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Mipyme son parte de la solución


Es tarea de los partidos políticos construir propuestas de política nacional y sectorial, porque sin políticas claras cualquier modificación de la burocracia es inconsistente y parcial y no se debe partir de la creencia de que las empresas de menor tamaño están en la adversidad y la exclusión por su propia voluntad.



Este gobierno aún con desencuentros (depreciación acelerada) ha tomado múltiples iniciativas, y ha dado pasos significativos, como no se hizo en los quince años anteriores. Entre ellos el inicio en serio de la elaboración de un estatuto para la Mipyme, que incluye, una propuesta de institucionalidad para efectiva y permanentemente «entregar un parecer fundado respecto de los impactos que producen la tramitación de las leyes, así como de los efectos que producen las normas creadas por los diferentes ministerios y/o superintendencias del país».



Relativo a la coordinación de los servicios públicos, debe comentarse que el decreto que dio origen al «Chile Emprende» sigue vigente y que resuelve desde la norma, la coordinación exactamente desde el Ministerio de Economía y Sercotec (como secretaría ejecutiva), de los servicios involucrados en el fomento a la Mipyme. En esta materia son las autoridades, las que deben dar un mejor ejemplo práctico de asociatividad.



En otros países desarrollados existen suficientes normas y leyes que protegen al empresario Mipyme, en Chile estuvimos treinta años definiendo regulaciones y normas discriminatorias, quizás en el futuro la figura del ombudsman, sea necesaria, por lo pronto le sería muy difícil defender a las Mipyme de los derechos que estas aún no tienen consagrados.



Propuestas para una política



Una política para las Mipyme debe partir por reconocer el numeroso universo de personas que generan sus ingresos desde esas organizaciones empresariales y de emprendimiento.. Todo este gran sector no debe ser visto como un lastre de la economía, sino más bien como una oportunidad para una mejor distribución del ingreso, una oportunidad para superar los grados de precarización del empleo y una fuente de gobernabilidad y estabilidad de la sociedad.



1.-La segmentación: Sobre estas materias venimos discutiendo desde hace años y los que decíamos que debía asumirse la diversidad y la realidad de las empresas de menor tamaño en Chile, ganamos la discusión. En este gobierno ya no se habla de PYME como insisten los que trabajaron los temas en Economía desde el 90 hasta el 2005, se habla de Mipyme. No se trata de trasladar esquemas gringos, ni asiáticos arbitrariamente, nuestras empresas son otra cosa. No se debe seguir en el error cometido por los técnicos desde economía en gobiernos pasados: decir que las PYME son una sola y hacer política y dar recursos principalmente a las medianas empresas. Con segmentación podremos definir políticas específicas para las distintas realidades.



2.-El Estatuto Mipyme: Se deben ajustar distintas leyes, normas y reglamentos de manera que se discrimine positivamente a las Mipyme. No se trata de des-regular más la economía, exponiendo al consumidor y al ciudadano, se trata de hacer proporcionales las exigencias y los castigos. Esto es el Estatuto Mipyme, y sabemos que el gobierno prepara propuestas muy importantes para el sector.



3.-Mercado Diverso: La pasión por solo mirar el mercado global confunde y focaliza más en la mediana., la política para este sector exige reconocer su diversidad y la diversidad de los mercados. Las Mipyme necesitan información e investigación de mercado, y necesitan que los programas estatales estén pensando en el mercado cuando se diseñan y también cuando se evalúan, en esto hay gran retraso e incomprensión de los técnicos.



4.-Profesionalización de la Mipyme: La escala de los negocios de las micro empresas le hacen imposible el acceso a asistencia profesional especializada en tecnología, gestión y calidad, no existe redes de profesionales que en su modelo de negocios considere la atención a múltiples clientes pequeños. ¿Pero las incubadoras de negocios y empresas no podrían responde ese requerimiento?. Celebramos que hace tiempo las este impulsando Corfo, pero hay que multiplicarlas territorialmente y por rubros.



5.-La asociatividad, tarea de todos: No debe solo enseñarse teóricamente, debe estar ligada a propósitos inmediatos que generen mejores ventas: asociatividad para la negociación, para ventas por Volumen, para comercializar. Pero además la asociatividad debe ser asistida, para eso debe haber programa de asistencia efectiva. Debe definirse complementariamente una política de estado respecto de los gremios empresariales de las Mipyme, superar el desprecio hacia ellos de la tecnocracia y dejar de verlos como enemigos, y apoyarlos hasta que maduren como organizaciones modernas y poderosas. En esto en el pasado también seguimos un camino errado.



6.-Intervención estatal integral, oportuna y continua: La intervención igual que la medicina requiere para cada enfermedad todo un tratamiento, no se trata solo de bajar la fiebre, las empresas no se sostienen porque no acceden a mercados y porque no venden, y esto tiene múltiples causas que se presentan las mas de las veces en forma simultanea y en otras en una secuencia mortal, por eso a un diagnóstico específico el tratamiento debe ser integral y oportuno. Y como en la vida, uno no se enferma una sola vez, las empresas enfrentan permanentes riesgos y cambios, para lo cual requieren instrumentos de apoyo permanente y continuo. En esta materia no existen vacunas milagrosas.



7.-Pero una política para las Mipyme debe ser universal, el apoyo integral, oportuno y continuo no debe ser para unas pocas. De las 560.000 Empresas de menor tamaño, ¿cuantas apoya Indap, Corfo y Sercotec? Del millón de cuentas propias pobres, ¿cuantos son asistidos por el Fosis?. los recursos por unidad no son suficientes y por lo reducidos, suelen terminar siendo mero asistencialismo. Una política efectiva para las Mipyme es cara, pero es de las pocas áreas en que hablamos no de gasto sino de inversión, que además rentabiliza a cortos plazos, mucho más cortos que la educación.





*Lautaro Videla Moya es economista, presidente de la comisión MIPYME y miembro de la Comisión Política del Partido Socialista

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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