Publicidad

La planilla Excel y Codelco


En 1994, la comisión de la Cámara de Diputados creada para analizar las pérdidas de cerca de US$ 170 millones por parte de Codelco en los mercados de futuro del cobre escuchó, de boca de J.P. Dávila, autor de estas pérdidas, que ellas se produjeron porque programó en la planilla Excel la tecla de los signos «menos» en lugar de la tecla de los signos «más». Lo insólito fue que muchos parlamentarios y medios de comunicación creyeron que la «errada» maniobra en la planilla Excel había sido la causa de las millonarias pérdidas de Codelco.



Al parecer, Codelco sigue utilizando la misma planilla Excel de Dávila en el acuerdo con la empresa china Minmetals. Sólo así puede hacer aparecer como un negocio con signo más, lo que en los hechos es un signo menos, y un pésimo negocio con enormes pérdidas para Codelco, y el país en general. ¿Por qué?



En primer lugar, el acuerdo es innecesario. Contrariamente a lo que se ha dicho, Codelco no necesita financiamiento por US$ 15 mil millones para aumentar su producción de cobre a 3 millones de toneladas anuales. Y la razón es muy simple: no necesita aumentar su producción para aumentar sus utilidades. Y este es el primer error de la planilla Excel del Sr. Villarzú, o quizás del Sr. Eyzaguirre.



Codelco aumentó sus utilidades de US$ 373 millones el 2001, a US$ 3.301 millones el 2004, y a más de US$ 5 mil millones el 2005, prácticamente sin aumentar la producción. Y la «multiplicación de los peces» se logró gracias a un importante aumento del precio del cobre, precisamente porque la producción chilena de cobre había disminuido de un crecimiento promedio anual de 423 mil toneladas anuales, entre 1995 y 2000, a solamente 101 mil toneladas anuales de crecimiento, entre el 2000 y el 2003.



Corto y conciso: el incremento de las utilidades y del valor de Codelco se logra, fundamentalmente, gracias a un alto precio del cobre. Y para que así ocurra en una demanda mundial normal, en ningún caso la minería cuprífera debe aumentar su producción. El Sr. Villarzú lo sabe mejor que nadie, puesto que, para incidir en un aumento del precio del metal rojo, el 2002 sacó del mercado 200 mil toneladas. Por esta razón, Codelco, que aporta un tercio de la producción chilena, y 18% de la producción mundial de cobre, debiera dar el ejemplo en no iniciar la escalada sobreproductiva, que tanto daño le provocó a Chile durante los años ’90. En consecuencia, no tiene justificación económica el querer aumentar la producción de Codelco a 3 millones de toneladas. Y, por la misma razón, Codelco no necesita del acuerdo con Minmetals para obtener un financiamiento extra para una producción que no debe aumentar, ni menos aún se justifica poner en explotación el yacimiento Gaby.



Es segundo lugar, es un pésimo negocio vender por adelantado casi un millón de toneladas, prácticamente a la mitad del actual precio del cobre. Y en el acuerdo con Minmetals, Eyzaguirre y Villarzú volvieron a errar en el teclado, porque se hace aparecer como ganancioso lo que, con una simple calculadora o lápiz y papel, arroja cuantiosas pérdidas para Codelco y, por consiguiente, para todos los chilenos.



Con este acuerdo, Codelco recibirá este año US$ 550 millones por entregar, durante 15 años, 55.700 toneladas anuales de cobre; es decir, un total de 835.500 toneladas. Al precio actual (US$ 2 la libra), el valor de esas 835.500 toneladas alcanzaría a la no despreciable suma de US$ 3.683 millones. Y Codelco -en este «pingüe» negocio- recibirá un avance de US$ 550 millones, lo que equivale a US$ 658 por tonelada ó 0,30 dólares por libra de cobre. Al momento en que se vayan entregando las 55.700 toneladas por año, Codelco recibirá otros 0,50 dólares por libra, con lo cual se estaría finalmente vendiendo a solamente US$ 0,80 la libra. Codelco argumenta en su favor, que recibirá por adelantado US$ 550 millones, lo que proyectado a una tasa de retorno de 8,3% (casi el doble de la de mercado) se alcanzaría un precio de largo plazo de US$ 1,03 la libra y, en ese caso, Codelco recibiría por esas 835.500 toneladas de cobre, la suma de US$ 1.896 millones. Exactamente la mitad del precio actual del cobre.



Todas las variables resultan sospechosas desde el caso Dávila. Nunca se supo a dónde fueron a parar los US$ 170 millones extraviados en los mercados de futuro. Pero en el caso de Minmetals, donde casi US$ 2 mil millones en valor presente que pierde Codelco, parecieran destinados directamente a las manos de Minmetals y del Estado chino. ¿Con qué objetivo? ¿Es acaso el precio que se debía pagar para obtener un TLC con China y que se hizo en beneficio exclusivo de los grandes exportadores de fruta, salmón, vino, y otros productos básicos o materias primas, que ni siquiera incluye al cobre?



El TLC con China en nada favorece al cobre, puesto que China -con o sin TLC- está obligada a comprar el cobre chileno, porque no existen otros productores que puedan satisfacer las enormes necesidades chinas; Por otro lado: ¿Acaso China tenía un enorme interés en firmar un TLC con Chile? No, puesto que el mercado chileno es, para la industria china, la nada misma. Entonces, para abrir el mercado chino a las empresas exportadoras de productos básicos, principalmente extranjeras, tuvimos que hacer el acuerdo con Minmetals, perdiendo casi dos mil millones de todos los chilenos.



Usar bien la planilla Excel no consiste en vender más concentrados o cobre refinado a China. Con simple lógica, los Srs. Villarzú e Eyzaguirre deberían haber aprovechado el enorme mercado chino para darle valor agregado a la producción de cobre, creando en Chile grandes manufacturas de cobre en joint venture de 50 y 50% con Minmetals, para producir la más variada cantidad de productos de cobre para el mercado mundial, teniendo como soporte el enorme mercado chino.



Para acuerdos de este tipo, no se necesita siquiera una planilla Excel, sino simplemente tener en Chile la libertad para tomar decisiones económicas en beneficio de toda la nación, y no sólo de grandes grupos extranjeros.



_______



Julián Alcayaga. Economista y presidente del Comité de Defensa y Recuperación del Cobre.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias