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Córtenla: Santiago no es Chile.

Ya no sirve más de lo mismo; esos discursos paternalistas, los pequeños fondos, las promesas vacías. Piñera sueña con el Mapocho navegable, Frei vuelve a prometer la mera elección de consejeros regionales que ya prometió en ¡1998!…


Por Esteban Valenzuela*

El resentimiento provinciano crece con total fundamento. No queremos ser odiosos, pero el reciente «Día de las Regiones», celebrado en una docena de ciudades, parece no ser oído. En estas semanas se anuncian millonarios parques por todo el Mapocho (mientras en Temuco, Calama o Rancagua el «Estado» no administra parques), un nuevo mega complejo deportivo en la ribera del río para los juegos ODESUR (el Chile loco, a diferencia, de Australia, España, Argentina o Colombia que han aprovechado eventos, deportivos internacionales para invertir y lucir otras ciudades: ¿Por qué no Concepción o La Serena-Coquimbo?); el mismo Congreso se encamina a construir una megabiblioteca «ciudadana» en pleno centro de Santiago, que se sumará a la ya «mega» en Matucana y a la «Nacional», (le hemos pedido al Presidente de la Cámara que se expanda y construya en Valparaíso una biblioteca abierta al consorcio universitario que necesita dinamizarse); el «Estado» construirá el nuevo Teatro Teletón que se sumará a la atiborrada explosión de recintos municipales en la ciudad de las «oportunidades». Incluso, quieren ampliar los museos en el subterráneo del Parque Forestal (imagínese que el Guggenheim de Bilbao estuviera en un sótano de Madrid).  El resto se conoce: inversión millonaria en transporte, la única ciudad con plan de descontaminación financiada, subsidio a la «micro», concentración de los recursos del royalty para ciencia y tecnología.  En regiones cosas menores, se rescata el plan BID de Valparaíso y las inversiones en estadios, y proyectos medianos bicentenario. Pero no hay apuesta por dibujar otro Chile.

Ya  no sirve más de lo mismo; esos discursos paternalistas, los pequeños fondos, las promesas vacías. Piñera sueña con el Mapocho navegable, Frei vuelve a prometer la mera elección de consejeros regionales que ya prometió en ¡1998!

Con Marco Enríquez-Ominami hay un compromiso «creíble» para implementar lo que han materializado todos los países democráticos avanzados: elección de los gobiernos regionales, recursos fuertes con ley de co-participación en impuestos nacionales, mega-inversiones, fomento a consorcios de innovación en regiones.

Autonomía, recursos, pro-actividad: la ecuación innovadora que dibujará otro Chile. No más migajas, dejen demostrar que Santiago no es Chile.

 

*Esteban Valenzuela es diputado Independiente por Rancagua, coordinador programático de la candidatura de Marco Enríquez-Ominami.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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