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Evo Morales: Para conocerte mejor


Evo Morales promete una nueva relación entre el Estado y los ciudadanos de Bolivia. Pero no sólo eso: su elección conmina a Chile a reflexionar acerca de nuestros miedos, y nuestra historia.



Recordemos el trato que le brindamos como país cuando una conocida ONG ambientalista le extendió una invitación a Chile. Lo juzgamos como cocalero, antichileno, nos alarmamos por algunas declaraciones descontextualizadas. No había nada de fondo, pero utilizamos todas las armas políticas en su contra. Poco antes yo había visitado Bolivia para la repatriación de los chilenos que lucharon con el Che en Sierra Maestra, y me asombró cómo un hombre sencillo y legítimo líder de su pueblo, puede provocar tantos temores. ¿Tan débiles nos consideramos que ante la presencia del otro, que corremos despavoridos hacia la fácil indignación y la incomprensión?



En Chile hay 40.000 aymara entre la primera y la segunda regiones. Son 11.000 en la Región Metropolitana. No obstante, reaccionamos como si los aymara no existieran en Chile. De hecho, así pareciera: En el Gobierno central, tenemos un solo representante del mundo aymara, el Subsecretario de Guerra Gabriel Gaspar. Lejos de ser un peligro para la seguridad nacional, los aymara chilenos son familiares de muchos de los aymara bolivianos. Las fronteras nacionales no evitan que el Coyasuyo, la patria aymara, sea cultural y familiarmente una sola. La Wiphala, la bandera andina multicolor que ondea en la Bolivia indígena que llega al poder, es la misma de las fiestas y celebraciones andinas de Chile. Es el símbolo de la hermandad entre pueblos de raíz común.



Lejos de todos esos temores, debemos reconocer que nos hemos equivocado. Que el cocalero que perseguimos y rechazamos ahora será bienvenido en Chile como un legítimo líder democrático: el Presidente de la República de Bolivia. Nos queda, como gesto de disculpas, la intención y los esfuerzos necesarios para conocerlo mejor. En marzo lo tendremos con nosotros, y no les quepa duda que como Senador electo, le daré la misma bienvenida que me prodigó en enero de 2004. Haré todos los esfuerzos para que Evo sea recibido en el Congreso Nacional, y así, derribar los mitos, los prejuicios, y todas las mentiras que le han dirigido. Tenemos el deber y la responsabilidad de conocerlo mejor, en reciprocidad (concepto fundamental de la mentalidad aymara) y mutuo respeto. Y también es la hora de aceptar nuestro error con humildad.



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Alejandro Navarro Brain. Diputado. Senador electo por la Octava Costa.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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