Publicidad

Transantiago IV: Altos instintos frente a Expansiva


Lamentable noticia la que se ha conocido estos días en relación a que la Presidenta no le hizo caso a sus instintos y sí a una parte del comité de ministros abocados al Transantiago previo a su puesta en marcha. Lamentable que la Presidenta de la República, en función de lo que le decían sus instintos, no haya convocado a otros actores de este largo proceso para conocer su parecer. Sí lo hizo su Ministro del Interior, convocando a ex autoridades de transportes, para recabar su opinión, cuestión que fortaleció la del propio Jefe de Gabinete sustentada en una gran experiencia política en relación a sus pares. Esto le permitió llegar a ese comité apelando a la conciencia de sus colegas, tratando de convencerlos de los costos políticos que se podrían pagar, pero la arrogancia se impuso y, por ende, la implementación, con la información que se contaba en ese momento.



Lo que sí ha quedado claro es que éste definitivamente no es un problema técnico, es un problema político de alta complejidad. Qué elementos se enfrentan en este problema; principalmente la expectativa que se creó en el sector financiero de un mercado más que atractivo que se ponía a su disposición, bajo el manto de la modernización del transporte público. La banca participaría de diversas formas siendo la principal la captación de la recaudación (dinero líquido diario), su administración y la potencial bancarización de millones de personas de estratos medios y bajos acorde a las políticas que fijan entes internacionales, en nuestro caso cumplidas celosamente tal como corresponde a un buen alumno.



Por otra parte, usuarios afectados por un drástico cambio de sus hábitos de viajes diarios, excesos de caminatas, excesos de trasbordos, saturación del Metro, mala información. Expectativas no cumplidas por el oferente, Gobierno de Chile, en su publicidad, que anunciaba un cambio en su calidad de vida cuestión en la que acertó, pero para mal. Obligándonos estas situaciones a tomar en cuenta que la baja capacidad de reacción del público, es un elemento que debe preocupar más que adornar frases ensalzando la responsabilidad de nuestro pueblo.



Quiénes son los promotores de tan magno proyecto en Chile: Expansiva. Este centro de pensamiento político que ha dado mucho que hablar el último tiempo, formado por gente que se ha acercado a la Concertación por relaciones familiares y de amistad; con una ambigua y minoritaria participación de sus miembros en política partidaria, en caso de militar, haciéndolo en los partidos con menos historia y de normativas internas más flexibles. En todo caso, sus integrantes han demostrado un gran afán de participación en políticas públicas, eso sí no en cualquiera y por supuesto que no en cualquier lugar. En el Chile de hoy estos militantes de la política económica neoliberal son los que en Estados Unidos se conocerían como los neocon, es decir, el Partido Republicano en el gobierno, con Bush de presidente, con Irak invadido, legalizando la tortura, no firmantes del Protocolo de Kyoto, entre otras cosas.



Un importante número de sus miembros ha realizado sus estudios de postgrado en el país del norte, incluso algunos de ellos los de pregrado, varios viviendo allá en los años setenta, ochenta y volviendo a Chile el primer verano de los noventa, llegando directamente a altos cargos del primer gobierno de la Concertación. Se podría afirmar, con escasas posibilidades de fallar, que algunos de sus integrantes que llegaron a ser ministros o subsecretarios, no participaron en ninguna acción de solidaridad por su país. No digamos que para saber el destino de los detenidos desaparecidos. No, sólo digamos una firma por la vuelta a la democracia o una firma contra la persecución de los opositores, en Chile, por supuesto.



La política económica impulsada por Expansiva es sin duda el factor principal que, en la baja mostrada en las encuestas por ambas coaliciones, de gobierno y de oposición, impide diferenciar a una de otra, generando en la ciudadanía una peligrosa desorientación que afecta en este momento a casi el sesenta por ciento de los consultados por diferentes estudios de opinión. Lo único que mantiene a la Concertación por sobre la Alianza es la memoria histórica. Porque su compromiso con igualdad de oportunidades, tanto para las personas como para los diferentes tipos de empresas, está relegado a un segundo plano en función de los equilibrios macroeconómicos elevados a la categoría de dogma de fe.



Por otra parte, la gente del mencionado centro, en relación a política internacional, sin tener que mencionarlo, suscriben la política norteamericana para el Medio Oriente, siendo varios de sus integrantes simpatizantes activos de una de las causas en disputa. Es en la aplicación para Chile del modelo económico neoliberal donde encuentran la mejor forma de materializar su participación en los equipos de gobierno… gobierno de una coalición de centroizquierda sustentada aún en apoyo popular, y en la cual destacan llamando la atención por su alta presencia.



Pero no todo el equipo económico y técnico de gobierno es de Expansiva. Nuevas autoridades como René Cortázar, más allá de la incertidumbre en las expectativas de su gestión, proviene de Cieplan. Economista del cual se puede afirmar que su experiencia, tanto profesional como política, tiene sustento conocido y confiable. Militante de muchos años de un partido de la Concertación, experiencia empírica con el mundo social organizado, tanto en dictadura como en democracia; fundó y forma parte de un centro de estudios que surge no al alero del poder sino que para enfrentarlo, dedicando sus energías a apoyar el movimiento sindical en los años de mayor persecución en nuestra historia.



Llama la atención el columnista Sergio Muñoz Riveros, en el diario La Nación, que con tono de vocero oficial nos anuncia, personalizando en el actual ministro de Hacienda que: «su ámbito de competencia equivale prácticamente al de un vicepresidente de la República en el área económica». Los chilenos, que se sepa, no votaron esa fórmula en las últimas presidenciales, pero no por eso vamos a dejar de reconocer que es una gran idea a promover para incorporarla en la Constitución política. De prosperar, vamos evaluando las ofertas a medir de cara a la ciudadanía y en su momento a través del voto universal.



La magnitud de la crisis que enfrenta el gobierno producto de la implementación del Transantiago obligó a la Presidenta a realizar cambios en su gabinete que fueron más lejos del problema coyuntural que estamos viviendo, pero insuficientes porque se debería en este caso, haber ido aún más allá del ministro sectorial, concretamente incorporando al cambio a los corresponsables de las erradas decisiones que se tomaron y que han puesto a la Concertación en el peor momento de su historia. Que rara cosa la que está ocurriendo en Chile, pueden cambiarse los ministros del Interior, los de la Presidencia, los de Defensa, pero no los de Hacienda. No sería bueno poner en duda la autoridad presidencial en su designación.



________



Darío Contador. Analista Político. dariocontador@gmail.com

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias