Publicidad

Vicios y lagunas en la investigación pesquera


Los trabajadores del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) están evaluando la posibilidad de iniciar una huelga legal orientada a mejorar sus condiciones económicas y contractuales, y en general, conseguir modificaciones sustanciales a la actual institucionalidad y financiamiento del instituto.



El IFOP fue creado por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) en 1964, siendo dependiente de esta corporación en términos jurídicos pero sin una vinculación en los hechos. Desde su creación, ha sido el ente encargado de recopilar, elaborar y proveer los antecedentes técnicos y las bases científicas para la regulación de las pesquerías y la acuicultura. Por lo tanto, es el encargado de evaluar estas actividades y proponer medidas de administración a la autoridad, además de mantener un monitoreo sobre estas actividades que sirva como base para los análisis posteriores.



Uno de los grandes cuestionamientos que ha recibido el IFOP es su condición de institución híbrida, por cuanto se trata de un instituto privado que se financia con fondos públicos. Su mayor fuente de ingresos lo constituyen los proyectos concursables del Fondo de Investigación Pesquera (FIP), dependiente de la Subsecretaría de Pesca (Subpesca), además de los fondos sectoriales, lo que deriva en que el instituto carezca de una institucionalidad propia. Además, el instituto prepara estudios para respaldar las medidas de regulación que adopta la Subpesca, lo que evidentemente parece impugnable ya que es esta misma institución la que administra los fondos que costean dichos estudios.



Por lo tanto se forma una suerte de círculo vicioso, ya que el principal organismo investigador en definitiva avala las resoluciones de la autoridad y paralelamente concursa a los fondos de investigación que ella misma administra. De este modo, no es casual que en más de una oportunidad se haya puesto en tela de juicio la autonomía de este instituto investigador, generando suspicacias en la transparencia de sus estudios, no tanto en cuanto a sus contenidos y metodologías sino más bien a los posibles filtros entre el proceso de estructuración del estudio y el informe final que exterioriza la Subpesca.



Por otro lado, dada la importancia de esta institución, resulta inconsistente su esquema de autofinanciamiento, siendo que debiera tratarse de un instituto de investigación pesquera autónomo cuyo presupuesto sea estable y permanente, sin depender de fuentes de ingreso circunstanciales. La radicación de los recursos para financiar el plan de investigación en la Subpesca le resta autonomía financiera al proceso, es necesario contar con una institución desvinculada del gobierno de turno, cuya investigación se enfoque en el largo plazo, con una clara diferenciación de roles entre los diferentes actores involucrados, con una dirección científica y representativa, y debidamente auditado. De esta manera se podrá propender a conseguir real transparencia en la gestión de los recursos marinos, a través de la divulgación de las bases de datos, los informes técnicos, términos de referencia y planes de manejo.



A veces olvidamos la importancia que tiene la investigación en la administración de nuestros recursos naturales. Obviamente una buena definición de la dinámica de los recursos y las pesquerías, además de evaluaciones periódicas de stock para determinar el estado en que se encuentran las biomasas de los principales recursos, son fundamentales para poder definir criterios de regulación que permitan darle sustentabilidad a cualquier pesquería a través del tiempo.



Es necesario recoger las demandas de los funcionarios del instituto. Muchos de los investigadores que se desempeñan en el IFOP son profesionales que deben embarcarse y enfrentar condiciones de trabajo en ocasiones muy severas. Los hombres de mar se caracterizan por ser gente sacrificada, curtida, que arrastran los embates de mil batallas por llegar con el sustento al hogar; los investigadores del IFOP por su parte, en muchos casos deben enfrentarse a esas mismas condiciones extremas para recopilar la información necesaria para adoptar las medidas de ordenación más pertinentes, tendientes a la conservación del recurso y la viabilidad de la actividad.



___________________________



Juan José Valenzuela, biólogo marino de Oceana.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias