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Los costos de la paralización del Magisterio

Darío Vásquez
Por : Darío Vásquez Secretario General Colegio de Profesores de Chile Fuerza Social y Democrática
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Siempre las negociaciones del gremio tuvieron un fruto, escasos o mezquinos, como ha sido habitual en estos gobiernos. Pero esta es la primera negociación con una huelga tan larga en que los profesores no ganan absolutamente nada.


Con la aprobación del presupuesto de Educación 2010 ha caído el telón para el Colegio de Profesores en su intento por lograr el pago íntegro del Bono SAE y la solución de la Deuda Histórica.

Resulta inexplicable la decisión del gobierno de desconocer los puntos acordados en el Parlamento, específicamente en la Comisión Nacional sobre la Deuda Histórica. El gobierno fue capaz de mentir para llevar a cabo sus propósitos a costa de miles de docentes esperanzados por mejor su calidad de vida. Esta actitud se agrega al dictamen del despojo del contralor por el pago legal del Bono SAE.

Estas maniobras evidencian el maltrato al que se somete al profesor. Además, desnuda la crisis en que está sumida la educación en Chile con un deficiente financiamiento, el fracaso de la municipalización y las pésimas condiciones laborales de los maestros. La actual política educacional tiende a mantener y profundizar el déficit en materia de equidad y calidad en perjuicio de los niños, niñas y jóvenes.

La huelga fue provocada por la negativa del gobierno a conformar una real mesa de negociación y las escasas reuniones con alcaldes y el Mineduc que fueron un verdadero diálogo de sordos ante la negativa permanente a tratar los temas propuestos. Esto provocó un movimiento gremial que se fue desgastando en el tiempo y en el que los errores de la conducción jugaron un papel determinante para la derrota.

Nuestra postura permanente fue apoyar la movilización, a pesar de nuestras opiniones contrarias a la forma en que se llevaba a efecto. Respecto a las demandas, insistimos siempre en la necesidad de no mezclar dos temas distintos. Estimamos correctamente que la única manera de salir al paso al dictamen de la Contraloría General de la República y al intento de dejar el Bono SAE en cero por parte del gobierno era presentando demandas judiciales en todas las comunas del país. Pero tozudamente se insistió en mantenerlo como tema a discutir con el gobierno.

Nunca se asumió el error del presidente nacional que aceptó unilateralmente a nombre del gremio, que el contralor general se pronunciara sobre el monto a pagar del Bono SAE. Y que en ese mismo acuerdo, se dejara sin el “abono” de $500.000 a ocho mil docentes que se acogieron a retiro y otros que estaban a contrata.

Los mensajes incompletos y tendenciosos entregados durante el paro tergiversaron lo planteado por las autoridades. Esta situación generó muchas veces expectativas irreales y en otros casos una confusión que lamentablemente se mantiene hasta hoy.

Lo avances sobre la Deuda Histórica no responden a la actual conducción del gremio, sino a gestiones anteriores. Cabe recordar que el presidente escasamente participó en las sesiones programadas durante los años previos a asumir la dirigencia del Colegio.

Siempre las negociaciones del gremio tuvieron un fruto, escasos o mezquinos, como ha sido habitual en estos gobiernos. Pero esta es la primera negociación con una huelga tan larga en que los profesores no ganan absolutamente nada. A esto se suman las amenazas de descuentos, la extensión del período escolar hasta enero, la pérdida de matrículas en el sector municipal, así como el apoyo logrado en el Parlamento y la sociedad.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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