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Deficiencia y mala gestión en la salud bucal


Uno de los problemas de salud más comunes en la población es el dental. De hecho, el 90% de los chilenos sufre de enfermedades bucales. A pesar de la necesidad que existe de contar con una atención digna y eficiente, en Chile este tema ha pasado a un plano muy secundario.



Hasta 1990 no había en nuestro país ningún programa preventivo para evitar este tipo de dolencias. Aunque económicamente Chile se sitúe por sobre los países de Latinoamérica, la política de salud bucal ha establecido medidas «parche», con las cuales no se solucionan los grandes problemas que causan en las personas en no poder contar con una dentadura sana.



El alto costo que tienen además estas prestaciones ha generado que sean las atenciones de urgencia el método para recibir atenciones eficientes y a bajo costo. Por otra parte, los recursos que se destinan a esta área son muy escasos, por lo que las personas están constantemente posponiendo las visitas al dentista hasta que estas afecciones pasan a convertirse en serios problemas, a veces irreversibles.



Las cifras hablan por sí mismas: sólo el 27,8% de las personas cuenta con su dentadura completa; más del 25% de la población utiliza prótesis y, en promedio, la población chilena tiene 2,5 caries.



Con este panorama, resulta incomprensible la reciente decisión de las autoridades de Salud. Sin ningún tipo de aviso previo y a puerta cerrada, en la Posta Central se despidió a un tercio de los funcionarios que prestan atenciones de urgencia en este recinto ¿Qué significa esto exactamente?, que al menos 70 mil personas quedarán sin recibir una atención dental digna, y quienes puedan hacerlo tendrán que armarse de paciencia para conseguir una hora.



De un total de 18 profesionales, a partir del 1ÅŸ de marzo sólo 12 tendrán que atender la enorme demanda que existe por atenciones odontológicas en la Posta Central. Pero incluso antes de que se tomara esta medida, la situación de los servicios de urgencia era bastante precaria y el número de profesionales insuficiente.



A pesar de esta constante demanda, y de la necesidad de aplicar nuevas y mejores políticas para otorgar a la población una eficiente asistencia para mantener su salud bucal, se está reduciendo una persona de cada turno de urgencia -del total de 8 dentistas por turno que atienden en la Región Metropolitana- como medida para fortalecer otras áreas ¿pero cómo se puede debilitar algo que ya se encuentra en una situación bastante precaria? Con el despido de los 6 dentistas de la Posta Central se pretende contratar más personal para la Unidad de Cuidados Intermedios, sin reparar en las deficiencias ya existentes.



Las autoridades de Salud, antes de tomar este tipo de medidas, deberían informarse bien acerca de la situación actual de las asistencias de urgencia de la salud dental, que está de por sí sobrepasada. Resulta imprescindible que un país que quiere llegar al desarrollo para el 2010 sea capaz de otorgar y garantizar el bienestar de toda la población, porque serán finalmente los más pobres los que se verán más perjudicados por esta medida.



La salud dental es una necesidad básica. Por tanto, es deber del Gobierno promoverla y no privarla. El despido de estos seis profesionales resulta más que injustificado y corresponde a una medida que perjudicará a miles de personas que no podrán ver solucionados sus problemas de salud bucal.



Francisco Muñoz es vocero del gremio de dentistas de la Posta Central.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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