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La democracia y los partidos políticos


El desinterés colectivo hacia los partidos políticos podría volverse en contra de una democracia sólida. Es aquí donde nace la necesidad de entender que mientras antes se comience un trabajo estrecho entre los partidos y la sociedad civil, mejores serán las decisiones que se tomen para el país y para sus ciudadanos.

En Chile se ha vuelto común el desinterés de la gente por la política. Los partidos son mirados por muchos con un grado de desconfianza y falta de credibilidad. Esto lleva a que la importancia que tienen para el desarrollo del país pase al plano de la ignorancia o del desprecio, perdiendo la noción de su influencia en el mantenimiento de la democracia, ya que ellos permiten que las necesidades de un pueblo sean consideradas y resueltas por la autoridad ejecutiva.
Asimismo, los partidos políticos deberían superar la situación de autoaislamiento en que se encuentran respecto de la sociedad civil. Aquí radica el mayor problema de nuestra democracia, puesto que se camina por vías separadas en búsqueda de soluciones para un mismo tema: el resultado muchas veces consiste en la pérdida de energía, esfuerzo e ideas y no se logran los objetivos trazados.
Es importante entonces que se establezca un lazo estrecho entre ambos sectores que utilicen caminos convergentes y que se concentren en resolver los problemas de forma coordinada y realista. La sociedad civil requiere de los partidos, puesto que éstos son el puente que los conecta con el Estado. A su vez los partidos requieren de la sociedad civil para conocer las necesidades, los problemas y las inquietudes de las personas y así actuar de manera eficaz y consecuente.
Como ejemplo, se puede citar el último informe del Banco Mundial que llama la atención sobre el preocupante aumento del Sida en América Latina y propone a la sociedad civil hacerse cargo de la prevención, educación y las campañas porque ella tiene una mayor y mejor llegada a los grupos de alto riesgo. En definitiva, los partidos políticos deben canalizar los temas de interés público, pero es indispensable el lazo de conexión y acuerdo sobre las necesidades de los ciudadanos y el trabajo conjunto entre éstos y la sociedad civil para volver a valorizar la política.





(*) Directora ejecutiva de Corporación Participa, integrante de la Coalición de Organizaciones de la Sociedad civil, impulsada además por el Instituto Libertad, Fundación Ideas, FLACSO, Fundación para la Superación de la Pobreza y Acción A.G.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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