El ministro de salud se ha visto enfrentado a diversas dificultades. Por una parte a la forma y estilo cómo hacen las cosas algunos funcionarios y servicios de salud, lo que no está en sintonía con la urgencia y circunstancias que se requieren y por otra, ha debido lidiar con la pesada carga de…
Por Pablo Rodríguez*
Chile y el mundo enfrentan una compleja y difícil coyuntura sanitaria. La influenza humana se ha transformado en una pandemia. En nuestro país esta coyuntura tiene una particularidad, ya que ha coincidido con el adelanto del virus respiratorio sincicial, lo que ha hecho la situación aún más difícil y ha significado que los servicios de atención, tanto públicos como privados, se han visto sobre demandados y varios de ellos han colapsado.
Lo más dramático de esta situación, han sido las largas horas de espera que han debido enfrentar las personas para acceder a una atención médica de urgencia, siendo más crítica cuando afecta a niños y ancianos.
A pesar de la compleja situación que se está viviendo, los equipos de salud han enfrentado esta emergencia con un alto grado de responsabilidad y compromiso ético, lo que es necesario valorar adecuadamente.
Las autoridades del Ministerio de Salud han realizado y están realizando importantes esfuerzos para enfrentar esta emergencia, aunque debemos señalar que en algunos lugares estos han sido insuficientes. El ministro de salud se ha visto enfrentado a diversas dificultades. Por una parte a la forma y estilo cómo hacen las cosas algunos funcionarios y servicios de salud, lo que no está en sintonía con la urgencia y circunstancias que se requieren y por otra, ha debido lidiar con la pesada carga de la burocracia estatal que muchas veces condiciona negativamente la búsqueda de soluciones oportunas.
El Colegio Médico de Chile frente a esta situación, ha mantenido una férrea actitud de cooperación. Entendemos que la actual coyuntura es un tema país y como tal debemos enfrentarla.
Por ello es que promovimos hace algunos días la realización de una reunión de trabajo a nivel nacional en conjunto con las autoridades de salud. El propósito fue coordinar los mayores y mejores esfuerzos con los médicos clínicos a lo largo del país, ya que son ellos quienes están en el día a día en la atención de los pacientes y han redoblado sus esfuerzos para brindar una atención lo más oportuna posible.
A nuestro juicio debemos transformar la actual coyuntura en una oportunidad. Para ello es necesario combinar las soluciones inmediatas con la búsqueda de aquellas soluciones más estructurales y de fondo que requiere el sistema público de salud.
En este sentido, tal como lo señalamos hace algún tiempo, se debe segregar a las personas con problemas respiratorios del resto de los pacientes con otras patologías. Se deben habilitar lugares especiales de espera para los pacientes que pasan largas horas esperando sin ser atendidos. Se debe fortalecer los equipos de salud, en particular la dotación de médicos de los servicios de urgencia y los SAPU. Para ello se debe dar inicio inmediato de la contratación de 200 médicos que se acordó con las autoridades de la salud el año 2008. Se deben comprar ahora los equipos necesarios, especialmente respiradores y se debe continuar en la reconversión de camas y su manejo centralizado.
Lo más seguro es que esta no será la última emergencia sanitaria que deberá enfrentar el país, por ello debemos prepararnos desde ya para enfrentar este tipo de situaciones en mejores condiciones.
*Pablo Rodríguez es presidente del Colegio Médico.
