La estabilidad democrática de la región, o al menos del área sudamericana, está seriamente cuestionada; las protestas y el descontrol que afectan al gobierno de Sánchez de Lozada en Bolivia y las inútiles muestras de retórica del gobierno de Uribe de Colombia, son muestras claras de un grave deterioro.
Si a eso se agrega el enfrentamiento permanente que subsiste en Venezuela y la debilidad enorme de Toledo en Perú, se verá que estamos ante una situación que mas huele a retroceso que a avance, por mas que se hagan comunicados o emitan declaraciones que quieren tapar el sol con un dedo.
Lo que a todas luces aparece como un obstáculo serio, es la falta de coherencia y seriedad de los EE.UU. en el área, con la que han jugado por décadas con diversas fórmulas que de una u otra forma garanticen la continuidad de su hegemonía en la región.
La elección de Schwarzenegger en la gobernación de California, es como la confirmación gráfica y evidente de estas payasadas que venimos viviendo en los últimos años y décadas. Los EE.UU. manejando payasos en la administración de esta zona, han terminado por contagiarse y uno de ellos es ahora la primera autoridad del mas importante Estado de la Unión.
¿Será posible que tras mas de 150 años de formal independencia política, la mas de las veces obnubilada por graves situaciones de dependencia y vasallaje de los grupos dirigentes nativos ante el gran vecino del Norte o de la vieja Europa, sigamos estando igual o peor?
Es un panorama desolador el que nos rodea, pero tampoco el nuestro es mejor si se mira la calidad de vida real de nuestros habitantes y no nos dejamos embaucar con el lenguaje economicista, de un materialismo mas tonto y pérfido que en cualquier otra época de la historia humana.
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