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Repensar el Metro de Santiago

Piñera respaldó esta propuesta porque la comuna de Cerrillos es la única comuna popular de la Región Metropolitana que le dio mayoría de votos.


Entre las omisiones del discurso del Presidente Piñera del 21 de Mayo, resalta la ninguna referencia a la expansión de la red del Metro de Santiago.

Puede ser una buena omisión si se interpreta como que la expansión se está revisando y que una nueva racionalidad se aplicará  en el futuro.

El Metro se ha trasformado en el mejor medio de transporte de la capital. El que puede subirse al Metro lo hace, y sólo los que no pueden usarlo por no estar a distancia caminable de sus estaciones, toman los buses, ya sean los alimentadores o los troncales. Como consecuencia directa de esta preferencia, y como lo han señalado varios expertos, la única solución real del llamado Transantiago está en ampliar la red del metro creando nuevas líneas que vayan reemplazando a las llamadas líneas troncales servidas por los lentos buses oruga con asientos incómodos y con tres puertas traseras  de bajada.

Recuperar la racionalidad en la expansión del Metro significa evitar nuevos errores gruesos como el diseño de la línea que servirá a Maipú desde fines de este año. Esta nueva línea conectará a la comuna más populosa de la Región Metropolitana, en  forma tan arbitraria que obligará a los pasajeros  a viajar hasta la estación San Pablo, para luego transbordar y retroceder para conectar con la Línea 1 que les permitirá llegar a las grandes estaciones de transferencia: Pajaritos, Estación Central, Los Héroes y Baquedano.

[cita]Piñera respaldó esta propuesta porque la comuna de Cerrillos es la única comuna popular de la Región Metropolitana que le dio mayoría de votos.[/cita]

¿Por qué no se conectó directamente la línea de Maipú con la Estación Pajaritos en la Línea 1? Se argumentó: para no recargar la Línea 1 que estaba a punto de colapsar. Pero si al final, usando más tiempo y más estaciones, el grueso de los pasajeros de Maipú finalmente van a llegar a la  línea 1  y si a ellos se van a sumar los que vendrán desde San Pablo y las comunas del norponiente entonces lo que se temió inevitablemente ocurrirá: en el año 2011  la principal línea del Metro colapsará.

Al final del Gobierno de la Presidenta Bachelet el Directorio del Metro de Santiago le presentó para su elección  tres alternativas de nuevas líneas, entre las cuales se  eligió la única  sobre la cual se publicitaron detalles: una Línea 6 que partiendo desde Cerrillos avanza hacia el oriente siguiendo el viejo trazado del ferrocarril  interurbano, llega a Franklin y avanza hasta la Estación Tobalaba, que conecta con la Línea 1 y con la 4 que viene de Puente Alto.

En sus primeras declaraciones Piñera respaldó esta propuesta porque la comuna de Cerrillos es la única comuna popular de la Región Metropolitana que le dio mayoría de votos. Es además una línea de circunvalación que tiende a incorporar comunas que no tienen acceso al Metro, comunas que actualmente deben movilizarse usando buses y a las cuales les vendrá bien un impacto inmobiliario pues pasa por zonas  decaídas de la ciudad. La rehabilitación del aeropuerto de Cerrillos  reforzará la parte inicial de esta nueva línea.

Pero la Línea 6 no aliviará la Línea 1 del Metro. Si no hay ideas innovadoras y de corto plazo el colapso se producirá inevitablemente.

Los expertos coinciden que la solución del recargo de la Línea 1 tendrá su solución definitiva y eficiente sólo con la construcción de una línea expresa por debajo de la actual y que solo tenga detenciones en las principales estaciones de transferencia de la actual Línea 1.Seguramente se iniciará en Pajaritos y cubrirá hasta la Escuela Militar. Es una solución a largo plazo y de elevado costo. Deberá esperar hasta concretarse.

El ingeniero Remberto Echeverría  ha propuesto una idea original  que puede dar alivio pronto  a la Línea 1 y a un costo financiable. Se trata de prolongar la Línea 4 desde su Estación  Terminal de Tobalaba por el costado sur del río para seguir una ruta paralela a la Línea 1 y llegando hasta la estación Baquedano o  eventualmente hasta la Plaza de Armas. Esta línea  aliviaría el tráfico de pasajeros en ambos sentidos de la Línea 1 y sin ser una solución definitiva daría tiempo para estudiar otros trazados más complejos.

Es de esperar que las nuevas autoridades del Metro de Santiago y el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones recojan esta iniciativa y apliquen nuevos criterios que den solución a la compleja situación que enfrenta el transporte en la ciudad capital.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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