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Noviembre se escribe China


Las cifras no mienten: los casi US$ 7 mil millones registrados en el valor total de nuestras exportaciones directas hacia China durante los primeros nueve meses del 2007, más los US$ 4,5 mil millones anotados en igual período, en el monto de los bienes enviados desde China a Chile, significa que estamos avanzando a pasos agigantados hacia la consolidación de China como nuestro principal socio comercial.



Ciertamente el alto precio del cobre tiene mucho que ver con el valor anotado en materia de los envíos directos desde Chile a China. De hecho, el sector minero es el principal generador del monto total de las exportaciones chilenas directas a ese país. Lo anterior genera un reto para todos quienes desean profundizar aún más la relación que hemos logrado construir, especialmente luego de la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio en bienes, el primero de su tipo que suscribió Beijing con un país individual en el mundo.



Porque para construir una relación comercial sustentable en el largo plazo, no podemos dejar de generar iniciativas que nos permitirán diversificar e innovar de manera continua, para constituir así un Chile tremendamente atractivo para los más de US$ 1,2 trillones con los que cuenta China para invertir, especialmente en áreas tales como desarrollo de infraestructura energética y en proyectos para una eficiente conectividad con nuestros vecinos, entre otras.



Todo indica que durante el mes de noviembre, China se transformará en un imán para numerosas delegaciones públicas y privadas, las cuales aprovecharán el positivo momentum que registra la relación bilateral, con miras a identificar nuevos mercados para productos que van más allá de lo tradicional, como así también agregarle musculatura a acuerdos de cooperación a nivel de regiones, centros de estudios superiores y a mecanismos de asociación entre emprendedores de ambos países.



Porque la relación comercial entre ambos países no se puede centrar solamente en cobre o en los alcances que puede llegar a producir una reunión entre los líderes económicos de ambos países, en el marco de la realización de las cumbres anuales del foro APEC, es que por medio de acciones concretas a desarrollar en el mes de noviembre, estaremos invitando a chinos y chilenos a dar un salto cuantitativo y cualitativo.



A modo de ejemplo, los Intendentes de la IV y VII regiones viajarán durante el mes de noviembre a China, acompañados por integrantes de los gobiernos regionales y personas de negocios. Ellos realizarán recorridos por el país con miras a afianzar esquemas de integración a nivel de regiones, buscando con ello atraer el interés de parte de empresarios especializados en rubros tales como el agroindustrial; turismo, minería, energía e infraestructura.



Con tal lógica se potenciará el proceso de negociación con miras a rubricar los capítulos de servicios e inversiones del Tratado de Libre Comercio. Este desarrollará durante la primera semana de noviembre, su Cuarta Ronda de reuniones, en Beijing. Cabe señalar que se han registrado avances importantes en las anteriores rondas, permitiendo a los equipos generar un ambiente de confianza en el trabajo multi-sectorial, aspecto fundamental para el éxito de las tratativas que tienen como meta concluir un acuerdo de última generación en materia comercial entre ambos países.



En noviembre, una delegación de nuestro país, encabezada por el Comisario General designado para liderar tal proceso, Hernán Somerville, realizará una visita a la ciudad-puerto de Shanghai, con el objeto de poner en marcha un arduo trabajo público y privado el cual, en el año de nuestro bicentenario, tendrá su puesta en escena y a todo color, a través del pabellón que representará a Chile en la Exposición Universal. Orientada a destacar diversos modelos de sustentabilidad en la planificación y construcción de ciudades, más la calidad de vida que ellas deben ofrecer a sus habitantes, se prevé que millones de personas concurrirán a la Expo 2010, una de las dos actividades que China organizará en la presente década para afianzar su liderazgo a nivel global, siendo la otra los Juegos Olímpicos de Beijing, en el 2008.



Ahora bien, en noviembre se llevarán a cabo tres interesantes encuentros trans-Pacífico, tanto en China como en Chile, orientados a darle mayor energía y sustancia a la presente relación comercial bilateral. El primero es la Feria de Commodities de América Latina y Europa Central Beijing 2007. Organizada por el Ministerio del Comercio chino, MOFCOM, ésta será inaugurada por altos dirigentes locales el próximo 22 de noviembre, en uno de los recintos que albergan exposiciones de renombre, ubicado plena capital de dicho país. En la ocasión, Chile dispondrá de un espacio consistente en diez módulos, los cuales en principio estarán focalizados hacia la promoción de productos agroindustriales tales como el vino, tal vez el producto nacional que mayor futuro tiene en tierras chinas, especialmente si revisamos los índices de crecimiento que registra este bien entre la clase media de aquel país, la cual ya sobrepasa los 70 millones de personas.



Le seguirá la Primera Cumbre Empresarial China – América Latina, actividad que está siendo organizada por el Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional, CCPIT, en conjunto con otras entidades tales como ProChile; Banco de Chile y la Cámara Chileno China de Comercio, Industria y Turismo A.G. (ver www.clasummit.cl). Más de 250 personas de negocios viajarán a Santiago, con el propósito de interactuar con representantes del sector gubernamental académico y empresarial chileno y latinoamericano, en los salones del Hotel Sheraton, entre el 27 y 28 de noviembre.



Luego, el 29 y 30, ProChile desarrollará la Primera Macro Rueda de Negocios América Latina – Asia Pacífico, en Iquique. En dicha ciudad, puerta de entrada de mercaderías destinadas no sólo para el consumo de nuestro habitantes, sino que también para aquellos que se encuentran en Argentina, Bolivia, Brasil, Perú, Paraguay y Uruguay, (ver www.mrniquique.com), emprendedores provenientes de Australia, Corea y China, entre otros mercados, sostendrán útiles jornadas de discusión y análisis con el objeto de generar nuevos proyectos de de cooperación, inversión o comercio.



Estas dos actividades también tienen por finalidad dar contundencia al trabajo que se viene desarrollando en la región del Asia Pacífico, con miras a consolidar a Chile como país plataforma para una dinámica interacción entre Latinoamérica, el sudeste asiático (ASEAN), Oceanía (Australia y Nueva Zelanda), China, Corea y Japón.



Claro está que en los últimos años, el sector gubernamental chileno ha construido – paso a paso – sólidos lazos que se han ido transformando en herramientas útiles para generar nuevas oportunidades económicas y comerciales para emprendedores, PYMEs y jóvenes chilenos en China.



Vencida la valla que significó poner en marcha el Tratado de Libre Comercio, resulta vital para nuestro sector privado ir ahora más allá del triángulo Beijing – Shanghai – Guangdong, en materia del destino final de los bienes que son ofrecidos y exportados a China. Esto se hace más atractivo al existir una decena de ciudades en dicho país que cuentan con poblaciones crecientemente más interesadas en adquirir productos que les permiten confirmar la consolidación de su nuevo status social.



Con todo, noviembre está llamado – en el 2007 – a ser el mes de China para nuestro país. Un tiempo para descubrir, preguntar, aprender y, finalmente decidirse por unirse a un imparable proceso de interacción, el cual tienen por finalidad desarrollar integralmente a Chile y, por ende, elevar nuestra calidad de vida.



* Mario Artaza. Primer Secretario del Servicio Exterior, Agregado Comercial de Chile en la Embajada de Chile en Beijing

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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