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Elección Directa de Consejeros Regionales


La elección directa de los consejeros regionales constituye un desafío ético para el Gobierno y los parlamentarios de regiones.



Si un grupo tuviese un 68% o más de representantes en cada Cámara del Parlamento podría, actuando legítimamente en democracia y en el marco de la normativa vigente, insertar sus intereses como objetivos de país ya que tendría una amplia mayoría. Podría, por ejemplo, modificar la Constitución, los impuestos, la legislación universitaria, las leyes orgánicas de las fuerzas armadas, de la administración del Estado, del poder judicial, etc. Podría iniciar investigaciones y acusaciones sobre funcionarios negligentes o corruptos. Podría, ATENCIÓN REGIONES, impulsar a gran velocidad la Regionalización y Descentralización del país.



Pues bien, con el 69% de los Senadores y el 73% de los Diputados las regiones tienen esa gran mayoría de los representantes. El asunto es que esa gran mayoría ejerza realmente el poder regional en beneficio del país en su conjunto y no que, asumiendo la representación de las regiones, finalmente termine potenciando el centralismo asfixiante que con su fuerte inercia presiona hoy sobre las posibilidades de un desarrollo más equilibrado y armónico para Chile.



Con esa mayoritaria cuota de representantes no entendemos cómo a algunos de nuestros líderes se les hace tan difícil comprender las ventajas para el país de aprobar la elección directa por los ciudadanos de los Consejeros Regionales (CORES). En el Consejo Nacional para la Regionalización y Descentralización de Chile (CONAREDE) pensamos que aprobar la sustitución del actual sistema de elección indirecta de los CORES por el sistema de elección directa propuesto por el Gobierno, y por ahora rechazado por diversos parlamentarios, es un paso fundamental para la nación en su conjunto.



En lo que sigue, presentamos las principales razones que a nuestro juicio justifican la propuesta:



1. Cumplir con un Compromiso. La elección directa de los CORES está explícitamente comprometida en los programas de Gobierno de los entonces candidatos Ricardo Lagos y Joaquín Lavín, programas que comprometen a los partidos tanto de la Concertación como de la Alianza por Chile. Además, es uno de los puntos programáticos de la campaña «Yo Voto por las Regiones» impulsada por el CONAREDE con ocasión de la pasada elección parlamentaria, y que fuera suscrito voluntariamente, en actos públicos y solemnes en cada región, por el 100% de los Senadores y el 82% de los Diputados electos en regiones.



2. Solucionar la ineficiencia en la función Participativa y de Representación Regional. Desde la entrada en vigencia del actual sistema de elección indirecta de los CORES por parte de los Alcaldes y Concejales de cada región, se ha podido comprobar que dicho sistema definitivamente NO SIRVE como mecanismo de representación y participación de la ciudadanía regional. En efecto:
ˇ Encuestas y consultas directas a los más diversos sectores de la ciudadana regional han demostrado que muy pocos conocen el nombre, roles y representatividad de los CORES.
ˇ Con anterioridad a la elección (indirecta) de los CORES, no se producen debates públicos de las ideas, iniciativas y compromisos de los candidatos relacionados al desarrollo de la región
ˇ En muchos casos los CORES se sienten más leales al partido que los ha designado como candidatos que al progreso de su respectiva comunidad regional.
ˇ Los candidatos a Consejero Regional dependen de los votos de Alcaldes y Concejales de los diferentes partidos y comunas, lo que da lugar a frecuentes prácticas de clientelismo.
3. No atenta contra el Estado Unitario Descentralizado: según lo corroboran los especialistas en derecho constitucional y administrativo (José Luis Cea, Juan Carlos Ferrada, Humberto Nogueira, Lautaro Ríos) la elección directa de los CORES de modo alguno altera la esencia del Estado Unitario en Chile, ni menos significa transformarnos en Estado Federal. De hecho, se mantiene un solo Gobierno Nacional y un solo Poder Legislativo con la facultad de dictar leyes (a diferencia de los estados federales en los cuales existen órganos con competencias legislativas en los diferentes estados federados).
4. No amenaza el poder electoral para Diputados y Senadores:
ˇ En principio es necesario recordar que los Senadores tienen funciones nacionales específicas no ejecutivas ni vinculadas a región alguna y los Diputados tienen las suyas fundamentalmente para fiscalizar las actuaciones del Gobierno y para colegislar con los Senadores en determinadas materias. Es decir tienen roles distintos a los Consejeros Regionales.
ˇ El principal temor que parecen tener algunos Diputados y Senadores es que en una elección directa de CORES pudieran surgir candidatos con más votos que un Diputado o Senador, liderazgos emergentes que pudieran significarles una amenaza electoral y política. Aún cuando sería muy deseable que surgieran nuevos liderazgos con iniciativas innovadoras y potentes para el desarrollo de una región, es claro que el proyecto de elección directa de los CORES diseñado por el Gobierno de modo alguno significaría una amenaza electoral para los actuales Diputados y Senadores, por cuánto en la elección de los CORES se usará una combinación de dos criterios:
ü Territorial (elección por provincia), claramente distinto a las circunscripciones de elección de Senadores y a los distritos de elección de los Diputados.
ü Poblacional (proporcional a número de habitantes) lo cual modera el efecto de sobre o sub-representación de las comunas y provincias más o menos pobladas, y reduce la posibilidad que candidatos al CORE resulten electos con más votos que un Diputado o Senador.
Aun más importante: a diferencia de las elecciones de Diputados y Senadores, que eligen DOS por distrito o circunscripción electoral, la cantidad de cargos de CORES a llenar por región sería de un mínimo de 25 y un máximo de 41 (según número de provincias y población de cada región). En consecuencia, los votos de los electores se distribuirán en una cantidad muchas veces mayor de candidatos y cargos finalmente electos.
El sistema de elección directa de los CORES propuesto por el Gobierno considera la elección de éstos por listas más votadas, lo cual en muchos casos va a significar una votación por algún candidato preferencial (de alta votación), que luego arrastra a muchos otros candidatos mucho menos votados (como sucedía con la elección conjunta de alcaldes y concejales).
Con el fin de contrarrestar dicho efecto y con ello reducir aún más el temor de nuestros legisladores a las supuestas amenazas electorales que pudieran surgir de la elección directa de los CORES, hemos propuesto a la SUBDERE (Subsecretaría de Desarrollo Regional) sustituir la elección por lista más votada por la elección de candidatos más votados. Esta modalidad obligaría a los partidos a distribuir sus votos entre varios candidatos para asegurar un mayor número de candidatos al CORE electos, minimizando definitivamente el riesgo de candidatos electos con una votación alta y amenazante para los actuales parlamentarios. Pero además, igualmente importante, abriría mejores opciones a candidatos independientes, opción muy relevante y valiosa en un órgano de participación de la ciudadanía regional como es el CORE.



Ante estas evidencias nos preguntamos: ¿Qué estará pasando con los 34 Senadores y 88 diputados elegidos en las regiones?



Para tener un Chile que sea más CHILE para todos, es necesario que los representantes regionales actúen en el Parlamento como la amplia mayoría que son y fortalezcan el proceso de regionalización y descentralización en beneficio de todos los chilenos.



Nota: usted puede adherir a las reformas regionales en el siguiente sitio: www.conarede.cl/iniciativaciudadana



(*) Vicepresidente de CONAREDE.


  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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