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Ese nuevo Sernac financiero

Stefan Larenas
Por : Stefan Larenas Presidente de Organización de Consumidores y Usuarios (ODECU)
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Hay que recordar que los problemas de los usuarios del sistema financiero pueden amenazar la estabilidad de la economía en su conjunto, tal como fue el reciente caso de los bancos en los Estados Unidos.


Entre las propuestas realizadas durante la campaña presidencial de Sebastián Piñera, se hizo hincapié en la indefensión en que se encuentran los usuarios de los servicios financieros en nuestro país. Este diagnóstico, que fue compartido por los otros candidatos, demuestra que se trata de un problema que no sólo afecta  el sano funcionamiento de este mercado, sino también que se ha instalado en la población una gran desconfianza frente el sistema financiero.

Las enormes asimetrías  de información y comprensión entre los usuarios y los encargados del sistema financiero, además de  los abusos que cometen algunas de las instituciones que otorgan créditos, hacen que a nosotros como organización de defensa de los consumidores nos parezca necesario poner en  relieve este tema. Ahora que se iniciado el nuevo Gobierno es el momento de adoptar una serie de cambios.

[cita]Hay que recordar que los problemas de los usuarios del sistema financiero pueden amenazar la estabilidad de la economía en su conjunto, tal como fue el reciente caso de los bancos en los Estados Unidos.[/cita]

El Presidente Sebastián Piñera propuso la creación de un Sernac Financiero, que tenga un rol exclusivo en la defensa de los usuarios financieros  y fiscalice  las instituciones crediticias. En el fondo, una autoridad que realice en el sector financiero una función similar a la que actualmente hace el Sernac respecto a la venta de bienes y servicios. La propuesta fue formalmente anunciada por el Ejecutivo como parte de una nueva reforma al mercado de capitales.

Para poder implementar este proyecto se deben erradicar las fallas actuales en la legislación de los créditos en Chile. Primero se debe desarrollar una política de Educación Financiera de la población y mejorar su comportamiento frente a productos de crédito. Este es un gran vacío que existe en el mercado, ya que en la actualidad la complejidad asociada a los distintos conceptos relativos al crédito (comisión, tasa de interés, pagos mínimos, etc.) convierten al crédito en un servicio de alta complejidad de comprensión y entendimiento por la mayoría de las personas, lo cual dificulta un uso eficiente de este servicio.

No existen instancias en el Estado que faciliten el conocimiento del crédito en la población. Además, hay falta de información en la publicidad y promociones de créditos disponibles en el mercado, prácticas que lamentablemente contribuyen a la confusión de los consumidores.

Para que el proyecto del Sernac Financiero funcione, se debe aumentar las sanciones a las empresas que otorgan créditos, ya que la multa genérica máxima es de 50 UTM, la cual es baja para una empresa grande y esto no permite un cambio de conducta que erradique en definitiva las malas prácticas.

También se debe revisar la ley sobre  las operaciones de crédito, la cual permite el cobro de intereses  sobre intereses, lo que hace imposible que el deudor se ponga al día en sus acreencias  y que lleva a muchas familias a  entrar en el círculo interminable del endeudamiento, con  todas las consecuencias sociales que esto implica.

Sin estos cambios en las prácticas actuales de la entrega de créditos, la idea de un Sernac Financiero será aún más difícil de implementar.

Hay que recordar que los problemas de los usuarios del sistema financiero pueden amenazar  la estabilidad de la economía en su conjunto,  tal  como fue el reciente caso  de los bancos en los Estados Unidos.

En efecto, al analizar las causas de la crisis financiera de 2008, uno de los problemas detectados por la administración  del Presidente Barack Obama fue que los  usuarios  de créditos por lo general no entienden lo que leen y  sólo firman los contratos, lo que lleva a que al momento de pagar su deuda se  encuentran con sorpresas  desagradables. Más aún, esto permitió que muchos especuladores, particularmente los inmobiliarios, hicieran  crecer esta “burbuja” que en definitiva terminó por colapsar. Esto dio pie para que el gobierno norteamericano junto con poner fuertes sumas de dinero para el rescate financiero de los bancos, entregara fondos  sustantivos para la educación financiera de los ciudadanos.

En Chile, hoy es el momento de enfrentar el tema.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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