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Al rescate de sabidurías, cuidados y curas ancestrales


Un Estado que persigue el bienestar común de todos sus habitantes, no puede reducir las demandas de los pueblos originarios sólo a la restitución de tierras ancestrales. Cuando el año pasado el Presidente Lagos anunció los alcances de la Política del Nuevo Trato, plantó la piedra sobre la que será posible levantar una sociedad donde todos los grupos humanos puedan reconocerse ocupando un espacio propio y otro común.



Paso a paso, Chile avanza para hacer de esa idea una realidad. Las obras del primer hospital intercultural que se construye en la Novena Región, reflejan parte de la voluntad por reconocer la diversidad. Junto a autoridades sanitarias, el comité mapuche de salud, integrado por comunidades de la zona costera de La Araucanía, participó en el diseño de los 940 metros cuadrados destinados exclusivamente para el ejercicio de la medicina mapuche. Con una inversión que bordea los 10 mil millones de pesos, el centro asistencial entraría en servicio en enero de 2006 para atender a más de 100 mil usuarios de las comunas de Chol Chol, Nueva Imperial, Carahue, Puerto Saavedra, Teodoro Schmidt y Toltén.



En un mundo donde los cambios se suceden rápidamente, es vital responder con tecnologías y capacitación. Y en ese sentido, el Programa Orígenes -implementado desde el año 2001- representa un modo particular de ser y actuar de la institucionalidad pública. Es diferente a otras intervenciones fiscales porque, como producto estratégico de la Subsecretaría de Mideplan, acentúa y complementa el trabajo intersectorial en el tema indígena. Una de las cualidades que definen su particularidad, es la capacidad de formular procedimientos de intervención y gestión que persiguen la incorporación de las comunidades originarias al quehacer y desarrollo del país.



Orígenes tiene sentido y razón de ser porque reconoce que trabaja con personas y culturas. En vez de abordar comunitariamente su misión, la institución ha identificado más de 40 Planes Territoriales de Desarrollo que reúnen a casi 3 mil familias y han permitido rescatar en el área de salud, por ejemplo, la red de parto aymara en Iquique, el Centro de Salud Intercultural de San Pedro de Atacama y espacios acondicionados para la atención de machis y componedores de huesos en Tirúa y La Araucanía.



De hecho, a través de su componente de Salud Intercultural, la institución se instala como un aporte a la conservación y fortalecimiento de las prácticas ancestrales. Orígenes ha devuelto a las comunidades el valor del ser indígena gracias a talleres de conocimiento, recolección y manejo de hierbas en las comunidades de la IX región o a la realización de 216 proyectos locales de adquisición de remedios, carpas y equipamiento para la atención sanitaria durante las veranadas (arreo y cuidado de ganado en las montañas durante el estío), en las localidades pehuenche de Trapa Trapa o Callaqui en el Alto Bío Bío.



La recién inaugurada Casa para la Buena Salud, junto al Hospital de Lanco, en la Región de Los Lagos, constituye un buen modelo de experiencia intercultural impensable hace algún tiempo, pero ahora viable debido a la disposición a conversar y cruzar metas en forma integrada. El consultorio mapuche es un logro tanto para Orígenes como para el Servicio de Salud Valdivia y las nueve comunidades que decidieron unir sus recursos individuales en pos de una inquietud común que beneficia tanto a indígenas como a no indígenas.



Con el propósito de mejorar la situación de la salud de la población originaria, ampliar su acceso a los servicios públicos y eliminar las barreras culturales, el componente ejecutó a diciembre de 2004, 272 proyectos. En conjunto con el ministerio de Salud, Orígenes entregó equipamiento e infraestructura a los servicios de salud establecidos, implementó espacios con pertinencia cultural en postas y consultorios, y apoyó el oficio de cultores y especialistas en medicina indígena.



Producto de esa labor y de la reflexión interna de las propias comunidades, a fines de 2003 se constituyó la Asociación de Meicas Lawentufe de Lago Ranco, única en su género a nivel nacional. La agrupación, que reúne a parteras, ngulanchefes, lonkos y meicas de la zona, busca preservar y promover el desarrollo de la cultura y valores propios del pueblo mapuche, además de generar un sistema de conocimiento y atención de la medicina ancestral que beneficie a toda la población.



Hoy, el consejo trabaja en la implementación de huertos medicinales al interior de las comunidades y en un laboratorio para procesar hierbas y plantas bajo los resguardos sanitarios vigentes en la legislación chilena. La idea es que en un futuro cercano, la asociación sea la base de un modelo de atención de salud intercultural que combine los conocimientos y prácticas ancestrales del cuidado de la salud, con las nuevas tecnologías y tratamientos existentes en la medicina occidental.



Tras quince años de política indígena, existe la voluntad y la confianza de creer en las fortalezas de los pueblos indígenas y en sus capacidades para asumir grandes desafíos. Nuestra tarea es reconocer y dignificar esas potencialidades y conocimientos, y recogerlos como una oportunidad de construir nuevos espacios de integración.





Enzo Pistacchio S./Secretario Ejecutivo Programa Orígenes.














  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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