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Educación Superior: Gobierno eliminó eje sobre regionalización


Durante el primer trimestre del presente año el Gobierno, a través del Ministerio de Educación, modificó su Política Pública de Educación Superior, eliminando de ella el eje sobre Regionalización o Fomento al Desarrollo Regional.



Hasta 2003 había mantenido cuatro ejes fundamentales de Política: El mejoramiento de la calidad de la educación superior en todos sus niveles; la igualdad de oportunidades que se expresa tanto en la equidad en las condiciones de acceso, como también de retención en el sistema universitario; la regionalización o fomento del desarrollo regional; y la internacionalización de la Educación Superior.



Lo hacía en la convicción de que: «Ellos son orientadores de la Política de Educación Superior y de los cambios que ella requiere, y que se relacionan directamente con los grandes objetivos que han inspirado a la reforma del sistema educacional en su conjunto:»



A partir de 2004, el Mineduc, con otra redacción, mantiene los ejes Calidad, Igualdad de Oportunidades e Internacionalización; pero eliminó el eje relativo a la regionalización o fomento al desarrollo regional.



Mientras mantuvo el eje regional, lo fundamentaba diciendo que:



«Las instituciones de Educación Superior aportan al país, cuando aportan a la región en que están insertas. Es muy importante que las personas de distintos lugares no tengan que viajar a Santiago para formarse, actualizar sus conocimientos o capacitarse en nuevas destrezas. Estas instituciones y en particular las universidades, deben contribuir a través del estudio de los problemas locales y la asesoría del sector público y privado al desarrollo económico, social y cultural de la zona, mejorando la confianza del sector productivo, para que las empresas puedan optar por ubicarse en la región porque confían en la calidad de sus recursos humanos».



Agregaba que: «Debemos ser capaces de distribuir equilibradamente, a lo largo de todo el territorio nacional, el progreso espiritual y material que las instituciones de educación superior son capaces de producir». Y aseguraba que: «La educación superior chilena puede hacer una gran contribución a la integración del país, contribución en que por precedencia histórica, cabe a las universidades regionales un papel pionero».



Nosotros, en anteriores columnas y artículos, habíamos valorado estos cuatro ejes, especialmente, la idea de entender la Educación Superior como fuertemente articulada con los objetivos de regionalización y descentralización de Chile.



¿Qué pasó? ¿El Gobierno cambió de opinión? ¿Se trata de una lamentable descoordinación? ¿El Ministro Bitar no cree en la Regionalización?, o ¿es que la riqueza de la Educación Superior de nuestras regiones no se ve desde Santiago «es» Chile?



Como quiera que sea, advertimos que un sistema de Educación Superior desconectado del proceso de regionalización y fuera de los mecanismos de fomento del desarrollo regional; terminará profundizando las actuales diferencias entre las regiones y personas allí radicadas, aumentando así la fuerte brecha de desarrollo existente entre ellas.



Para tener un Chile que sea más CHILE para todos, es necesario que la Educación Superior sea una efectiva palanca de la regionalización y su política pública debe incorporar con fuerza el fomento del desarrollo regional.





* Héctor Gaete es vicepresidente del Consejo Nacional para la Regionalización y Descentralización de Chile (www.conarede.cl).

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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