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Monumentos para todos o para nadie


Cuando nos enteramos de quién fue el tipo que nombra al lugar donde estamos parados, puede que nos sintamos confundidos. Más que una dirección, es todo un momento histórico, a veces lejano al orgullo ciudadano.



Las ciudades tienen una estructura y escalafón inalienables que hacen la diferencia entre ciudadano y prócer. El transeúnte se topa cotidianamente con calles, avenidas y plazas, bautizadas con nombres heroicos. El espacio público es hermoseado con bustos, placas recordatorias, humanos y caballos, aprendidos con servil automatismo. La avenida Pedro Montt (como tú no hay otra igual) lleva el nombre del Presidente de Chile que le ordenó abrir fuego al no menos conocido y homenajeado Sotomayor, en La Escuela Santa María de Iquique. Este último había sido un destacado prócer en varias campañas de La Guerra del Pacífico y en la denominada «Pacificación de la Araucanía»



De esta forma, militares y políticos son homenajeados hasta el hartazgo, sin comprobar su vigencia en tiempos democráticos y continúan dando nombre y ornato a todo lugar urbano. Pero Chile había venido siendo ingrato con un hombre creativo y emprendedor, práctico y diligente: el empresario, creador de las bases neoliberales, que según incontrovertibles cifras, nos está llevando a un franco desarrollo. Este optimista liberal y dinámico, por fin comenzará a estar en el sitial que se merece y a usted no le será extraño ver su busto con respectiva placa recordatoria, en las plazas y avenidas de las comunas que le agradecen. Monumentos para Miguel Kast Rist, Hernán Briones y Andrónico Luksic, son las nuevas apuestas del Parlamento, aunque a esto debemos sumar el monumento a Víctor Jara que también ha sido aprobado. El cantautor que terminó siendo icono de la resistencia y uno de los más célebres mártires de la dictadura, intentará se indemnizado póstumamente con un monumento. Podemos decir entonces que la razón es de 1:3. En los mejores casos, por cierto.



Miguel Kast Rist, economista de la Universidad de Chicago, ocupó diversos cargos en el gobierno militar y fue uno de los impulsores de la Reforma Previsional que creó las AFP, hoy puestas en entredicho y bautizadas por los usuarios como «la gran estafa» o «el robo de Chile». Hernán Briones Gorostiaga se destacó por su espíritu «emprendedor», siendo una referencia para el mundo empresarial. Fundó varias empresas y dio trabajo a miles de trabajadores -claro que sin una ley de Subcontratación-, incursionando preferentemente en el rubro industrial en los sectores de la pesca, la construcción y de la energía. Méritos que lo llevaron a ser presidente de la Sofofa y de Corporación de la Producción y el Comercio.



Andrónico Luksic, instruido en la doctrina del librecambismo, fue uno de los más poderosos empresarios mineros en Chile y actualmente al Grupo Luksic pertenecen los derechos de exploración y explotación de las minas de Michilla, el Tesoro y Los Pelambres. Esta última, dicho sea de paso, está contaminando napas subterráneas de agua dulce y su explotación amenaza con destruir petroglifos arcanos de alto valor antropológico y arquelógico. Otro dato sabroso que se desprende del Grupo Luksic es lo sucedido con la sucursal peruana de Lucchetti, empresa que les pertenece. «La pasta de mamá» se instaló en un humedal, dañando severamente el medio ambiente. El gerente general y mano derecha de Andrónico, Gonzalo Menéndez, fue acusado de sobornar a Vladimiro Montesinos y al mismo Fujimori. El empresario nunca fue formalizado por el ilícito ya que el Estado chileno, durante la administración Lagos, intercedió para que no respondieran ante la justicia.



Sincero homenaje



La mayoría de los monumentos se originan por un deseo institucional. No obstante, en Chile existen monumentos populares para casi todo. A Condorito en Gran Avenida, al Falo en Machalí, o sin ir más lejos, al WC en la calle Elías y al frente de mi casa en Valparaíso -dato que siempre ayuda a ubicar a mis comensales.



Las animitas son otro ejemplo de una popular y supersticiosa forma de homenajear al ciudadano de a pie, ese que no es emprendedor, gallardo ni santo. Un homenaje que surge desde el pueblo para el pueblo, el que murió atropellado por la dialéctica conductor/peatón o por andar curado en la vía pública. No obstante, las carreteras concesionadas dieron fin a esta tradición, por lo menos en su singularidad, ya que han sido diseñadas a escala. Ni siquiera muertos se salvan de las moradas MINVU.



Otra forma de construirse un altarcito personal y en vida, es montar un sitio virtual. Así la tecnología democratiza los monumentos y raza los egos. Hoy todos tenemos un apellido que nos acerca a la fama.www.blogs.com.



Podemos estar contentos y conformes. Se cumplió el dicho Parriano, «monumento para cada mortal o ningún monumento para nadie». Como no lograremos nunca esto último, aprenda luego a hacer su blog, aprovechando las grandes carreteras de libreinformación que mantienen a Chile como puntero en la revolución tecnológica… pero acuérdese de ser solidario, intente hacerle uno a Violeta Parra, a María Luisa Bombal, a Clotario Blest, a Hector Pavéz, a Nano Núñez, a Jorge Díaz, a Gabriela Pizarro, a Pablo De Rokha, a Enrique Linh, a Nicomedes Guzmán, a Roberto Bolaño, a Ana Cortés, a Rosario Ortiz, a Micaela Cáceres, a Belén de Sárraga, etc, etc, etc…



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  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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