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Crecimiento planificado: por un Santiago más amable


Por Carlos Estévez*



La SEREMI Metropolitana de Vivienda y Urbanismo ha iniciado la actualización del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS). Previo al trámite establecido por la legislación vigente, se ha presentado una propuesta a la Comisión de Ordenamiento Territorial del Consejo Regional Metropolitano (CORE) la que a su vez se ha hecho pública en la página web: www.seremi13minvu.cl .
Como podrán ver quienes visiten nuestra página web, la actualización del PRMS busca responder a las necesidades de desarrollo urbano al año 2030, las cuales se ordenan en tres grandes ámbitos. El primero, denominado Crecimiento Urbano establece las bases normativas para que Santiago crezca de forma eficiente y sustentable. El segundo denominado Ciudad Consolidada, busca mejorar la infraestructura y el equipamiento en la ciudad actual, mientras que el tercero, Área Excluida al Desarrollo Urbano, delimita los territorios que por valor ambiental o riesgos, deberán mantener su carácter rural.
Conforme a lo concordado con el CORE, decidimos iniciar la discusión en el primer ámbito: Crecimiento Urbano, el cual persigue cinco objetivos: aumentar el stock de áreas verdes, actualizar la red vial estructurante, ubicar viviendas sociales más cercanas, resolver carencias de suelo e incentivar la revitalización urbana. La propuesta ha generado discusión y polémica. Si bien esto es natural y deseable en un régimen democrático, también es necesario que el debate se base en aspectos reales del Plan y no en ilusiones o prejuicios. Con este objetivo, quisiera enfatizar tres aspectos centrales de nuestra propuesta.
Crecimiento Equilibrado: el crecimiento urbano se plantea tanto en la periferia como al interior de la ciudad, ya que ambas modalidades concurren actualmente. Por ello, junto con regular el crecimiento hacia fuera, hemos definido medidas para reconvertir suelos industriales, consolidar subcentros e incentivar la recuperación de zonas deterioradas.
Planificación con Condiciones: El límite urbano se amplía en 10.898 hás, de las cuales 4.780 (40%) serán parques y áreas verdes, abarcando comunas con carencias como La Pintana, Cerro Navia o Renca. Este nuevo suelo podrá ser urbanizado sólo si sus propietarios compensan sus impactos viales y ambientales, construyendo los parques, 293 kilómetros de calles, colegios, centros de salud, seguridad y otros servicios. Adicionalmente el PRMS exigirá que los proyectos inmobiliarios incluyan un porcentaje de viviendas sociales, evitando la expulsión de estos hogares hacia comunas muy alejadas como Buin, Lampa o Isla de Maipo.
Planificación con Inversiones: En paralelo con las disposiciones normativas se ejecutarán inversiones públicas para apoyar los objetivos principales del PRMS. Con este propósito, se habilitarán cuatro parques urbanos (La Hondonada, La Aguada, Bajos de Mena y Cerros de Renca), se asignarán nuevos subsidios y se arborizarán ejes viales estructurantes con más de 70.000 nuevos árboles.



Como vemos, nuestra propuesta dista bastante de una mera ampliación del límite urbano o de una reacción ante presiones inmobiliarias como ha sido presentada por algunos. Lo que buscamos es responder con tiempo a las demandas de suelo e infraestructura que surgirán del crecimiento económico y demográfico de Santiago, con normativas e inversiones que aseguren una ciudad más sustentable y equitativa. Junto con ello queremos relevar el valor de la ciudad como espacio de encuentro social y económico, entendiendo que en ella se concentra y produce el capital humano que impulsará el desarrollo de Chile de cara al Bicentenario.





*Carlos Estévez es Seremi Metropolitano de Vivienda y Urbanismo

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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