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Jorge Edwards y David Viñas


Leí el breve artículo de David Viñas del 13 de febrero en Página 12. Era una respuesta a la entrevista a Jorge Edwards publicada en La Nación, de Argentina, el 29 de enero.



Es curioso como la respuesta de Viñas desvía totalmente el principal tema de la entrevista a Edwards, que es hablar principalmente sobre la represión a escritores en Cuba donde dio cuenta en Persona Non Grata que se ha reeditado recientemente por Alfaguara.



Engañosamente, lo de Viñas es una técnica bastante usada en Cuba misma por el gobierno, por los medios masivos igualmente controlados, y los escritores también controlados por el partido único. Esta técnica de desviar el principal tema llevándolo a hablar de algo que no está en la entrevista.



O sea, tomar una frase de Edwards fuera de contexto y así Viñas transforma su respuesta en una andanada de referencias históricas para «desarmar y aplastar» a lo que Edwards por ningún lado sugirió, ni explícita ni implícitamente.



¿Por qué Viñas no responde a lo substancial de la entrevista de Edwards que es hablar sobre uno de los fundamentales problemas de Cuba y de todos los regímenes comunistas que es la ausencia de libertad de expresión?



¿Es que acaso Viñas no sabe, o lo ignora, o lo evita como si no existiera el caso de los e-mails de escritores en Cuba, a comienzos de enero 2007, sobre el asunto «Pavón» y que luego el 19 de enero la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba) dijo en declaración oficial: «La política cultural de Fidel y Raúl, fundada con ‘Palabras a los intelectuales’, es irreversible»?



O sea, la principal organización de artistas y escritores de Cuba, controlada por el gobierno, saca del pasado, específicamente de junio de 1961, y diciendo claramente que es una política de estado que sigue funcionando en estos momentos, aquella frase tomada de el famoso discurso de Fidel Castro «Palabras a los intelectuales»: «Dentro de la revolución todo. Fuera de la revolución, nada». (nota 1)



Frase aquella grabada en piedra hasta ahora como queda claro. Y que Edwards lo sabe, pero Viñas no quiere hablar de eso. Aquel látigo del comunismo más dogmático con la que comenzaría luego la represión a homosexuales en Cuba (enviándolos a campos de concentración para «reformarse») y le seguiría el quinquenio gris de los 70. Aún allí los artistas y escritores viven bajo esa frase de Fidel Castro.



Porque el desmoronamiento de los países socialistas de Este europeo no fue porque tenían medicina, educación gratis, sino porque les faltaba la otra parte de toda condición humana: la libertad de expresión. Jorge Edwards en esa entrevista en La Nación de Argentina hablaba de eso. Asunto que el escritor David Viñas -como muchos que aún existen- no quiso hablar, sino forzar una frase hasta el extremo para dar una clase de historia de algo que no venia a cuento.



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Nota 1. Véase columna «La vida de los otros en Cuba»



*Javier Campos, escritor, poeta chileno. Reside en EE.UU

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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