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Reina la confianza…


Si tú fueses un cliente top o VIP del banco LCL, el antiguo Crédit Lyonnais, o bien hicieses parte de lo que en Francia llaman «banca privada», ésa que se ocupa de quienes no usan tarjetitas de crédito para pagar medio kilo de carne y un botellón en tres cuotas porque tienen plata, si tú fueses alguien recibirías periódicamente «La lettre du LCL», publicación destinada a la GCU.



En su capítulo «Economía y mercados», la publicación de enero pasado sigue practicando una ciencia en la que dicho banco ha alcanzado una sólida reputación de chapuza: me refiero a la lectura de las tripas de las aves, la adivinanza, la previsión del futuro y otros trucos de «psíquica» o de economista no arrepentido, aderezada esta vez de comentarios no muy fraternales a propósito de las prácticas de sus homólogos estadounidenses.



Bajo el título «¿A qué podría parecerse el 2008?», Jean-Paul Betbčze, director de estudios económicos que ya falló todas sus previsiones para 2007, nos cuenta lo que nos espera para el año en curso.



El tipo comienza echándole la culpa de su propia incompetencia a la temporada anterior: «El año que acaba de terminar fue agotador. Desbarató todas las previsiones y perturbó todas las reglas (Â…) La crisis de los subprimes perturbó las previsiones, por ejemplo las de nuestro escenario central, sobretodo las relativas a las tasas de interés…» Solo le falta tratarlo de año de mierda…



Puesto a inculpar (en la metafórica chilensis diríamos «formalizar») a todo dios, a Jean-Paul se le cae el casete: «Habrá que repetir que las innovaciones, como la titulización, siempre tienen como base el esquivar una regla, por ejemplo la de los fondos propios bancarios. El hacerlo, a menudo permite avanzar, pero tomando nuevos riesgos. Es lo que ocurrió, agregándole excesos en los créditos acordados (y luego titulizados) e incluso fraudes». Lee bien, un importante banco francés acusa de excesos e incluso de fraude a sus homólogos yanquis.



Ya es fuerte, pero lo que viene es aún mejor: «Ya no se sabe cómo determinar las cuentas de los bancos estadounidenses, no se sabe cómo medir los activos. Las publicaciones de resultados estadounidenses ya no le permiten a los expertos decir que se han reconocido las pérdidas, sino que les hacen interrogarse sobre lo que no se dice».



Pero nada, ni siquiera su propia estulticia, le haría perder a monsieur Betbčze su indestructible optimismo (tú me dirás que para eso le pagan…). Para demostrar que no hay de qué inquietarse, Betbčze nos recuerda que los bancos centrales aportan la liquidez necesaria (Ä„e incluso nacionalizan bancos como en Inglaterra!), que «las tasas americanas son más bajas que antes del estallido de la crisis en julio pasado» y que hay motores en la economía mundial: «Esos motores son los de los países emergentes que nos ayudan, a nosotros países emergidos, a mantener la cabeza fuera del agua (sic)».



Si hay que prenderle velas a los países emergentes… Ä„ya podemos dormir tranquilos!



Para consolidar su brillante demostración, Jean-Paul Betbčze subraya lo esencial: los países desarrollados son resistentes a los choques, saben adaptarse y reaccionar, las empresas ganan dinero, los bancos están bien capitalizados y si no fuese el caso los fondos soberanos están ahí para comprar lo que haga falta…



En otras palabras, Ä„sigue haciendo negocios tío!: papá Estado vela por nosotros…



Y uno no se explica por qué diablos los consumidores yanquis están con diarrea: su índice de confianza acaba de perder 12 puntos.



NUEVA YORK, 26/02/2008 /PRNewswire/ — El índice de Confianza de los Consumidores de The Conference Board para Estados Unidos, que había retrocedido en enero, cayó pronunciadamente en febrero, y ahora se ubica en 75,0 (1985=100), lo que representa una disminución respecto de los 87,3 puntos informados en enero. El Índice de Expectativas retrocedió de 69,3 a 57,9 puntos. El Índice de Situación Actual cayó a 100,6, contra los 114,3 puntos registrados en enero.



Puede que los «excesos y el fraude» de los bancos estadounidenses tengan algo que ver, en fin… Digo yo…



Luis Casado es ingeniero del Centre d’Etudes Supérieures Industrielles (CESI, Paris, Francia), profesor del Institut National de Télécommunications (INT) y miembro del Comité Central del Partido Socialista de Chile.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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