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Opinión: Acuerdo transversal en el cobre


Por Orlando Caputo y Graciela Galarce*



El documento ‘Acuerdo transversal: actual realidad de Codelco no da para más’, publicado en el Mercurio el 25 de mayo, ha dado origen en forma ‘espontánea’ a artículos diarios con: entrevistas a políticos y académicos, a encuestas y a una Editorial de El Mercurio. Todos estos artículos son una ofensiva que hace parte de una estrategia para privatizar Codelco.



1. En el documento de los 28 ‘expertos, políticos y académicos’, en relación a Codelco se afirma que: «Entre 1991 y 2007 su participación en el mercado mundial cayó del 20 al 11% y a nivel nacional de 62 al 28%». Esta información constituye uno de los pocos respaldos estadísticos. Con esto ‘informan’ al país que Codelco ha perdido competitividad.



2. Sin embargo, se debe destacar que el grupo de 28, siempre han estado de acuerdo en privatizar Codelco. Ellos tienen como base teórica el neoliberalismo que los une en una orientación ideológica. Esta teoría en su versión ortodoxa plantea privatizar los recursos naturales. Por lo tanto, el ‘Acuerdo Transversal’, que también es una construcción comunicacional para influir en la conciencia social, en realidad no es un ‘Acuerdo Transversal’.



3. Este grupo ha cometido tres errores fundamentales con graves daños y profundas consecuencias negativas en la estructura económica de Chile.



Primero. A inicios de los 80’s señalaban que el cobre sería desplazado y se transformaría en un metal obsoleto. José Piñera, Ministro de Minería de Pinochet fundamentó así la Concesión Plena, como lo señaló Radomiro Tomic en un documento histórico de su época.



Segundo. Han afirmado que Chile en el largo plazo no influye en la formación del precio del cobre, a pesar de que Chile tiene una participación mayor en el cobre que la OPEP en el petróleo.
Tercero. Que los elevados precios actuales del cobre son transitorios. Nuestros estudios en la Red de Economía Mundial desde hace varios años plantean lo contrario.



En base al primer error, señalaron que Chile debe apresurarse a extraer y exportar la mayor cantidad de cobre y en el menor tiempo posible, para lo cual es indispensable ofrecer garantías y privilegios al gran capital internacional, con lo cual se produce la desnacionalización del cobre. Codelco que producía el 100% de la gran minería, actualmente produce sólo el 30% y cerca del 70% es producido por las empresas extranjeras. La ‘Concesión Plena’ de la Dictadura se concretó como desnacionalización en los gobiernos de la Concertación como se puede apreciar en la gráfica.



Lo anterior también tiene su impacto en el mercado del cobre. Chile aumentó la participación en el mercado mundial de 18% a 35% de 1990 a 2006, pero Codelco disminuyó su participación de 13% a 11%. Las empresas privadas, particularmente extranjeras aumentaron su participación de 4,4% en 1990 a 24,2% en 2006. Es decir, las empresas privadas captan todo el incremento de la participación de Chile el porcentaje que disminuye Codelco.


Este grupo apoyó desde Chile entregando los nuevos y ricos yacimiento de cobre a las grandes mineras mundiales que compiten con Codelco en la producción chilena y en el mercado mundial. Esto ha sido un certero ataque a Chile desde Chile y a la nacionalización del cobre que había nacionalizado Salvador Allende.



No es ético políticamente ni menos académicamente, usar los resultados que ellos promovieron directa e indirectamente en Dictadura y en los gobiernos de la Concertación, para atacar a Codelco por la pérdida de presencia en la producción nacional y en la participación en la producción mundial.



Cada uno de los integrantes de este grupo sabe que las empresas extranjeras obtienen más del doble de las ganancias de Codelco y que las transfieren al exterior. A la propuesta de ellos de privatizar Codelco, se debería crear a nivel de todo Chile un movimiento social que postule captar la renta minera y hasta renacionalizar el cobre y exigir transparencia y control social sobre Codelco terminando con la corrupción en general y en particular relacionadas con las empresas contratistas.



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*Orlando Caputo es economista Universidad de Chile, Director de CETES, investigador del Grupo de Economía Mundial de CLACSO y de la REDEM; Graciela Galarce es economista Universidad de Chile, investigadora de CETES y de CLACSO.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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