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Cumbre de la APEC en Chile


La organización de la APEC ya recibió los 500 automóviles que trasladarán a las delegaciones de los países asistentes. Por otra parte, algunos rayados murales de extremistas políticos, las anunciadas manifestaciones en contra del evento y la discusión que comienza a generarse en cuanto a que nadie saque dividendos políticos internos de una situación beneficiosa para el país en su conjunto, dan cuenta de la cercanía de un hecho que será el más importante que se haya registrado en Chile en muchos años.



En efecto, los días 19, 20 y 21 del presente mes nuestro país será el anfitrión de la reunión anual de APEC, cumbre de líderes que se celebra por primera vez en un país de América del Sur y a la que se ha anunciado la asistencia de la mayoría de los Jefes de Estado de los 21 países integrantes, entre los que destacan los Mandatarios de Estados Unidos, Rusia, Japón, China, Canadá, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelandia, Singapur, Malasia, Tailandia, Brunei, Perú, México, Indonesia y Filipinas.



El propósito de esta organización internacional, que aglutina a los países ribereños del Pacífico, es el proceso paulatino de liberalización económica, de modo de llegar a una región con un arancel cero (o próximo a cero) entre el 2010 y 2020. Chile se ha comprometido a cumplir esta meta el 2010. Al mismo tiempo, se trabaja en diversos capítulos en los temas comerciales, flujo de inversiones y seguridad, con el objeto de lograr homologar prácticas y recomendaciones.



En este sentido, cabe destacar que las 21 economías miembros de APEC en conjunto representan más de 2.500 millones de personas, un PIB total de 19 billones de dólares y el 47% del comercio mundial. Representa la región de mayor dinamismo económico del mundo, generando cerca del 70% del crecimiento económico global en sus primeros diez años. De esta forma, no cabe dudas que el evento representa una gran oportunidad para Chile, que podrá mostrar su realidad, sus avances y sus capacidades ante las principales economía del planeta.



Al mismo tiempo, Chile ha podido y debido impulsar una Agenda propia que ofrecer a sus invitados, pero lamentablemente esta oportunidad se ha desperdiciado, ya que si bien la Agenda general no contiene mayores sorpresas y marcha de acuerdo al proceso, la Agenda-país ha estado totalmente ausente.



No se ha diseñado ningún programa especifico para los sectores de las pequeñas y medianas empresas o de las Nuevas Tecnologías, dos sectores donde Chile tiene mucho que hacer, derrochando la oportunidad de aprovechar la experiencia de países en que el tema PYMES es muy importante y, por lo demás, exitoso.



No debe olvidarse que China, Taiwán y Hong-Kong basan su poderío económico y su homogénea distribución del ingreso en una red muy fuerte de Pymes. En lo tocante a las Nuevas Tecnologías, si bien al inicio del actual gobierno se anunciaron grandes e intensos programas, que prometían poner a Chile en la vanguardia tecnológica de la Región, la acción del Gobierno se fue diluyendo en pequeñas iniciativas más o menos vistosas, pero sin resultados dignos de nota y, nos encontramos ahora que, según informes internacionales, es Uruguay el que ha aventajado a toda Latinoamérica en este tema.



Otra carencia de la APEC que se efectuará en Santiago es la ausencia de una iniciativa que incorpore una instancia parlamentaria al organismo. No nos olvidemos que son justamente los Parlamentos los llamados a aprobar o rechazar los acuerdos internacionales al interior de cada país y, por otra parte, ha quedado suficientemente demostrada la importancia de la globalización de las relaciones entre los Estados, a través de la llamada «diplomacia parlamentaria».



Pero la falta de una Agenda-país novedosa y consistente, si bien significará para nuestro país ver desaprovechada una oportunidad única como el Foro de la APEC, no desmerecerá la importancia de este evento internacional, que, más allá de los esfuerzos y manifestaciones públicas que realicen sus detractores, significará para Chile una ocasión para mostrarse como un anfitrión serio, seguro y acogedor para sus invitados, y una buena oportunidad económica para la oferta de los servicios de diversa naturaleza que demandará la organización.





Sergio Romero P. es senador.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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