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Chile en deuda con los tiburones


Sorprendido por las imágenes del corte de aletas de tiburón -llamado técnicamente -finning o aleteo- y con esa sonrisa que viene arrastrando desde que instalado en la Corfo se dedicó a terminar con los trabajadores del carbón, el subsecretario de Pesca de la administración de Lagos, Felipe Sandoval señaló a mitad de 2005, en el programa El Termómetro de Chilevisión, que el gobierno estaba trabajando un plan para proteger a estas especies que son capturadas sólo para comercializar sus aletas.



Ha pasado el tiempo, Lagos y Sandoval culminan sus mandatos con una situación de crisis en la pesca y los tiburones siguen siendo capturados de manera indiscriminada y devueltos moribundos al mar, sólo para satisfacer los paladares asiáticos. Qué nos queda por hacer entonces: seguir confiando en los compromisos o en proyectos que mueren esperando; seguir viendo como la pesca incidental del tiburón sigue afectado a este importante depredador tope que mantiene limpios de carroña nuestros océanos; o seguir con una costumbre de Chile: no asumir la responsabilidad que significa un cargo de gobierno y dejar que el tiempo lo borre todo.



Pero lo que más molesta es que desde 2004, el investigador de la Universidad Austral, Julio Lamillla ha venido desarrollando un proyecto financiado por el Fondo de Investigación Pesquera, el que contiene una serie de propuestas para reducir o limitar la captura y posterior corte de aleta, y que ya debería haberse puesto en práctica. Si bien no se plantea llegar a un «finnning cero», situación que si ha logrado Cuba y que otros países de América Latina ya empiezan a trabajar, de haberse implementado las propuestas del trabajo de Lamilla se habría reducido la captura y podríamos estar en un proceso de reconocimiento y aprendizaje mayor de las distintas especies de tiburones, quimeras y rayas que transitan por nuestras costas.



En este momento, se está desarrollando un taller en la costa pacífico de Sudamérica donde el profesor Lamilla da a conocer algunas de sus investigaciones respecto a tiburones. Sería una vergüenza que alguno de esos países aprueben su plan nacional de tiburones antes que Chile teniendo todo el trabajo, las herramientas y el apoyo de la comunidad científica para haberlo realizado antes en nuestro país. Esperemos no sea demasiado tarde para los tiburones.



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Antonia Fortt, ingeniero civil ambiental. Jordi Berenguer, periodista. Oceana, Oficina para América Latina y Antártica.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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