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El retroceso de Clarin.com


Me gusta Clarin.com, lo que me lleva a revisarlo constantemente para ver en qué anda y qué proyectan desde sus páginas. Muy buenas cosas han salido de parte de sus profesionales (por ejemplo, Ruta 66) y, por lo mismo, siempre se espera más de ellos.

Por eso el anuncio de su rediseño, me llevó a revisarlo para encontrar las novedades que marcaran este mercado para los tiempos tan interactivos que vivimos.

Pero, la verdad sea dicha, creo que hicieron un diario digital antiguo. Probablemente hicieron un “diario” (de esos de papel que solía haber antes) y no un medio digital, de aquellos que se transforman en el centro de la interacción y generan posibilidads múltiples de actividades para todos sus visitantes, quien de manera rápida, se convierten en usuarios. Es decir, hicieron un espacio para leer y mirar al estilo de los años 00’s, cuando lo que hay que construir por estos días es un centro multitarea, digital por convicción e impulsor de la participación y la vida online de quienes llegan a visitarlo.

En el nuevo esquema, tal como plantea el artículo del propio diario que anuncia el rediseño, está orientado a hacer más visible el contenido y por ello buscan que la portada sea un gran centro de distribución y que las portadas de secciones (que ellos llaman subhome) cumplan una tarea similar. Al respecto explican que “cada sección de Clarín.com tiene, además, una subhome que agrupa decenas de temas específicos que, en muchos casos, pasan por la home, y en otros se publican directamente en esa subhome para que los lectores puedan acceder directamente a los 20 o 30 temas más destacados de, por ejemplo, Deportes o Política.”

Sin embargo, esa solución parte de la premisa de que los usuarios hacen uso de una forma de navegación ordenada, vale decir, que van avanzando de portada a subportada y así en adelante. Nada menos cierto, porque lo no-lineal y el acceso aleatorio desde diferentes orígenes digitales (los resultados de un buscador o el enlace provisto desde un blog, por ejemplo) requiere que cualquiera página sea la portada. Hoy, la nueva interfaz no me ofrece nada aparte de lo que ya elegí ver. Lo interesante es que la oferta se expandiera y pudiera haber un mundo de actividades que me motivara a seguir navegando… ésa debe ser la promesa de lo diarios digitales del año 10.

Si a eso se le suma un uso inadecuado de los espacios en el despliegue de los artículos (sólo usan la mitad del espacio y dejan la zona de la derecha vacía), se ve que hay áreas en que se pueden trabajar mejoras. De acuerdo al artículo que comentamos, allí habrá contenido especial: “A la derecha del site, ahora Clarín.com tiene una columna que, aunque cambia de sección en sección, está diseñada para ofrecer a los usuarios tanto un acceso a productos multimedia, como a las herramientas y servicios que permiten buscar películas, obras de teatro, encontrar una calle en Mapas Clarín, ver espectáculos recomendados o acceder a sitios verticales como EntreMujeres o Biencasero.com.” El problema es que cuando no hay esa información, se pierde mucho espacio.

En fin, un diario ordenado, pero que no consigue seducir al que lo visita ya que su único fin es que tenga una experiencia en torno a sí mismo y no como el punto de partida de una experiencia digital. En eso, queda en deuda.

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