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Tarjetita de invitación

La invitación que Frei y Piñera envían a los ciudadanos a través de sus ideas fuerza es confusa. Cuando sus rostros en la prensa reflejan el cansancio de su propia historia política, en sus plataformas online se muestran como los representantes del «cambio» para realizar los «sueños» de miles de…


Por Arturo Arriagada*

Si las elecciones presidenciales son como un matrimonio entre la ciudadanía y los candidatos, las campañas políticas -y sus correspondientes «ideas fuerza»- son la invitación a dicha celebración. Si bien quedan algunos meses para que comience la campaña presidencial de manera oficial, las actuales ideas fuerza de Frei y Piñera no dan para pensar en grandes celebraciones.

Las ideas fuerza de una campaña política nos permiten entender las lecturas que hacen del país quienes aspiran a gobernarlo. A su vez, las ideas fuerza permiten a los ciudadanos identificar a los candidatos con sus propuestas. Por historia personal y carisma, Obama se podía dar el lujo de hacer un copy- paste de las frases de Luther King para explicar su proyecto de gobierno. Pero su célebre «yes we can» resumía de manera precisa la lectura que él hacía de los decepcionados ciudadanos norteamericanos. Al contarnos el país en el que soñaba vivir, Bachelet utilizó la misma estrategia en su campaña en 2005. Su «Estoy Contigo» representaba de mejor forma las ganas de los chilenos de mayor participación e inclusión social. 

Reacio a mostrarse como un ex presidente, Eduardo Frei opta en su plataforma online por hacer analogías con la geografía del país. «Creando océanos azules, despejando la cordillera» es su idea fuerza disponible en www.oceanosazules.cl. Arrancando de sus socios de la Concertación y con un mensaje más propio de partidos ecologistas que de un ex presidente que inauguró los gaseoductos, Frei invita a los chilenos a sumarse a su candidatura. En la misma lógica ajena a los partidos, en www.pinera2010.cl el candidato de la Alianza habla de un «Chile con todo… Chile con todos». Si en 2005 el mismo Piñera transmitía sólo sus ganas de ser presidente – «Piñera Presidente» fue su escueta idea fuerza- en esta elección opta por ser un motivador más cercano al Tom Cruise de Jerry Maguire con su célebre frase show me the money!

Cuando la estrategia es imitar modelos exitosos, no siempre las adaptaciones dan buenos resultados. Tanto Frei como Piñera aspiran a interpretar los «sueños» de los chilenos para sumar apoyos. Preocupado del destino del ser humano en un mundo incierto, Frei aspira a convertirse en el Al Gore criollo. En sus ganas de parecerse a Obama, Piñera se asocia más al Lavín del ´99 y 2005 cuando invita a los chilenos a liderar el «cambio» y escuchar sus «sueños». Hay que recordar que las campañas presidenciales de Gore en 2000 y Lavín -en sus dos versiones- terminaron por convertirse en derrotas con sabor a triunfo, pero derrotas al fin y al cabo.

Con un lenguaje novedoso y con menos recursos y adherentes que Frei y Piñera, Marco Enríquez-Ominami se define como «El futuro» en www.marco2010.cl. Si bien hasta ahora no sabemos a cabalidad cuál es su lectura del país, su idea fuerza refleja tanto la novedad en sí misma de su candidatura como las ganas de entrar en una batalla donde todos -menos él- son viejos conocidos.

Siempre tomamos una decisión cuando recibimos una invitación a un matrimonio. Si el parte es atractivo y transmite tanto la historia de amor de los novios como sus ganas de compartirla, nos dan ganas de celebrar con ellos. En cambio si el parte se centra sólo en los apellidos y los nombres de multitienda, la invitación puede desecharse o pasar a ser un trámite. La invitación que Frei y Piñera envían a los ciudadanos a través de sus ideas fuerza es confusa. Cuando sus rostros en la prensa reflejan el cansancio de su propia historia política, en sus plataformas online se muestran como los representantes del «cambio» para realizar los «sueños» de miles de chilenos. Aunque el maquillaje digital puede ayudar a retocar ciertas arrugas, sus lecturas del país convertidas en mensajes de campaña suenan a chiste repetido para llegar a La Moneda. 

*Arturo Arriagada es académico, Escuela de Periodismo Universidad Diego Portales.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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