Como representante del Senado de la República, me correspondió participar recientemente en la Segunda Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamentos, cita organizada por la Unión Parlamentaria Mundial que se celebró en el edificio de Naciones Unidas en Nueva York y que fue convocada como recordatorio de la reunión efectuada en el año 2000, con ocasión de la Asamblea del Milenio.
El resultado del encuentro, que básicamente apuntó a conocer la contribución de los Parlamentos en el fortalecimiento del sistema multilateral, de la democracia y del desarrollo, me ha dejado con una agradable sensación, pues junto al Presidente de la Cámara de Diputados, Gabriel Ascencio hemos constatado que el Congreso Nacional de Chile marcha en el rumbo correcto.
El fortalecimiento de la transparencia y la participación ciudadana son temas que hoy están en la agenda de prioridades de los 130 parlamentos que estuvieron representados en Nueva York. De ahí que complace darnos cuenta que Chile está en la línea de avanzada en ese sentido.
Prueba palpable de que el parlamento chileno ha adoptado una política de puertas abiertas es el notable avance en el uso de Internet que el Congreso ha priorizado para llegar a la ciudadanía, ya que hoy, sólo por medio del Periódico Electrónico del Senado, llegamos a 130 mil usuarios.
Así, provoca orgullo que, cuando en el encuentro internacional se hablaba de la necesidad de implementar herramientas virtuales para que el ciudadano pueda saber del desempeño de sus parlamentarios y de los proyectos en tramitación, hayamos podido decir que el Congreso Nacional ya incorporó las herramientas tecnológicas para acercar su quehacer a las personas.
La misma satisfacción nos invade al relatar la experiencia de Chile en la tramitación de las reformas constitucionales, cuya aprobación por parte del Parlamento fue la prueba más firme de que nuestra Corporación es el lugar llamado a concretar los grandes acuerdos.
Las reformas a la Carta Fundamental también reafirmaron la voluntad de nuestro Parlamento de terminar con el concepto de «caja negra» al que se asimilaba la actividad legislativa, ya que ha sido una de las primeras instituciones en acoger el mandato constitucional que señala la calidad de públicos de los actos y resoluciones de los organismos del Estado.
Y es que tenemos conciencia que debemos llevar a la práctica el salto cualitativo que nuestras democracias requieren, consistente en pasar desde un estilo «formal», centrado en la participación ciudadana, a una democracia de fondo, sólida, con altos niveles de transparencia y participación, no sólo en las elecciones, sino que en la fiscalización y en la toma de decisiones.
Las conclusiones de la reunión parlamentaria celebrada en Estados Unidos, sin duda, constituirán un desafío para los Jefes de Estado que asistan a la cumbre que se realiza entre el 14 y el 19 de Septiembre en Naciones Unidas.
Los Congresos no pueden ni quieren estar al margen de los asuntos multilaterales y, asimismo, han demostrado la contribución efectiva que pueden hacer en aras del fortalecimiento de la democracia, la promoción de la paz y del desarrollo.
Quisiera concluir este comentario, de acuerdo a la fecha que estamos viviendo, deseándoles a todos, de corazón, unas Felices Fiestas Patrias.
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Sergio Romero Pizarro es presidente del Senado
