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Andrés Manuel López Obrador y Chile


México sigue con expectativa el estrecho conteo electoral que permitirá dilucidar quién será el próximo Presidente de eses hermano país. La estrecha disputa electoral entre el conservador Calderón y el izquierdista López Obrador, ha evidenciado enfoques muy diferentes para apreciar y evaluar lo que sucede en México y la futura relación con nuestro país de quien resulte electo su Presidente.



En nuestro país, en las últimas semanas ciertos medios de comunicación, analistas locales y extranjeros, junto a sectores políticos conservadores, desplegaron una intensa campaña deliberada por caricaturizar, etiquetar y descalificar al candidato Presidencial Mexicano Andrés Manuel López Obrador, presentándolo como un «populista», «mesiánico», cercano a los Presidentes Chávez, Kichner y Morales y por tanto, presentándolo como una suerte de amenaza o incógnita para el futuro de las relaciones chileno-mexicanas.



Muchos de estos analistas y dirigentes políticos intentan también contraponer a López Obrador con la Presidenta Bachelet, como lo escribió en un medio escrito nacional, el ex canciller de Vicente Fox y hoy analista neoconservador, Jorge Castañeda: «López Obrador no viene de la izquierda y no es Bachelet, ni Lagos ni Lula». Lo anterior, persigue instalar en la opinión pública chilena e internacional, la idea de que López Obrador representaría una alta incógnita para las relaciones chileno-mexicanas. Se señala a continuación que no se interesaría ni tiene mayor idea de los temas internacionales que su país deberá enfrentar, abonando a la idea que se intenta vender que no tendría ni él, ni su entorno, ni su partido el PRD, mayor contacto con Chile, ni con la Concertación y sus partidos políticos.



En el fondo, las posturas económicas y políticas de López Obrador, su evaluación sobre el TLC suscrito por su país con los EEUU, su visión critica del ALCA, así como su postura de «priorizar la integración latinoamericana sin hegemonías» fortaleciendo instancias como Mercosur y la Comunidad Sudamericana, perturban a los sectores conservadores en nuestro país y en la región, incluyendo a algunos ex «progresistas» de antaño, que no aceptan ni quieren ver que este continente ha comenzado a cambiar, exigiendo cambios sociales, económicos y culturales más de fondo, mayor autonomía y regulación por parte de los Estados con respecto del mercado y de las grandes empresas y grupos privados.



El que la economía se encuentre al servicio de las mayorías, que el rol del Estado se desprivatice crecientemente, que nuestros recursos naturales y la energía sean gestionados y se encuentren en manos del sector público, que exista más cooperación bilateral y multilateral entre gobiernos y agencias públicas, que se busque una mayor complementariedad productiva al servicio de las PYMES y los pequeños agricultores, así como que la educación, la salud sean esencialmente reguladas y garantizadas por el sector público, es presentado hoy por la derecha y sectores conservadores como «populista» «izquierdista» y amenazante.



El enfoque dominante de que la expansión de capitales y de servicios, los TLC y la desregulación constituyen el eje central y prácticamente único de nuestra política exterior como país, es profundamente equivocado y no constituye hoy un consenso en el país, ni en la sociedad. Aquel enfoque no es progresista ni mucho menos representa a los socialistas y a amplios sectores progresistas dentro y fuera de la Concertación.



La victoria de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México, constituiría una muy buena noticia para Chile y para el continente Latinoamericano. Sería también una buena noticia para el gobierno que Preside la Dra. Michelle Bachelet, pues representaría una oportunidad para profundizar nuestras relaciones bilaterales y al mismo tiempo, generar una mayor autonomía de nuestras políticas internacionales y el fortalecimiento del espacio común latinoamericano.



Con López Obrador, el PRD y su equipo nos unen convicciones y proyectos políticos comunes. Compartimos una común vocación de acercamiento bilateral a partir de una mirada progresista, ciudadana, social e integradora. Al parecer los vientos del cambio recorren desde el sur del Río Bravo a la Patagonia contra viento y marea.



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Esteban Silva Cuadra. Cientista Político y militante socialista.


  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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