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Las municipales desde el espacio exterior

Todos estaremos hoy pendientes de si Ravinet sobrevive a Zalaquett, o viceversa, pero el futuro se estará escribiendo en Maipalaf. Mejor volver esta noche a Mapcity y activar el modo de vista satelital. Desde el espacio no se verán los Marutis, ni los Spark, ni los Geely ni los Chery, estacionados


Por Rodrigo Frey*

A Roberto Cahmi, el fundador y gerente general de MapCity.cl, se le ocurrió una idea brillante: tomó los datos del Censo 2002, con su enorme lista de variables que describen cada manzana de Santiago, y los asoció calle a calle en sus mapas digitales de la ciudad.

Basta con que busques una calle para que el mapa te muestre cuál es el grupo socioeconómico predominante en la manzana, cuántos hogares tienen auto particular, cuántos celular, cuántos lavadora o acceso a Internet. Gratis.

Hay una razón de por qué no cobra por esos pocos datos, que puede quizás entenderse aquí. Pero por ahora anda a mapcity y juega a pinchar manzana por manzana en Maipú, La Florida y Puente Alto.

Verás que, en general, la mayoría de las manzanas estarán compuestas de hogares C3 y D. Más de los primeros en Maipú y La Florida, y de los segundos en Puente Alto.

¿Por qué estas tres comunas y no otras? Porque según el INE en ellas vive uno de cada 10 chilenos. Sí, el 10,9% de la población del país vive en Mai.Pa.Laf. En total, según la proyección, 1.802.000 personas.

Bienvenido a las mega-comunas. Maipú tiene hoy unos 735 mil habitantes, un 57% más que el 2002. Puente Alto anda por los 670 mil, y ha crecido un 36% en sólo seis años. La Florida suma 397 mil, que es casi un 9% más que el último censo.

Maipalaf ha crecido junto con la clase media emergente chilena. No es la nostálgica versión de Adolfo Zaldívar, que aún cree está compuesta por profesionales y empleados públicos. Tampoco es la de Sebastián Piñera, por más que él nos quiera convencer de que pertenece a la mesocracia.

En términos de nivel socioeconómico, está representada por lo que los investigadores de mercado llaman C3 y D. En el primer grupo caben los hogares con ingresos en torno a los $600 mil -profesores, empleados sin rango, técnicos especializados, pequeños comerciantes, taxistas, vendedores del retail. En el segundo, los hogares con ingresos promedio de $300 mil: obreros no calificados, juniors, feriantes, aseadores.

No es que antes estos hogares no existieran. Lo nuevo es su expansión. Según www.aimchile.cl, el C3 y el D sumados agrupan al 60% (35/35) de la población de Santiago.

En lo que todos hoy coinciden (si la crisis global no dice otra cosa) es en que esta nueva clase media emergente se consolidará y le irá, lento pero sostenidamente, cada vez un poco mejor. Las mujeres entrarán a la fuerza de trabajo, como lo vienen haciendo intensamente en los dos últimos años, y será cada vez más frecuente que envíen a sus hijos a la Universidad o a los Institutos Profesionales.

Y así, como mucha gente ya sostiene, la gran pregunta de los últimos 25 años -¿Cómo derrotamos a la pobreza?- comenzará a ser desplazada por otra: cómo garantizamos la calidad de vida.

Por eso hoy lo que pase en Maipú, en Puente Alto y en La Florida, el barrio para uno de cada 10 chilenos, es clave. Los alcaldes que triunfen tendrán una tarea titánica. Sus comunas seguirán creciendo, y sus vecinos demandando soluciones rápidas a nuevos problemas, porque ellos mismos habrán cambiado.

La calidad de los espacios públicos, el transporte, la contaminación, la planificación de la ciudad, la recolección de la basura, y el control de la violencia urbana dejarán de ser temas que pueden quedar para más adelante. Cosas que antes nos parecían nimias, como el horario de las botillerías, los graffiteros, la altura de los edificios, las ciclovías, el acceso a Internet, o la iluminación de la cancha de fútbol, desatarán ahora agrias discusiones.

Quien mejor entienda este cambio de eje, mejores resultados tendrá. No sólo los alcaldes, sino también quienes aspiren al Congreso, y por cierto a La Moneda, el 2009.

Todos estaremos hoy pendientes de si Ravinet sobrevive a Zalaquett, o viceversa, pero el futuro se estará escribiendo en Maipalaf. Mejor volver esta noche a Mapcity y activar el modo de vista satelital. Desde el espacio no se verán los Marutis, ni los Spark, ni los Geely ni los Chery, estacionados en frente de las casas, ni los sitios eriazos, ni los malls. Pero uno se los puede imaginar.

 

*Rodrigo Frey es periodista, consultor de Tironi Asociados, donde es jefe del área de Asuntos Públicos, y profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez. Previamente se desempeñó como editor coordinador de Política y del cuerpo de Reportajes del diario La Tercera.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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