Señor Director:
En relación al proyecto de la empresa Oriflama S.A. aparecido en la prensa durante el pasado mes de enero es necesario aclarar ciertos aspectos:
Sea que estén bajo las arenas de la playa o bajo las aguas, los restos del barco del siglo XVIII “Oriflama” son un Monumento Nacional (Ley N° 17.288 y Decreto Exento N° 311 Mineduc), lo que implica que ninguna parte de éste ni de su cargamento puede ser comercializada ya que son parte del patrimonio nacional.
El proyecto contraviene la Convención Internacional para la Protección del Patrimonio Subacuático de la Unesco (2001), que establece que estos restos deben conservarse in situ y que es incompatible su comercialización y su adecuada gestión y protección.
Oriflama S.A., ha desconocido las atribuciones del Consejo de Monumentos Nacionales, y ha realizado excavaciones ilegales, ante lo cual se ha solicitado resguardo policial para el sitio.
Usando el modelo de empresas internacionales “caza-tesoros”, Oriflama S.A. ha disfrazado el saqueo y destrucción de bienes culturales bajo una supuesta investigación científica seria. Si las presiones políticas dan resultado y se autoriza este proyecto, pisoteando la legislación patrimonial que ha impedido que estas empresas operen en nuestras costas, se generará un nefasto precedente y se posibilitara que estas lucren y destruyan el legado histórico y patrimonial de todos los chilenos.
Daniel Pavlovic
Directiva del Colegio de Arqueólogos de Chile A.G.
