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La consolidación del camino

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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La institucionalización de Chile Crece Contigo es una señal política muy fuerte y manifiesta la voluntad colectiva de combatir las desigualdades desde la cuna. Ello exige hacer esfuerzos preferentes con la infancia, protegiéndola desde su gestación, porque las desigualdades comienzan a incubarse…


Paula Quintana Meléndez*

El Congreso Nacional ha aprobado el Proyecto de Ley que crea el Sistema Intersectorial de Protección Social e institucionaliza el Sistema de Protección Integral a la Primera Infancia Chile Crece Contigo. Esto constituye un gran avance en la lucha por hacer del nuestro un país más equitativo e inclusivo, y consolida el tránsito desde una perspectiva de satisfacción de necesidades hacia una de protección social fundada en derechos.

Dos son los pilares de este sistema y el legislador plantea los mecanismos para que se incorporen otros programas que requieran una estrategia de trabajo intersectorial. La institucionalización de Chile Crece Contigo es una señal política muy fuerte y manifiesta la voluntad colectiva de combatir las desigualdades desde la cuna. Ello exige hacer esfuerzos preferentes con la infancia, protegiéndola desde su gestación, porque las desigualdades comienzan a incubarse allí y se perpetúan e incluso se acrecientan a lo largo del ciclo de vida si no se aplican políticas públicas correctivas.

Con esa perspectiva de acción, ya anunciada en su programa de gobierno, la Presidenta Bachelet convocó a un Consejo Asesor en Políticas de Infancia, conformado por especialistas de alto nivel, cuyas recomendaciones fueron la base para la creación de Chile Crece Contigo. Desde el punto de vista de los propósitos de justicia social que han inspirado su mandato, tengo la convicción que esta transformación, junto a la Reforma Previsional, constituirán los dos mayores legados de la Presidenta en el ámbito de la política social.

Este sistema ofrece un apoyo integral al desarrollo biológico, sicológico y social de los niños y niñas que se atienden en el sistema público de salud, desde el primer control del embarazo hasta los cuatro años. Los primeros años de vida son clave para el desarrollo nutricional, del lenguaje, los hábitos y las habilidades sociales. Por lo tanto, se pone a disposición de los menores toda una red en salud, educación y cultura, con el propósito  que lleguen a desplegar al máximo sus capacidades en la vida. Existe también una preocupación especial por la madre, lo que implica un reforzamiento de los controles de embarazo y una atención personalizada en el parto.

Un factor clave de este sistema es la garantía de acceso, jornada completa, a sala cuna, jardín infantil o sus modalidades equivalentes para todas las madres que estudian, trabajan o buscan trabajo y no disponen de arreglos domésticos para cuidar a sus niños, y que pertenecen al 60% de las familias más vulnerables. Ello permitirá mejorar las posibilidades de desarrollo de cientos de miles de mujeres junto con asegurar buenos cuidados para sus hijos e hijas.

El segundo pilar que se consolida es Chile Solidario, orientado a la lucha contra la pobreza y la indigencia, y basado en un enfoque innovador de política social, que se centra en acompañar sistemáticamente a las familias ligadas a la pobreza dura, a los hijos de personas privadas de libertad, a los adultos mayores que viven solos y a las personas en situación de calle e irlas dotando de capacidades para que logren un camino de superación y autonomía. Esto es todo lo contrario del asistencialismo: es integrar a la sociedad y entregar oportunidades de autovalencia a quienes más lo necesitan, respetando su dignidad.

En definitiva, con la aprobación de esta ley, Chile está haciendo una apuesta estratégica por nuestro capital humano con una perspectiva de equidad. El reforzamiento del sistema de protección social significa poner un fuerte énfasis en la protección e igualación de oportunidades para nuestros niños y niñas, lo que acelerará sin duda nuestro camino hacia un desarrollo inclusivo. Asimismo, significa potenciar nuestras herramientas de lucha contra la pobreza y asegurar mejores oportunidades para las personas más vulnerables.

Este avance legislativo representa también un fortalecimiento del rol del Ministerio de Planificación como articulador y coordinador de las políticas sociales. Junto con ello, se está validando un modelo de gestión de políticas sociales de última generación, ampliamente reconocido a nivel internacional.

Todo lo anterior reafirma que el camino de fortalecimiento de la protección social impulsado por la Concertación y, especialmente por este gobierno, ha sido correcto y exitoso, y adquiere hoy el carácter de una auténtica política de Estado, ampliamente respaldada por parlamentarios de gobierno y oposición. A todos ellos cabe un reconocimiento por este gran aporte a nuestra institucionalidad social. Se consolida así un camino que es motivo de orgullo para Chile y que constituye el sello más profundo de la gestión de la Presidenta Bachelet.

*Paula Quintana Meléndez es Ministra de Planificación.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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