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El Programa Económico de Enríquez-Ominami

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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Enríquez-Ominami y sus asesores han tenido el coraje de plantearse temas que están en el centro de las decisiones fundamentales que un próximo gobierno, y tal vez los que sigan, tendrán que enfrentar…


Por Luis Eduardo Escobar*

Marco Enríquez-Ominami fue el último en sumar su nombre a la lista de precandidatos presidenciales y, sin embargo, fue el primero en presentar propuestas de un «programa económico».  Por lo que ha salido en la prensa hasta ahora las propuestas incluyen una reforma tributaria que elimina las exenciones, privatización parcial de las empresas públicas, eliminar la regla fiscal y aumentar el gasto público, introducir un mayor grado de «adaptabilidad» laboral, y  la construcción de un tren de alta velocidad desde Santiago a Puerto Montt.

Lo novedoso a mi juicio radica no en las propuestas en sí, algunas de las cuales se han discutido por años, sino en las prioridades que fija Enríquez-Ominami. En primer lugar, la reforma tributaria con un impuesto plano sin exenciones en el impuesto a la renta y eliminando el IVA en algunos rubros. Esto pone sobre la mesa que el sistema actual, con exenciones equivalentes a 4% del PIB o unos US$6.800 millones anuales, y grandes oportunidades de elusión es poco equitativo si no regresivo. En esta línea, la eliminación de la regla fiscal es conceptualmente correcta y más equitativa desde el punto de vista inter generacional. Falta, al menos en los reportes hasta ahora, proponer en qué se gastarían los recursos adicionales.

La privatización de una parte de las empresas públicas, es un reconocimiento al hecho que las empresas públicas no tienen la eficiencia deseada. Pero hay algunas que no podrán ser privatizadas. Este es el caso del Metro y EFE que, por muy eficientes que sean, no podrían pagar por la infraestructura que usan. La privatización de Codelco requiere de cambios constitucionales y resolver el tema del financiamiento de las compras de las FFAA.

La adaptabilidad laboral, nótese el cambio de terminología, es otro tema que está en el centro de las discusiones económicas nacionales. Habrá que ver cómo el concepto se concreta en propuestas prácticas para poder opinar sobre su viabilidad y conveniencia.

En resumen, Enríquez-Ominami y sus asesores han tenido el coraje de plantearse temas que están en el centro de las decisiones fundamentales que un próximo gobierno, y tal vez  los que sigan, tendrán que enfrentar. Sería bueno que los otros candidatos también presenten al país propuestas que, en su opinión, permitirán construir un país mejor para todos. Lo que ya se vislumbra es que esta no es una tarea para un grupo o una coalición política por sí sola, es una tarea nacional que requerirá de diálogos y acuerdos nacionales.

*Luis Eduardo Escobar es Economista, Fundación Chile 21.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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