Sin lugar a dudas el 2004 fue un año importante para la gestión medio ambiental de Chile. Se lograron grandes avances destinados a mejorar la calidad de vida de las personas, y a la preservación y el cuidado del patrimonio nacional del país. Sin embargo, también existieron dificultades, que representan una enorme oportunidad para perfeccionar y mejorar nuestro accionar en esta materia.
La disminución de las preemergencias en la Región Metropolitana, que pasaron de 37 en 1997, a tan solo dos durante el año pasado, constituye un gran logro del Plan de Descontaminación de la capital, que se verá fortalecido con otras acciones como la puesta en marcha del Plan Transantiago, las extensiones y nuevas líneas del Metro y la Ley de Bonos de Descontaminación.
La gestión de los residuos también exhibe avances importantes. Hoy, más del 60% de los residuos se disponen en rellenos sanitarios evaluados ambientalmente y que cumplen una serie de exigencias, mientras que en 1995 la totalidad de la basura se botaba en vertederos y basurales.
En este contexto, durante el 2004 se elaboró la Política de Gestión Integral de los Residuos Sólidos, que establece medidas concretas de corto plazo, además de una línea de trabajo para el mediano plazo. Asimismo, y tras casi una década de tramitación, desde el 2004 el país cuenta con el Reglamento sobre Manejo de Residuos Peligrosos.
En cuanto a los recursos naturales, el 2004 se aprobó un Plan de Acción de corto plazo (2004-2006) -con responsables, fechas y financiamiento-, para materializar la Estrategia Nacional de Biodiversidad, mediante la cual se busca garantizar la conservación de ecosistemas, especies y recursos genéticos de Chile.
Entre las acciones que el Plan contempla al 2006, destaca la generación de una Política Nacional de Áreas Protegidas, la protección oficial del 50% de los sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad, facilitar la valoración y uso de los espacios naturales por parte de la ciudadanía, así como la creación de una Red de Áreas Marinas y Costeras Protegidas, bajo un sistema de gestión público intersectorial.
Precisamente, el año pasado hemos cumplido con el compromiso de sumar la segunda Área Marina Costera Protegida: Punta Morro-Desembocadura del Río Copiapó, ubicada al sur de Caldera, en la III Región de Atacama.
Respecto al acceso a los espacios públicos y la integración de la comunidad, el 2004 el Sendero de Chile alcanzó los 1.000 kilómetros construidos, donde la ciudadanía podrá recorrer Chile, desde Visviri a Tierra del Fuego, a pie o en bicicleta, conociendo y disfrutando nuestro patrimonio natural y cultural, que además incluye un tramo submarino en la Isla Robinson Crusoe.
Por otra parte, a través de un Programa de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales, esfuerzo conjunto del Ministerio de Educación, CONAF y CONAMA, estamos potenciando la necesaria mirada a largo plazo en materia medio ambiental.
A través del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), se han evaluado y fiscalizado proyectos de inversión, a fin de que éstos resguarden las condiciones medio ambientales en los lugares en donde operan. Durante el año pasado se tramitaron 1.075 proyectos, por un total de US$ 2.307.815.
También hemos desarrollado un trabajo de sensibilización sobre le cambio climático. Fruto del trabajo conjunto entre el sector público y privado y según datos entregados por el Banco Mundial, Chile es actualmente el tercer mayor oferente de proyectos de Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) a nivel mundial, y de acuerdo con Point Carbon, el segundo mejor país para invertir a través de este mecanismo.
Sin embargo, los problemas que mostró el funcionamiento de la planta de tratamiento de aguas servidas La Farfana y la muerte y migración de cisnes de cuello negro en el Santuario Río Cruces, en Valdivia, nos cuestionan respecto a qué aspectos de la gestión ambiental se requiere optimizar para hacer más efectiva la compatibilización entre el desarrollo y la protección del medio ambiente.
Por ello, durante el 2005 priorizaremos las acciones orientadas a preservar nuestra biodiversidad, teniendo como marco el Plan de Acción; impulsaremos la tramitación de instrumentos normativos como la Ley del Bosque Nativo, el reglamento de Areas Silvestres Protegidas Privadas y el reglamento de Clasificación de Especies de Flora y Fauna. Concretaremos la creación de nuevas áreas protegidas y seguiremos avanzando en la construcción del Sendero de Chile. También reforzaremos nuestro accionar en la descontaminación del aire, agua y suelos.
Finalmente la Evaluación de Desempeño Ambiental de Chile de OCDE/CEPAL, constituirá un instrumento fundamental para contar con un balance de más largo plazo, con miras a establecer las bases para una nueva década de gestión ambiental.
Paulina Saball A. es la Directora Ejecutiva de Conama.
