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Imacec de 4,2%: La desaceleración ya es una realidad


Según las cifras entregadas por el Banco Central, el Índice Mensual de Actividad Económica, IMACEC, tuvo un magro crecimiento de 4,2% durante el mes de julio, obteniéndose un incremento del PIB durante los primeros 7 meses del año de sólo un 4,8%. Estos datos confirman lo expuesto hace algunas semanas a través de este mismo medio y que tuvo que ser confirmado durante la semana pasada por el siempre renuente Ministro de Hacienda, Andrés Velasco: la economía chilena experimenta una desaceleración en su proceso de crecimiento.


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El Banco Central vino a confirmar esta realidad, al mantener en un 5,25% la tasa de interés de política monetaria, suspendiendo por 2do mes consecutivo el proceso de normalización monetaria iniciado en el 2do semestre del año 2004, esto a pesar que la inflación se encuentra en el techo de la meta del Banco Central, al acumular un IPC de 3,8% anual a julio (Estrategia 8/09/06).



El sector que más incidió en el resultado del IMACEC fue el industrial. Este sector sólo tuvo un crecimiento del 1,9% en 12 meses, mientras que las ventas sólo se expandieron en un 2%. Según el Instituto Nacional de Estadísticas, estos datos indican una tendencia de desaceleración en el caso de la producción y una dinámica moderada para el caso de las ventas.


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Otros datos que confirman la desaceleración son la caída en la edificación y el pobre crecimiento de las ventas reales de bienes de consumo. En el primer caso, según el INE la superficie autorizada para la construcción de viviendas disminuyó en un 5,2% anual, mientras que en el segundo caso, la Cámara Nacional de Comercio confirmó que las ventas de bienes de consumo aumentaron sólo un 2,8% anual, «acentuándose su debilitamiento, tal como ocurrió en mayo». (Estrategia, 6/09/06).



Los resultados del sector externo, si bien parecen contradictorios con los signos de desaceleración, a través de un análisis más profundo tampoco contradicen la situación interna de nuestra economía. Según cifras del Banco Central, entre enero y agosto de este año, nuestro país tuvo un superávit comercial (exportaciones-importaciones) de US$ 15.118,6 millones, más del doble de lo logrado durante los mismos meses del año pasado. Destacable es el crecimiento de 46,3% de nuestras exportaciones, en relación al año pasado, hecho producido por el aumento en el precio de nuestro principal producto de exportación, el cobre. Si bien las importaciones tuvieron un aumento del 19,6% en relación al año pasado, el desglose de esta cifra permite ver que la desaceleración también se hace sentir en el sector externo, ya que a julio las compras de bienes de capital mostraron una caída del 2,7%, lo que refleja el poco dinamismo que está caracterizando a nuestra inversión.



Nuevamente el agotamiento de una estrategia de desarrollo y el fin de un ciclo de expansión se hacen evidentes, lo que implica mirar los aspectos más macro que micro. Esto va en la dirección contraria a la mirada de los economistas ortodoxos y de la derecha económica, que siguen empeñados en los supuestos avances microeconómicos, como la flexibilidad laboral y cambios tributarios a favor del capital, pero que no consideran la asimetría de nuestra estructura productiva, la desigual distribución del ingreso entre los factores productivos, la precariedad de nuestro mercado laboral y la regresividad de nuestra estructura tributaria.



Desempleo: El Mal Crónico de la Economía Chilena



Según la última medición de desempleo del INE correspondientes al trimestre mayo-julio, hay cerca de 595 mil personas que no tienen un puesto de trabajo en nuestro país, manteniéndose prácticamente inalterada la baja creación de empleos que caracteriza a nuestro aparato productivo, al aumentar la ocupación en sólo un 0,8%.



La preocupación por la persistencia de altas tasas de desempleo se ha trasladado a regiones. Información de desempleo por ciudades publicada por Estrategia (30/08/06) es alarmante: Arica tiene un desempleo del 11,8%, Copiapó del 10,4%, Vallenar de 17,4%, Ovalle de 10,5%, Valparaíso de 11,3%, Viña del Mar de 10,6%, San Antonio de 13,6%, San Fernando de 10,9%, Chillán de 10,6%, Concepción de 11,6%, Talcahuano de 13,3%, Lota de 13,7%, Coronel de 13%, Angol de 12,9%, Temuco de 10,4% y Osorno de 10,3%.



