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Muchas políticas vs pobres programas y estrategias


Un problema económico se soluciona con un instrumento o estrategia económica. Un problema social necesita una solución correspondiente a la materia enfrentada.



Sin embargo, un problema que abarque temas económicos, sociales e, incluso, culturales, y que cubra una cantidad significativa de la población de un país, es un problema político, que requiere, previo a los instrumentos y estrategias a aplicar, un análisis y decisión de tipo político, no partidista, sino de discusión y decisión nacional, donde concurran los diferentes poderes del Estado, los gremios de representación, los partidos políticos, todo el mundo.



Chile en la actualidad está enfrentando diversos problemas que se pueden estar transformando en políticos. La educación básica y media, los distintos movimientos que aspiran a mejores sueldos y salarios, son algunos de ellos.



Una de las situaciones transversales más complejas, en consecuencia, es el crecimiento experimentado sin equidad, con una concentración del ingreso descomunal, nunca antes visto en nuestra patria.



La pequeña y mediana empresa, especialmente en el sector agrícola, se debate entre la baja o ninguna rentabilidad.



Esto significa, en consecuencia, la necesidad de que todos los actores, principalmente los políticos y conjuntamente con los gremios y empresas privadas, se junten en una mesa, a nivel nacional, a enfrentar y decidir una solución para un problema político nacional.



Esto no es solo responsabilidad del Gobierno, sino de todos, dado que el país entero, con su modelo de desarrollo, puede desestabilizarse con una diferencia tan significativa en las calidades de vida de los chilenos.



Un problema político de tal magnitud no se soluciona constituyendo una comisión de 80 o más personas especialistas entre cuatro paredes para presentarle la receta de solución al conflicto.



El problema de las desigualdades de ingresos en Chile es tan grave que exige la comparecencia de ricos y pobres, de oficialistas y opositores, de centro, izquierda y derecha, de todos.



Mal se ve, en consecuencia, en las condiciones descritas y sobre todo a nivel de los más modestos, cuando en la prensa aparecen noticias como el incremento de los honorarios de los parlamentarios en cantidades estratosféricas en comparación con los salarios mínimos del pueblo.



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Hugo Ortega T. Director Escuela de Ingeniería en Agronegocios. Universidad Central





  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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