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La unidad es lo más preciado que tenemos


He tardado varios días en dar mis apreciaciones al artículo publicado por Manuel Riesco, titulado pomposamente: «El Juntos Podemos y la Segunda Vuelta» y digo pomposamente, pues ya el título muestra con nitidez la intencionalidad del artículo. Efectivamente, Manuel se arroga para sí la representación del PODEMOS olvidándose que esta construcción colectiva no es propiedad de ningún sector ni menos de alguna persona en particular.



Decía que he tardado varios días en dar mis apreciaciones al artículo en cuestión, pues debo confesar que, en primera lectura, me sorprendieron los conceptos expresados. Pensé que se habría redactado bajo las pasiones propias de días complejos, pensé que había sido redactado sin la aparente reflexión que trasuntaba de la cuidadosa redacción y esperé que las aguas se aquietaran a fin de conversar con la serenidad propia y necesaria para analizar momentos complejos.



Había pasado una semana de mi primera lectura cuando, sorpresivamente, suena mi celular y escucho la voz de Manuel, con un tono festivo y alegre me señala que ahora que todos ya habían tomado su posición respecto de la segunda vuelta, era el momento de conversar y, que más allá de las diferencias, los afectos se mantenían y que había mucho que hacer por delante.



Debo confesar que no entendí nada, pues todavía recordaba uno de los párrafos más complejos de sus documentos donde acusaba irresponsablemente (sí, esa es la expresión exacta): «No está de más recordar, por lo demás, que mientras eran excluidos y demonizados (los sectores de izquierda), durante los primeros años de la transición, el PH colaboró entusiasta y eficazmente en esta faena».



Cuando le señalo mi extrañeza por los conceptos expresados y por su llamada, la respuesta fue: «No te preocupes, esos son juicios políticos que hay que hacerlos y es mejor hacerlo cara a cara». Fue en ese momento cuando recordé a Condorito y se me vino a la cabeza su famosa interjección Ä„Ä„Ä„PLOP!!!.



Hacerlo cara a cara significa, para mí, una conversación, un diálogo político, donde en la intimidad de esa conversación o reunión uno plantea un juicio mirando los ojos del otro, mirando la cara del otro y dispuesto a que el otro pueda dar sus fundamentos o sus contraargumentos. Obviamente, con ese artículo no hubo espacio para rebatir ni para contraargumentar y sin pedir parecer alguno, fue distribuido profusamente en diversos medios de comunicación.



Siempre he sabido que es mejor parecer ingenuo que mal intencionado y luego de la conversación telefónica, pensé que había que esperar unos días más. Lo importante es mantener la unidad, debemos evitar que palabras saquen palabras ni menos hacerles el juego a los sectores que ven en esta coyuntura la posibilidad de romper este hermoso pacto.



Lamentablemente, los días pasaron y Manuel -más que reflexionar- aparece con nuevas declaraciones reafirmando los conceptos vertidos. Por tanto, me parece que es el momento y la oportunidad de hablar.



Lo hago desde la perspectiva de que la unidad generada es lo más preciado que tenemos. Lo hago con la convicción del llamado a votar nulo, pero con la comprensión de aquellas colectividades o personas que tienen otra opción, es decir, este escrito no tiene como objetivo fundamentar mi opción por el Nulo ni tampoco convencer a nadie de mi opción.



El objetivo es simplemente corregir la ignorancia de Manuel respecto de algunos temas por él planteados. Y digo ignorancia, sabiendo que Manuel es una persona muy informada, pero quiero pensar (con el riesgo de la ingenuidad) de que en estos temas hay ignorancia, pues sino tendría que concluir que hay mala fe y no quiero llegar a esa conclusión.



Lo primero que quiero aclarar es que el Pacto Juntos Podemos tiene una historia de más de dos años, que comienza con las primeras conversaciones por allá en las marchas contra la Guerra de Irak, durante el verano del año 2003, que se continúan con decenas de reuniones formales que comienzan en junio del 2003 y que cristalizan el 13 de Diciembre de ese año, con la firma del documento fundacional del PODEMOS.



Todo este proceso fue un proceso complejo, fue un proceso lento, de muchas discusiones internas en cada uno de los partidos y, obviamente, de muchas discusiones entre los distintos partidos.



Luego de la firma del documento fundacional vino un fuerte trabajo de construcción, ese trabajo de base, ese trabajo anónimo, alejado de las cámaras y las luces de la TV. Fue un trabajo donde tuvimos la oportunidad maravillosa de recorrer todo el país, de reunirnos con la militancia de base, de reunirnos con sindicatos, juntas de vecinos, uniones comunales y miles de luchadores sociales independientes.



Todas estas reuniones se realizaron en locales con poca luz, con ventanas sin vidrios por donde se filtraba el frío o la lluvia, en locales sin baños, en reuniones donde nos sentábamos en bancas de madera y no en mullidos sillones.



En esas reuniones fuimos tejiendo esta construcción y lo fuimos haciendo con la paciencia de quien sabe que teje el abrigo que cobijará a nuestro pueblo, que vestirá la desnudez y el desamparo de los millones de marginados. En este tejido estuvimos muchos, estuvieron los compañeros comunistas, de la IC, del IS, MIR, PC(AP) y por cierto, mis amigos humanistas y tantos otros.



En todos estos encuentros eran numerosas las personas que emocionadas nos agradecían por la construcción que estábamos haciendo, eran numerosos los ojos húmedos que nos suplicaban por favor, que no jugáramos (una vez más) con sus esperanzas.



Obviamente en estas reuniones no estaba la TV ni el Mercurio yÂ…. tampoco Manuel.



Vinieron las municipales de Octubre del 2004 y con ello ese primer pequeño gran triunfo: el PODEMOS antes ignorado, aparecía ahora como un nuevo actor político, los medios que antes nos ninguneaban, ahora nos seguían para conocer nuestra posición.



Y este pequeño gran triunfo fue el resultado del trabajo anónimo de miles de personas, de miles de voluntarios que recorrieron miles de casas repartiendo un volante fotocopiado, robándole el tiempo a sus pegas o familias.



Ese pequeño gran triunfo es de los más sencillos, de los más humildes que hicieron su trabajo alejados de toda fanfarria y de toda cámara de TV.



Pero, lo más importante fue que durante todo este proceso fuimos siendo capaces de construir un nuevo estilo de hacer política, fuimos capaces de (re)construir confianzas, fuimos capaces de conocernos unos a otros y fuimos capaces de entender ese sordo clamor del pueblo exigiendo unidad.



Y ahí asumimos un nuevo desafío, nos comprometimos a llevar candidato único, lista parlamentaria común y un programa de gobierno. Nuevamente la prensa se cerró. Nuevamente fueron arduas las reuniones entre las dirigencias y las reuniones en comunas y regiones. Nuevamente recorrimos el país y no lo hicimos de hotel en hotel, lo hicimos de Junta de Vecinos a Sedes Sindicales y nuevamente tuvimos la ausencia de los focos, las cámaras y la TV y esta vez Â…tampoco estaba Manuel.



Hicimos el intento de ampliación, varias otras organizaciones que no estaban en el PODEMOS se acercaron con la finalidad de integrarse, al menos, al pacto electoral.



Las discusiones fueron complejas y acaloradas. EL PC y el PH hicieron todos los intentos para que La Surda y Fuerza Social se integraran y las demás fuerzas políticas del PODEMOS tuvieron la comprensión de estos esfuerzos y no tensionaron el pacto ni tampoco hubo acusaciones de ninguna especie.



Pero, obviamente, los que no querían estar no estuvieron. Luego de aceptar TODAS las condiciones planteadas por la Surda y Fuerza Social, éstos simplemente nunca más volvieron a reunión alguna.



Llegamos al 5 de Junio, llegamos al Diego Portales repleto de gente, repleto de banderas y lienzos. Ahí estaban todos los amigos que conocimos en nuestras giras, ahí estaban los rostros curtidos por el sol de los trabajadores, ahí estaban los rostros sonrientes de mujeres que conocimos en las sedes vecinales, ahí estaban los jóvenes con mirada de futuro y Â…no recuerdo haber visto a Manuel. En realidad, sólo poco tiempo antes de la inscripción de las candidaturas, por ahí por Agosto pasado, vi aparecer a Manuel.



En todo este relato, simplemente, quiero señalar que Manuel no conoció de cerca todo el proceso del PODEMOS, no conoció de cerca el proceso de reconstrucción de esperanzas ni confianzas, no vio de cerca la mirada esperanzadora de miles de luchadores sociales.



No estoy planteando que sea un aparecido, sé de sus aportes y sus luchas de hace 15 años atrás, conozco su aporte intelectual al tema previsional y lo valoro mucho. Quiero señalar solamente que alguien que no ha estado en este proceso de construcción no puede ni debe arrogarse una representatividad y una legitimidad que no tiene.



Seguramente, como le escuché en varios de sus discursos como candidato, su ausencia de la actividad política en los últimos 15 años le hace cometer errores y lo hace equivocarse. Creo que Manuel intenta traer al PODEMOS prácticas políticas de hace 15 años atrás sin conocer el estilo, la forma y la praxis que el PODEMOS ha ido construyendo.



Cuando Manuel habla del único candidato con posibilidades de ser elegido el año 89, omite decir que ese único candidato se llamaba Manuel Riesco, por tanto puedo inferir que ese juicio está teñido por frustraciones personales y desde esas frustraciones saca conclusiones políticas absolutamente alejadas de la realidad.



Cuando afirma lo ya señalado, acusando al PH de «colaborar eficazmente en la exclusión y demonización de la izquierda», desconoce el gesto audaz que tuvo el PH, el año 91 (cuando aún estábamos en la Concertación), de incluir en la conducción política de la única alcaldía que hemos tenido, al Partido Comunista y otros partidos de izquierda. Ahí hicimos un lindo trabajo junto al abogado Eduardo Contreras, Gastón Quezada y otros amigos del Partido Comunista. Y lo hicimos sabiendo que nuestros senderos tenderían a converger. Lo hicimos sin pedir nada a cambio y en un gesto de construcción de futuro.



