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Día del Medioambiente: nada que celebrar


Cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medioambiente, fecha clave para quienes trabajamos diariamente por el desarrollo sustentable. Por lo tanto, me permitiré hacer una reflexión sobre los principales problemas y desafíos medioambientales que presenta actualmente nuestro país, a los cuales espero que el nuevo Gobierno dé una respuesta iniciado, en el breve plazo, la tan urgente y necesaria reforma ambiental.



La situación ambiental de Chile debe ser evaluada en el contexto de su modelo de desarrollo y su integración a la economía global. En las últimas décadas, en nuestro país se han intensificado los procesos de deterioro ambiental en virtud de un mayor crecimiento económico y nuevos patrones de consumo, así como del intenso proceso de metropolización, la gestión insustentable de recursos naturales y la generación de residuos, lo que finalmente ha significado una intensificación del deterioro de los ecosistemas y de los recursos naturales renovables y el agotamiento de los no renovables.



El Chile de hoy se caracteriza por crecientes conflictos ambientales en torno a proyectos -tal es el caso de Celco, Pascua Lama, Hidroeléctricas de Aysén, etc.- y a usos del territorio; la contaminación de los centros urbanos; la presión sobre los recursos naturales; el daño al patrimonio natural y a ecosistemas de invaluable valor para todos.



Para enfrentar estos problemas ambientales de una manera integral, Chile requiere realizar una profunda reforma a nuestra institucionalidad ambiental. Este es, entonces, el principal desafío en materia ambiental que se le presenta al actual Gobierno y uno de los compromisos adquiridos con el mundo ambiental por la entonces candidata Michelle Bachelet y, comprometidos ante la ciudadanía una vez asumida la presidencia.



En este sentido consideramos que con el envío del Proyecto de Ley que crea el cargo de Presidente de la Conama con rango de ministro(a), la Presidenta Bachelet dio inicio a su programa de gobierno en materia ambiental. Sin embargo, la iniciativa enviada por el Ejecutivo al Senado presenta una serie de deficiencias en tanto no explicita cuáles serán las funciones del nuevo ministro(a); con cuántos recursos dispondrá; cuál será su relación con la Secretaría General de la Presidencia y con la Dirección Ejecutiva de la Conama, entre otras materias, que han alargado, más de lo necesario, el inicio de la discusión central: la Reforma a la Institucionalidad Ambiental.



Desde esta perspectiva resulta inaceptable que el Gobierno espere el nombramiento del Ministro(a) para comenzar a avanzar en la discusión de la Reforma. Como bien se ha señalado este es un Gobierno corto, de sólo cuatro años. Si uno de sus objetivos es contar con un Ministerio del Medio Ambiente, antes que finalice el período, es necesario apretar el acelerador desde ahora e iniciar una profunda y amplia discusión sobre institucionalidad, política y legislación ambiental.



Es hora que las autoridades ambientales del país den a conocer cuál va a ser el norte de su política ambiental y cuáles van a ser los principales lineamientos de su Agenda para los próximos cuatro años.



Este 5 de junio Chile no tiene nada que celebrar en materia medioambiental. No obstante, esperamos y confiamos que el Gobierno concrete su voluntad política de encaminar al país por la senda del desarrollo sustentable.



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Paola Vasconi R.,/Fundación Terram


  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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