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La planetaria plaga de vinchucas


Hace un par de domingos hice referencia en estas mismas columnas a la debilidad que se observa en toda la situación medio-oriental, en particular después de la expedición libertadora y pacificadora del gobierno de los EEUU y un trio de aliados europeos, reducidos ahora a un par y no se sabe hasta cuándo, pues deben enfrentar jornadas electorales en la primera mitad de junio, con motivo de las elecciones del nuevo Parlamento europeo.



Lo que había comenzado como una simple lucha contra el extrremismo religioso de los Taliban de Afganistán y el sacar de sus madrigueras a los partidarios y miembros de Al Qaeda, devino en poco tiempo en un festival de bombardeos a la Mesopotamia, el derrocamiento de un gobierno hasta ese entonces reconocido y por ende legitimado por Naciones Unidas y una pérdida casi total de la multilateralidad en el ejercicio del Derecho Internacional.



Durante meses y por mas de un año se esgrimió el argumento de las famosas «armas de destrucción masiva» de las que dispondría el ahora preso Saddam Hussein, cuyo mayor aporte a la ciencia política planetaria fue inventar el término «madre de todas las batallas», devaluando el concepto mismo de maternidad hasta niveles de bajeza inimaginables y el de batalla hasta transformarlo en sinónimo de rendición y escape.



Sucedió en la zona algo bien parecido a lo que fue en nuestra criolla realidad la famosa batalla contra las «vinchucas», esos insectos que al comienzo eran como la patente misma de la pobreza y la marginalidad, hasta que un par de errores de la autoridad sanitaria las transformó en una democrática plaga que asoló a las mas variadas clases y barrios de nuestra capital. Tanto bombardear las cuevas de Bin Laden en la asiática Afganistán, hasta que los bichitos comenzaron a diseminarse por el planeta, hasta instalarse en la capital de España y en la más castiza Atocha, hasta generar una de las grandes tragedias qure ha vivido ese país hermano, después de la Guerra Civil.



Mas aún pareciera ser que las bombas de la Pax Americana han sido como esos malos raticidas que no hacen sino aumentar el apetito y la voracidadn de los roedores que se quiere eliminar; ya no se trata solo de controlar gobiernos pobres y hasta misérrimos como el afgano o el sudanés, sino que los dardos apuntan ni más ni menos que a la potencia petrolera mayor del mundo árabe, en este caso Arabia Saudita, cuyo ingreso per cápita está entre los mas altos del planeta, claro que por su similitud a Chile ese dinero no va a la población, sino a sus propios poderes fácticos que allá ostentan títulos reales y de príncipes, en número que haría suspirar a nuestras páginas de vida social.



Así, entonces, no solo se ha fortalecido el inicialmente raquítico movimiento religioso extremista y hasta se avanzan cifras de más de 18.000 combatientes, sino que además se está logrando debilitar al entero occidente mediante el mas rápido expediente, esto es aumentar los costos de la energía a niveles hasta ahora desconocidos. No solo ésto, sino que además se ha globalizado el miedo hasta niveles de paranoia tal, que nadie escapa al fichaje policial si quiere ingresar al territorio de los EEUU, hasta ahora definido como «cuna y bastión de la democracia».



Quizá lentamente se hará esto extensivo a otras realidades del mundo desarrollado y nadie nos dice que no veremos en la Francia de los derechos del hombre y el ciudadano, largas filas en aeropuertos, puertos y aduanas terrestres de gente que deberá sufrir la humillación de ser fichados y preparar de ese modo el camino para la existencia del Gran Hermano que anunció el genial Orwell, hace ya muchos años. Como es un trabajo largo y costoso, nada de raro tendría que se nos ponga un anillo o chip subcutáneo para indicar que se trata de personas que pueden entrar y salir de los lugares resguardados. Y es posible que se le permita a un loco desatado seguir haciendo daño impunemente.



Ha renunciado el jefe de la CIA, víctima primera de las fantasmales armas de Saddam que hasta ahora nadie encuentra, mientras su jefe, il capo planetario, toma un avión para ir a Roma y verse no solo con su amigo Berlusconi, sino hasta con el Papa, haciendo una doble pirueta electoral, pues Berlusconi lleva todas las de perder en las elecciones europeas y los católicos de EEUU también votan en las elecciones presidenciales norteamericanas, a celebrarse el próximo 4 de Noviembre.




  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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