La salmonicultura en las regiones australes ha tenido un impacto sumamente notable e importante, especialmente en las comunas donde se desarrolla esta actividad. Estas comunas, que podemos llamar salmoneras, se han desarrollado más rápido, mejorándose sus indicadores sociales más que en aquellas donde no se desarrolla esta actividad. Esto es evidente al comparar los datos de la última encuesta Casen que tiene datos actualizados al año 2003.
Sin embargo, la salmonicultura no es responsable de todos los beneficios de la X región, ni tampoco de sus costos. Existen también una serie de actividades en la X región distintas del salmón que dan cuenta de los avances y «retrocesos relativos» de la región. Esta es una vasta región con más de 500 kilómetros de largo y donde ocurren muchas actividades las que han pasado por ciclos de alza y baja en los últimos años. Al analizar a nivel regional, estos efectos son los que quedan mezclados y no sirve como escala de análisis para conclusiones sectoriales.
Por lo tanto, a efectos de no sesgar el análisis lo correcto es hacerlo por comunas distinguiendo aquellas en que está asentada la actividad salmonera y aquellas que no. Este diagnóstico es claro y favorable para la industria: en la X región las comunas salmoneras exhiben un mayor desarrollo que las comunas no salmoneras. Tienen menores tasas de pobreza, menores tasas de indigencia, mayores ingresos autónomos. Lo anterior es también válido cuando se comparan las cifras de las comunas salmoneras con el promedio país.
Durante los 20 años de existencia de la industria del salmón no sólo mucha gente ha trabajado en ella, sino que mucha ha progresado, muchos jóvenes se han educado y muchas pequeñas empresas se han creado y en general la sociedad en estos lugares ve con muchas más oportunidades el futuro que sus padres. No hay que olvidar que esta era una de las zonas más rezagadas social y económicamente hace dos décadas, lo que hoy no sucede. Existen muchas universidades y centros de formación técnica instalados en la X región sur que reciben a muchos alumnos de la zona, más de un 50% de ellos son primera generación en la Universidad.
Existen hoy muchas más oportunidades en esta zona del país de las que existían hace tan solo unos años y también de las que existen en otras partes de nuestro territorio. Esto explica la alta tasa de inmigración que han tenido las comunas salmoneras en estos últimos 10 años, asunto que es evidente si se revisan las cifras del censo 92 y se comparan con las del 2002.
No me cabe duda alguna que Rodrigo Pizarro de la Fundación Terram conoce todas estas realidades, simplemente evita comentarlas dado que parece ser políticamente incorrecto ver el vaso medio lleno.
*Respuesta a columna de Rodrigo Pizarro, de Fundación Terram, publicada en El Mostrador.cl
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Rodrigo Infante Varas. Gerente General SalmonChile A.G
