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Panamá: en tierra derecha

El tratamiento diplomático del tema que ha llevado a cabo Samuel Lewis, Canciller del gobierno de Torrijos ha sido muy bien evaluado, mostrando respeto por los deudos y por el honor de la palabra


Por Jaime Troncoso*

 
El pasado 3 de mayo los ciudadanos de Panamá concurrieron a las urnas  para elegir un nuevo Presidente de su país y a los miembros del parlamento, por un nuevo período de cinco años.
Superando ampliamente la mayoría absoluta, el empresario de derecha Ricardo Martinelli triunfó en las elecciones presidenciales. Centrando su campaña en la lucha contra la delincuencia y en la promesa de más trabajo y equidad, planteó focalizar su gestión en la atracción de inversión extranjera, además de optimizar la explotación de su principal fuente de ingresos, el Canal de Panamá.

Por su parte, el saliente Presidente Martín Torrijos deja el poder con un apoyo popular de más del 60%, toda una paradoja a la luz del cambio de signo político del futuro Presidente de la nación canalera. Si bien no se logró la continuidad en el poder del partido de Torrijos, sí se le reconoce una gestión exitosa, especialmente en lo que se refiere en inversión en infraestructura –con grandes obras para la ampliación del canal- y en el desarrollo inmobiliario y  turístico que ha experimentado el país.

En el ámbito económico, el balance comercial  es más que positivo, lo que ha llevado a los expertos a calificar a Panamá como “el Dragón Latinoamericano”, sin  soslayar que es el único gobierno centroamericano que ha logrado reducir significativamente los niveles de pobreza en el país.
Torrijos, al reconocer el triunfo de la alianza opositora, expresó: “Haremos entrega de nuestras responsabilidades al próximo Presidente de la República, con la confianza de que sabrá honrar la palabra empeñada”.

 Y si de palabra empeñada se trata, para el equipo chileno que lleva a cabo el proceso de negociación con el gobierno de Panamá relativo al accidente aéreo que le costó la vida al General Director de Carabineros Alejandro Bernales y a su comitiva, la palabra empeñada del Presidente Torrijos de llevar a cabo este proceso con la mayor colaboración posible y con actitud constructiva, ha sido un extraordinario signo de respaldo y confianza, que ha permitido llegar en buenos términos a lo que se vislumbra como el final de este doloroso proceso.

En vísperas del primer aniversario de muerte del General y su comitiva el próximo 29 de mayo, el equipo negociador se reunirá el lunes 11 de mayo en Buenos Aires, ocasión en la que se espera avanzar de manera sustantiva en un resultado honroso para las partes, que buscan, además de llegar a un acuerdo en los montos de las indemnizaciones, concretar un resultado que ennoblezca la memoria de los fallecidos y ratificar la unidad de ambos pueblos.

El tratamiento diplomático del tema que ha llevado a cabo Samuel Lewis, Canciller del gobierno de Torrijos ha sido muy bien evaluado, mostrando respeto por los deudos y por el honor de la palabra empeñada. Por su parte, el Gobierno chileno ha realizado un férreo ejercicio de defensa a sus ciudadanos y ha obrado con el cuidado que se requiere para no dañar las relaciones bilaterales con un país que resulta estratégico para el comercio con el resto del mundo. Estamos a la expectativa.

*Jaime Troncoso es periodista.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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