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Cómo perder esta elección

En la Concertación también hay millonarios (y muchos) y hace 20 años que afamados políticos gobiernistas van de la política a los negocios sin asco alguno, varios ex ministros entre ellos, que ahora no vacilan en reprender a quienes osen no votar por Frei en enero.


Es difícil de creer, pero dirigentes políticos de la coalición gubernamental han declarado que el resultado del 13 de diciembre no fue malo, que no hay que ser pesimista.

Parecen creer que para ganar esta elección hay que seguir de frente, apretar los dientes, y dejar que el electorado se decante entre lo que ya se conoce del candidato gobiernista y del multimillonario. Pero eso está mostrando más porfía que entereza, más rigidez que valentía. Los primeros slogans de la nueva campaña de Frei precisamente se han concentrado en recalcar que Piñera es millonario y que no logra separar los negocios de la política.

Eso, por cierto, es muy criticable, pero en la Concertación también hay millonarios (y muchos) y hace 20 años que afamados políticos gobiernistas van de la política a los negocios sin asco alguno, varios ex ministros entre ellos, que ahora no vacilan en reprender a quienes osen no votar por Frei en enero.

Seamos sinceros: para los políticos profesionales de la Concertación parece más fácil negar los errores cometidos que reinventarse a marcha forzada para ganar la elección. Parece que su afamada pericia táctica al fin no era tal, y solo sirve para recetar más de lo mismo, insistiendo en que los que no votan por ellos serán los únicos responsables de que gobierne la derecha. ¿Pero cómo convencer a la mayoría de quienes no votaron por Frei  que hay que impedir que gobierne Piñera, si para ellos es tan difícil distinguir al candidato de derecha del de gobierno?

[cita]En la Concertación también hay millonarios (y muchos) y hace 20 años que afamados políticos gobiernistas van de la política a los negocios sin asco alguno, varios ex ministros entre ellos, que ahora no vacilan en reprender a quienes osen no votar por Frei en enero.[/cita]

La posibilidad de diferenciarlos por su inclinación a mejorar o ignorar los derechos de los trabajadores fue tempranamente desactivada por el gobierno. La oportunidad de marcar claras diferencias apoyando una reforma que haga más justo nuestro sistema tributario, fue monopolizada por los otros candidatos y en ese tema no existen propuestas de Piñera ni de Frei. Ambos se declaran fieles continuadores de la política social de la Presidenta: se comprometen a seguir financiando programas de subsidios para las familias más necesitadas y punto. Eso da amplia tranquilidad al candidato de derecha: su desapego a mejorar la vida de los trabajadores y los consumidores como legislador, su aprovechamiento de cualquier ventaja contra sus competidores como inversionista, su millonaria prosperidad en un país con una de las tasas impositivas sobre la riqueza empresarial más bajas, pasan desapercibidas.

Sólo los que crean que Frei sí quiere gobernar de una forma diferente, pensando en los intereses de las mayorías y no en los de un exclusivo club de políticos profesionales y empresarios poderosos, se inclinarán por él. Esa convicción no nacerá de algo que el candidato, quienes lo han acompañado hasta ahora en su campaña o los nuevos rostros que acuden en su auxilio, reiteren o prometan, porque no es creíble para muchos de los que no votaron por él. Probablemente gran parte de ese electorado se resignará a votar para que Piñera no salga electo, pero no todos lo harán, y esa porción puede ir aumentando los próximos días.

Si los que se dedican tiempo completo a la política no dan su mejor esfuerzo para conservar el poder, se muestran timoratos y conservadores, vacilan a la hora de admitir errores y aplicar cambios reales y profundos que hagan verosímil la oferta que el nuevo gobierno será una versión renovada y corregida de los anteriores ¿qué les queda a los cientos de miles de insatisfechos electores que esperaban mucho más que un gesto de parte de quienes ya llevan 20 años gobernando? Probablemente de ellos dependerá el resultado de esta elección y hasta ahora Frei y quienes lo apoyan no han mostrado empatía ni comprensión por ese apetito de cambio que esta vez será decisivo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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