Más allá de los cambios metológicos que el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, está aplicando en las mediciones del desempleo, lo cierto es que el nivel de éste se mantiene crónica y peligrosamente en más de 500 mil desempleados lo que es una cifra alta considerando la bonanza por el alto precio de nuestros commodities y los altos superávits fiscales alcanzados.



Un plan nacional de absorción del desempleo es una necesidad imperiosa sobretodo considerando el pobre desempeño de la actividad en lo que va del año, con un crecimiento del IMACEC 4,2% para el mes de julio, producto del pobre desempeño de la producción industrial que creció sólo un 1,9% en 12 meses. Más preocupante aún es revisar las cifras de inversión, que desde hace un buen tiempo van a la baja, reflejándose por ejemplo en una caída del 15,4% en 12 meses de las ventas de bienes de capital (Pablo Correa, Santander Investment).



El Trasnochado Plan ProPyme del Gobierno



En el marco del 7mo Encuentro Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa, Enape, la Presidenta Bachelet anunció un paquete de medidas tendientes a promover el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas. El Plan Mipymes consiste en:



ˇ Reforzar el acceso a financiamiento, cuadruplicando a $ 3.000 millones los recursos del Programa Capital Semilla de SERCOTEC.
ˇ Se postergará del día 12 al 20 de cada mes el pago del IVA y PPM para todos los contribuyentes que operen en Internet en el SII.
ˇ Decreto Supremo para eliminar gradualmente los costos que pagan los deudores para aclarar sus deudas en el Boletín Comercial.
ˇ Estudio de un proceso simplificado de creación y cierre de sociedades individuales y colectivas.
ˇ Estudio de sistema de financiamiento bancario de largo plazo para las Mipymes.
ˇ Programa de acceso al sistema de compras del Estado, ChileCompra, destinado principalmente a Mipymes.
ˇ Se impulsará una reforma en el sistema de registro, notarios y conservadores para hacerlos más baratos y rápidos en su gestión.
ˇ Se buscará promover y fomentar la asociatividad.



Analizando en detalle el Plan Mipymes uno percibe inmediatamente que estas medidas fueron anunciadas presurosamente, muchas de éstas aún no tienen fecha exacta para su puesta en marcha y algunas ni siquiera están definidas completamente, como por ejemplo la idea de promover y fomentar la asociatividad.



Lo más preocupante es que el Gobierno sigue actuando con demasiada tibieza frente a la desastrosa situación en la cual se encuentra el sector de las Mipymes. Y lo más grave, sigue actuando con una lógica inconsistente que revela el error de diagnóstico de las autoridades frente a la asimetría en nuestro aparato productivo. De otra forma no se entiende como hace semanas atrás se lanza un plan pro grandes empresas llamado malamente «Chile Compite» y hace dos semanas atrás se promulga el TLC con China que en la práctica será el adiós a la 2da fase exportadora chilena. En ese escenario este plan Mipymes aparece como un plan tímido y trasnochado.



Tal vez lo más rescatable sea la medida de un decreto supremo para eliminar gradualmente los costos que pagan los deudores para «aclarar» sus deudas en el Boletín Comercial. Estas aclaraciones tienen su raíz en el Decreto Supremo 950 de 1928 del Ministerio de Hacienda que entregó la labor de administrar la información financiera de nuestro país a la Cámara de Comercio, creando en los hechos un monopolio, hecho denunciado incluso por la propia Fiscalía Nacional Económica, quien califica a estos cobros como abusivos, injustos y sin lógica económica, constituyéndose en la práctica en un costo importante para los emprendedores.



Hoy las Mipymes, además de acceso al crédito y al sistema financiero en general, necesitan urgentemente aumentar sus ventas. Para esto se requiere fortalecer la demanda interna, una política redistributiva real que permita aumentar la capacidad de gasto de los consumidores nacionales, así como también abrir mercados externos que sean accesibles a este sector por los bajos costos de transporte, lo que implica una integración real con nuestros vecinos sudamericanos.





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Cristián Gutiérrez. Economista, Coordinador Círculo de Economistas para el Desarrollo de Chile

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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