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Con Dios y Con el Diablo


Cuando Sebastián Piñera, el candidato, se reunió con los uniformados en retiro, éstos creyeron entender que se comprometía a que las leyes se aplicaran rectamente a los procesados y presos de ese sector, que son los únicos presos políticos que hay en Chile, si es que entendemos por tales a las personas que son privadas de libertad contrariando la legalidad y exclusivamente por razones políticas. Cuando algunos de esos militares retirados me consultaron sobre el punto, yo les dije que Piñera no les había prometido nada, pues lo que ellos entienden por aplicar las leyes es distinto de lo que entiende Piñera. Este estima que las leyes ya se están aplicando en los respectivos juicios, siendo que, precisamente, no se respetan en los mismos. Así él logró quedar bien con Dios y con el Diablo, pues, por un lado, los uniformados votaron por él y, por el otro, la extrema izquierda no lo criticó.

Ahora fueron a visitarlo las dirigentas de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, que es lo mismo que decir agrupaciòn femenina del Partido Comunista. El Presidente no quiso fotografiarse con ellas, pero ellas dijeron que él se comprometió a legislar para impedir que se siga aplicando la prescripción para terminar juicios. La ley establece la prescripción y el problema es que una mayoría de jueces no aplica esa ley. Piñera candidato ofreció velar por que se aplicara. Piñera Presidente ofrece velar para que no se aplique, dictando una norma que la derogue, según dicen las dirigentas comunistas.

Cada vez que los uniformados en retiro me han preguntado mi opinión sobre todo esto, yo les he dicho que en Chile los grupos pacíficos y respetuosos de la ley y el orden nunca conseguirán algo que sea contrario a lo que piden los grupos promotores del odio y la violencia. Los uniformados en retiro me dicen que, por formación, ellos nunca recurrirán a la violencia para obtener lo que propician. Entonces yo les replico que seguirán siendo ilegalmente procesados, porque ningún gobierno se atreverá a desafiar a las fuerzas del odio y la violencia, personificadas por el comunismo. Y porque eso siempre ha sido asì, los terroristas han sido indultados y los militares no. Los que trajeron la violencia política a Chile, socialistas y comunistas, han sido indemnizados y pensionados. Más de 300 millones de dólares al año recibe el extremismo anualmente del Estado por variados beneficios.

En fin, el Presidente Piñera ha dicho públicamente, después de recibir a las dirigentes comunistas, lo que siempre dice cuando quiere quedar bien con Dios y con el Diablo, que él siempre estará comprometido con el respeto a la democracia y los derechos humanos.

Nada ha cambiado. El sector que amenaza con la violencia obtiene dinero e impunidad. El sector que se ciñe al respeto y la legalidad nada obtiene, sino persecución ilegal.

Y deberá conformarse indefinidamente con seguir yendo a visitar a los penales a sus camaradas y parientes, los únicos presos políticos que hay en el Chile actual.

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