La mayoría de las mujeres suelen acudir al médico, preguntando o relacionando la píldora con algún efecto negativo que ésta produce, por lo que prefieren no utilizarla más.
Si bien actualmente sigue existiendo poca amistad entre la mujer y la pastilla, producto de posibles efectos secundarios que afectan su calidad de vida, tales como la retención de líquido, los cambios de peso, la tensión mamaria, la pérdida del deseo sexual, los dolores de cabeza y los cambios en el estado de ánimo, dicha distancia ha tendido a desaparecer en los últimos 2 años.
Hoy, la píldora es uno de los métodos de planificación familiar más aceptado y utilizado por las mujeres. Su mecanismo de acción no ha variado a lo largo del tiempo, pero sí se han realizados mejoras sustanciales, como la reducción de la dosis del componente estrogénico de la píldora (etinilestradiol), y del componente progestacional.
Uno de los últimos descubrimientos se encuentra en la drospirenona, progestágeno que gracias a la acción antimineralocorticoide y antiandrogénica de esta molécula, la más parecida a la progesterona que produce la mujer en sus ovarios, influye positivamente en su bienestar físico, psicológico y emocional.
La drosperinona asociada al etinilestradiol representa un nuevo concepto en anticoncepción; es la única progestina sintética que asemeja todas las acciones de la progesterona natural: acción antimineralocorticoide, antiandrogénica y progestacional. Esto se traduce en beneficios adicionales en la mantención del peso corporal, en los síntomas relacionados a la retención de agua, como la tensión mamaria y en el síndrome de tensión premenstrual. A su vez posee efectos antiandrógenicos que benefician la piel (específicamente para tratar el acné leve a moderado y la seborrea), el cabello y el perfil de lípidos.
Los anticonceptivos orales de bajas dosis son muy fáciles de tolerar. Esto significa que la mayoría de las mujeres no sufre de efectos secundarios al tomar la píldora. O en caso de que se presenten, normalmente desaparecen después de acabar las tres primeras cajas.
Es importante destacar también que la drospirenona ejerce un efecto en todos los aspectos relacionados con la tensión premenstrual tanto en el plano físico como en el emocional.
Su influencia en el síndrome premenstrual resulta en efectos positivos sobre los aspectos emocionales como son la sensación de soledad, tristeza, tendencia al llanto, cambios de humor, irritabilidad e inquietud.
Dr. Manuel Parra Armendáriz. Profesor Asistente de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Chile.