Cuando Manuel responsabiliza a Tomás Hirsch y al Partido Humanista, » quienes la noche misma de la elección, en contra de la opinión de la mayoría de los miembros del conglomerado, asumieron unilateralmente la posición de anular su voto en segunda vuelta, desahuciando en los hechos el pacto frente a esta decisiva coyuntura electoral «, desconoce las bases fundacionales del PODEMOS firmadas por todos los partidos y agrupaciones que conforman el PODEMOS y que dice en su artículo 6to, a la letra: » Por cierto y en relación a todo lo anterior, nos ubicamos también en abierta oposición a la derecha y los partidos de la Concertación, responsables del actual modelo político, social y económico. Consecuentemente con ello, quienes integramos este Movimiento, no aceptaremos pactos o alianzas de ningún tipo con tales referentes, en cualquiera de sus expresiones políticas, lo que consideramos necesario para dar señales inequívocas y coherentes a quienes aspiran a reemplazar radicalmente al sistema que hoy nos rige».



Pero lo más grave es que señale que se actúo en contra de la opinión de la mayoría de los miembros del PODEMOS. Esto está absolutamente alejado de la verdad pues, en realidad, son mucho más de la mitad de las 58 organizaciones integrantes del PODEMOS las que han señalado su opción por el NULO.



Por otra parte, Manuel debió haber escuchado las más de 700 declaraciones de Tomás durante la campaña en donde dijo exactamente lo mismo que dijo el día 11 de Diciembre. Respecto de esto, es bueno precisar que las únicas observaciones que se hicieron a estas declaraciones por algunos dirigentes políticos del PODEMOS fueron en torno a la oportunidad de referirse a la segunda vuelta antes que se produjera la primera, y nunca se cuestionó el fondo de las declaraciones de Tomás respecto al voto NULO.



Cuando Manuel plantea que, » con el llamado al voto Nulo realizado por Tomás, interpretó el estado de ánimo de todos los militantes y la abrumadora mayoría de los electores de Juntos Podemos Más -incluido por cierto el suscrito-, quienes sienten una grande y muy justificada rabia y resentimiento frente a la Concertación.» La verdad es que se equivoca. Nuestra posición no deviene de estados tripales ni de rabias ni menos de resentimientos. Nuestra posición deviene de la constatación lógica y fundada que los gobiernos de la Concertación tienen un discurso «progre», pero sus medidas políticas, económicas y sociales favorecen a los grandes grupos económicos y perjudican a millones de personas. Que sólo en momentos de apuro electoral se acuerdan de la existencia de la izquierda y una vez superadas esas emergencias hacen todo lo posible para su desaparición y, como dice el propio Manuel, su demonización.



Ahora bien, en la afirmación señalada anteriormente, se percibe un tufillo de menosprecio a la labor del militante. Se trasluce una mirada de utilización mecánica de la militancia, como si la militancia no importara, como si el trabajo anónimo y voluntario de estas miles de personas no importara, como si el tiempo robado a sus pegas y familias por los militantes para dedicarse a la construcción de este proyecto no valiera. No importa lo que digan los militantes, éstos cual gomero sin cerebro, sólo deben acatar las decisiones de quiénes sí tienen cerebro.



Por el contrario, nuestra mirada es de respeto profundo por los militantes y no me refiero sólo a los militantes del PH, me refiero a todas esas miles de personas, pertenecientes o no a una orgánica, que han puesto lo mejor de sí en esta construcción, que han abrazado esta causa, que la han hecho suya, personas que sin su aporte nada se podría haber hecho.



Consecuentemente con esto, les aseguro a ellos personalmente que la directiva del PH que encabezo, se jugará por entero para consagrar la más amplia unidad que nos permita hacer realidad el proyecto de futuro del Pacto Juntos Podemos y debemos entender que esta transitoriedad no debe gatillar descalificaciones de ningún tipo entre los militantes que han sido protagonistas de esta construcción. Siempre hemos valorado la diversidad que representa el PODEMOS, pues bien, hoy tenemos que esta diversidad se refleja en posiciones distintas acerca de la segunda vuelta.



Insisto que mi ánimo de escribir estas palabras no es para legitimar una opción por sobre la otra, es simplemente rebatir los conceptos equivocados de Manuel expresados en su documento con fecha 23 de de Diciembre.



A diferencia de la sugerencia de Manuel de que Tomás «se tome unas vacaciones», yo me atrevo a sugerirle a Manuel que reflexione, que se informe y que conozca de cerca esta construcción.



Manuel tuvo unas vacaciones políticas de más de 10 años y sólo hace unos pocos meses se subió a la micro, por tanto no es el más indicado para sugerir vacaciones ni para afirmar quien se baja de la micro ni mucho menos aconsejar lo que hay que hacer. Antes de eso hay que ponerse al día.



Haciendo un símil con el desarrollo de la informática en los últimos 15 años, hay que hacer un up grade desde el D.O.S al Windows XP o, mejor aún, al LINUX, que es una construcción colectiva, gratuita y libre de virus.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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