Señor Director:
Recientemente la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, junto al intendente de la Región Metropolitana y el ministro de Transportes, sin que aún se oficialice, dieron a conocer en una actividad pública parte de las medidas que incorpora el nuevo Plan de Prevención y Descontaminación de Santiago (PPDA).
Al respecto me gustaría señalar que este Plan no da ganatías de mejoras considerables en la calidad del aire capitalino, ya que no se aborda de manera integral la problemática de la contaminación.
Si bien la autoridad destaca el trabajo técnico y la participación del sector académico, ONGs y la ciudadanía en el proceso de elaboración del Plan, muchas de las observaciones presentadas por las organizaciones que participaron activamente en todo el proceso no fueron incorporadas finalmente en esta nueva actualización.
Urge mirar el problema de la contaminación del aire en la Región Metropolitana como estructural, visualizando su relación con la capacidad de carga de la cuenca, agudizada por la expansión urbana horizontal de la ciudad, el crecimiento poblacional, el aumento del parque automotriz y de las actividades económicas que en ella se desarrollan. Todos indicadores que en los últimos años han aumentado significativamente, sin ningún control o planificación efectiva de parte de la autoridad.
En este escenario, habrá que esperar cuando se implemente la nueva institucionalidad ambiental, para ver cómo finalmente operarán los planes de descontaminación para la ciudad de Santiago y regiones.
Paola Vasconi
Fundación Terram
