, médicos especialistas declaran que es una edad de riesgo, en la que aumenta el índice de aparición de cáncer de mama, las complicaciones cardiovasculares y el deterioro pélvico, factores que deben ser vigilados estrechamente.



Las terapias de reemplazo hormonal han sido una solución para las mujeres que se encuentran en esta etapa y se han utilizado desde comienzos de los años cincuenta. Sin embargo, luego de la reciente divulgación de un informe de la Universidad de California (UCLA), dichas terapias han sido cuestionadas. El informe indicó que el seguimiento a 16.608 pacientes, dio como resultado la posibilidad de un aumento de 26% en el riesgo de cáncer de mama que tendería a ser diagnosticada en etapa más avanzada, debido a que la TRH reduciría la sensibilidad de las mamografías.



Existen especialistas que se contraponen a este punto, señalando que el impacto de las hormonas en el riesgo de cáncer de mama no puede ser determinado por medio de estudios a corto o mediano plazo. Los estudios de corto plazo únicamente pueden detectar el impacto de las hormonas en el crecimiento de tumores ya existentes y no permiten obtener conclusiones acerca de la relación causal sobre el uso de las hormonas y nuevos tumores.



Sin embargo, quienes creemos en los beneficios del tratamiento de reemplazo hormonal, es porque hemos visto resultados en la prevención y reversión de problemas de vejiga, musculares, vaginales y enfermedades asociadas con la vejez. Además, tienen un efecto antidepresivo que ayuda al funcionamiento del sistema nervioso.



Médicos especialistas en el área nos inclinamos por el uso de estrógenos propios de la mujer y en la menor dosis requerida para mitigar la sintomatología, prevenir el deterioro somático y mejorar la calidad de vida.



Como todos los medicamentos, existen riesgos y efectos colaterales asociados con la TRH. Algunas mujeres que lo utilizan, pueden sufrir de retención de líquido, hinchazón, náuseas, dolores de los senos, cambios de humor y dolores de cabeza. Un cambio en la dosis o en el tipo de la TRH puede ayudar a aliviar estos efectos colaterales.



Actualmente, la terapia de reemplazo hormonal está disponible en varias formas, incluyendo orales, transdérmicos e inyectables, y es recomendada según las características de paciente, pudiendo ser necesario ensayar más de un régimen antes de encontrar el más adecuado.





* Miembro de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, de la Sociedad Chilena de Climaterio y de la International Menopause Society

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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