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En drogas, todos contentos

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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Todo este populismo y sobre reacción penal por la provisión de drogas se desata pese a que la población en la práctica no denuncia, no se siente víctima de esas conductas, ya que en el año 2008 solamente 832 personas hicieron denuncias por infracciones a la ley de drogas.


Por Ibán de Rementería*

El asunto de las drogas tiene la gran ventaja comunicacional de dejar a todos contentos. Así tenemos que los resultados del VIII Estudio Nacional de Drogas del CONACE  son presentados por su Dirección como el éxito de la Política Nacional de Control de Drogas, ya que se habría logrado contener la epidemia de la droga al disminuir el  consumo actual de marihuana -uso en el último año- en un 11,1 %, de 7.2% a 6,4% entre el 2006 y 2008. Por su parte la oposición denuncia que aquella política es un fracaso frente al flagelo de las drogas ya que el uso actual de clorhidrato de cocaína es el más alto desde que se llevan estas estadísticas y que habría aumentado su uso actual en un 27,8% de 1,3% a 1,8% entre  2006 y 2008, este consumo se ha duplicado desde 1994.

Además, el consumo actual de pasta base de cocaína, el flagelo juvenil, aumentó de 0,6% a 0,7% en un 16,7% en aquel período. Asimismo, el precio de la cocaína ha disminuido en un 20%, la explicación oficial es que atribuir esa caída al eficaz control policial es en lo económico incorrecto, ya que así como disminuyó el consumo de marihuana debido a que su precio subió, aumentó el consumo de clorhidrato de cocaína debido a que su precio bajó, mientras que el consumo de base se mantuvo estable al igual que su precio. Finalmente, el aumento del consumo entre los adolescentes y jóvenes indica que no hay capacidad de contención ni de la demanda ni de la oferta de drogas.

No obstante lo anterior, según aquellas mismas estadísticas pero leídas en términos positivos, podemos afirmar que en el último año el 93,6% de los habitantes del país mayores de 12 años y menores de 65 años no usaron marihuana. Asimismo podemos afirmar que dentro de ese grupo de edad, de casi nueve millones de personas, el 98,2% no usó clorhidrato de cocaína y el 99,3% no consumió pasta base de cocaína en igual período. Además, sabemos que el 97% de esa población no usó ninguna droga en el último mes. Por otra parte, sabemos que 77% de quienes usaron alguna vez en su vida marihuana han dejado de hacerlo, así como el 78% del quienes usaron pasta base y el 76% de los que usaron clorhidrato de cocaína también dejaron de consumirla. En comparación, sólo el 13% de los que bebieron alcohol y el 33% de los fumaron tabaco han dejado de hacerlo. También sabemos que del total de quienes hacen uso actual de drogas en el 91.4% de los casos es consumo de marihuana, lo cual ni medica ni socialmente se considera un consumo preocupante, es decir que nadie se ha muerto por eso y que muy pocos tienen conductas inaceptables debido a su consumo, pero se dice que es la «puerta de entrada» a las otras drogas que si son peligrosas para el usuario, su entorno familiar y comunitario o social. Sin embargo, solamente el 7,4% de quienes alguna vez usaron marihuana consumirían  en la actualidad base o clorhidrato de cocaína, así que tal puerta es bastante estrecha. Quienes estarían en riesgo de tener problemas con las drogas son alrededor del 40% de aquellas personas que han usado alguna de ellas en el último mes, algo más del 1% de la población en referencia, unas 109.000 personas.

Veamos ahora como reaccionan nuestras autoridades ante estas noticias que deberían de ponernos «lleno de contento» como dice la canción. En el año 2003, 18.160 personas fueron detenidas por infracción a la ley de drogas, en el 2008 las personas detenidas por las mismas infracciones se elevaron 38.274 personas con un crecimiento del 110,8%, de ellos, el 8,5% lo fue por consumo y el 60,4% porte de drogas, mientras que sólo el 28,2% fue detenida por tráfico de drogas, además algo así como el 65% tenían menos de treinta años, está claro que los únicos que no están contentos son los jóvenes. Lo anterior se debe a que la actual ley de drogas tipifica y sanciona el porte o posesión de ellas sin necesidad de probar el hecho de traficar, como acto o intensión de transferir esas sustancias a un tercero, así como a la norma administrativa de salud inducida por CONACE que calificó a la marihuana como droga dura, lo cual aumenta las penas e impide la aplicación de salidas o medidas alternativas al proceso penal o a las penas  privativas de libertad.

Todo este populismo y sobre reacción penal por la provisión de drogas se desata pese a que la población en la práctica no denuncia, no se siente víctima de esas conductas, ya que en el año 2008 solamente 832 personas hicieron denuncias por infracciones a la ley de drogas, pero se efectuaron 38.274 detenciones – 46 detenciones por denuncia-, en ese mismo año la población del país hizo 455.070 denuncias por los delitos de mayor connotación social, por lo cual fueron detenidas 144.164 personas – 0,37 detenidos por denuncia-, por robo con fuerza se hicieron 173.659 denuncias, es el delito que más denuncias causó, y se detuvieron 15.790 personas – 0,09 detenidos por denuncia-, es decir, para perseguir este delito que es el de mayor connotación social se detiene al 41,3% de los detenidos por drogas que prácticamente no tiene denuncias. Empleamos el 26,5% del esfuerzo y recursos policiales en perseguir un delito que sólo afectaría entre el 1% a 3% de la población distrayéndolos de la persecución de los otros delitos de mayor connotación social que afecta al 12% las personas y al 38% de los hogares del país. 

*Ibán de Rementería, Corporación Ciudadanía y Justicia.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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